Gabriel Retesfue cineasta por los cuatro costados. Pero también un actor entrañable de sus propias películas y un contador de historias transgresoras, que el mismo escribía y dirigía, actuaba y producía.
Fue un hombre que nació literalmente en el teatro (su padre fue Ignacio Retes, actor y director teatral creador de los teatros del Seguro Social) y su madre, actriz. Un clima de arte y cultura, acunó al joven Gabriel, quien desde los ocho años estuvo trepado en un escenario, dando vida a los personajes del gran teatro del Mundo. De allí a utilizar una cámara de cine Súper 8, cuando adolescente, fue muy natural.
Su cámara le llevó a filmar y obtener premios cinematográficos en ese formato, como los cortometrajes Sur(1969), El paletero (1970), Fragmentos(1971), El asunto (1972) y Tribulaciones en el seno de una familia burguesa (1972), cinta que ganó los premios a la mejor realización y al mejor argumento en el Segundo Encuentro de Realizadores de Cine en Súper 8, organizado por la Casa del Lago; el primer premio en el segundo Concurso de Cine Experimental de Súper 8, organizado por la Asociación Nacional de Actores (ANDA ) y reconocimientos especiales en el Festival Internacional de Cine de Cartagena y en el V Festival Internacional del Nuevo Cine en Súper 8.
Como actor de cine participó en películas dirigidas por Alejandro Galindo, Gilberto Gazcón, Alberto Mariscal, Jorge Fons , Luis Alcoriza, Alberto Bojórquez, Miguel Littin y Marisa Sistach. Gabriel comenzó a hacer su propio cine en 35 mm., un cine de autor: se inició con el pie derecho con Chin chin el teporocho (1976) su primera película profesional, invitada en la edición XXVIII del Festival de Locarno y ganadora del Premio Ariel a la mejor Mejor Ópera Prima. Y de allí pa'l real, como dicen los rancheros: de 1970 a 2019 realizó 30 películas de largometraje, la mayoría actuadas, producidas y dirigidas por él mismo.
Películas de culto son Nuevo mundo, -prohibida durante muchos años porque desmitifica el milagro del Tepeyac-; El Bulto (1992), donde Gabriel interpreta a Lauro, un fotógrafo de prensa que durante el Halconazo de 1970 cae en estado de coma y despierta 20 años después.
Ya muy enfermo, Gabriel asistió en marzo último a la presentación en la Cineteca de su última película, Identidad tomada (2019) una sátira muy divertida de los festivales cinematográficos que aún no llega a las pantallas.
Conocí al cineasta en 1997 en la sección de Autores del STPC y los dos últimos años coincidimos en la reuniones del propio STPC, ya que Gabriel era secretario general de la Sección de Directores, y yo soy presidenta del Comité de Vigilancia de ese organismo sindical, que agrupa a todos los miembros de la producción cinematográfica. Hombre muy inteligente y de mucha sensibilidad, Gabriel Retes se destacó por su gran amor al cine. La comunidad cinematográfica está de luto, pues pierde a uno de sus mejores exponentes, un artista poliédrico, comprometido con el cine y con su tiempo. Le debe un homenaje nacional.