/ lunes 20 de noviembre de 2023

Agenda Confidencial | Accionistas de Televisa, de luto

Los accionistas de Televisa, empezando por Emilio Azcárraga Jean, están de luto. Y no es para menos después de conocer los desastrosos resultados financieros de la empresa en el tercer trimestre, donde reportan severos descalabros, fuga de suscriptores de IZZI y SKY, y una enorme pérdida de valor de la empresa.

Hace 8 años, la televisora tenía un valor de 22 mil millones de dólares, afirman los especialistas, y hoy no llega a los 1,300 millones de verdes, es decir, ha perdido 95% de su valor. Hay ejercicios de análisis serios que indican que la empresa estará en un fuerte “stress” financieros en los próximos dos años. Si la empresa sigue por ese camino, agregan, un día no muy lejano la van a “cafetear”.

Obviamente, Emilio se encuentra muy preocupado por el desempeño del negocio que su padre, “El Tigre”, le heredó, y está pensando seriamente en deshacerse de aquellos que lo llevaron a este punto crítico: Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia quienes salvaron a Televisa de la crisis accionaria y financiera en la que la dejó Emilio Azcárraga Milmo en 1997, año en que falleció. Lo paradójico del asunto, es que dos décadas y media después, los salvadores de Televisa se convirtieron en sus “enterradores”.

Un breve recuento de los hechos: Ante la inexperiencia de Azcárraga Jean en aquel año, ambos ejecutivos Bernardo y Alfonso se hicieron cargo del negocio; negociaron las deudas de la televisora, consiguieron que Guillermo Cañedo, José Antonio Cañedo White y otros que abusaron de las circunstancias, le revendieran a Emilito un paquete de acciones que “generosamente” “El Tigre “ les había cedido por sus servicios prestados. Con Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, la televisora vivió su “época de oro” por las importantes ganancias, prebendas de esos gobiernos, dicen otros, que generaba. Sin embargo, con el paso del tiempo fueron insuficientes para compensar la caducidad de su modelo de negocio, no modernizado, por incentivos opuestos entre lo mejor para la empresa y sus accionistas y lo más conveniente para Gómez y De Angoitia que se aferraron a conservar el poder. Y se siguen aferrando a pesar de la catástrofe financiera y de prestigio de Televisa y Emilio Azcárraga Jean.

Pero no sólo eso, Gómez brincó del mundo del espectáculo al de la política, después de haber negociado con Martha Sahagún los tiempos oficiales. A Peña Nieto, no sólo le construyeron su candidatura a la presidencia de la República siendo gobernador del Estado de México, sino que jugó el papel de Celestina, como lo han afirmado importantes personajes.

Gómez y de Angoitia manejaron el negocio a su antojo ante la mirada complaciente del buen Emilio. Pero con esa ambición que les caracteriza empezaron a tomar malas decisiones. Como salvavidas, se creó Televisa- , pero no sumó esa aventura conjunta ningún valor agregado. Por eso el mercado terminó castigando a Televisa , y lo seguirá haciendo hasta que renueve su administración por un profesional y no de “cuates”, y tome medidas que efectivamente generen resultados.

Antes habían iniciado una aventura con IZZI, en donde también les ha ido “de la patada”, según el reporte financiero del último trimestres, y lo mismo les ocurrió con Sky; en ambos la pérdida de suscriptores puso los “pelos de punta” a los accionistas.

Para tratar de competir con otras plataformas, crearon VIX, en donde, dicen sus detractores, se cometen los crímenes perfectos porque casi nadie la ve. En el medio circula la versión de que NETFLIX le ofreció a Emilio una fusión, asociación o algo parecido, a cambio de una participación accionaria, pero Bernardo Gómez le aconsejó que no aceptara porque, dicen, podría convertirse en “cola de ratón” y no “cabeza de tigre”. La realidad fue, según los enterados, que a “Berny”, como le dicen sus cuates, no le convenía porque iba a perder el control y otras cositas. NENTFLIX tiene un valor de mercado de 200 mil millones de dólares, mientras que el de Televisa es de 1,300 millones de los mismos billetes, subrayan los expertos.

Y mientras Televisa se debate entre la vida y la muerte, los ejecutivos mencionados siguen organizando bodas, bautizos, quince años, primeras comuniones “de locura”, según los reporteros del jet set. Hace unas semanas se casó el hijo de Angoitia, y obviamente “echaron la casa por la ventana”, obviamente “apenados” por la caída del valor de Televisa.

A la luz del desastre financiero en Televisa, los accionistas están medio encabronados, perdón, inconformes, y dicen los enterados que Emilio Azcárraga Jean se ha metido de fondo al negocio, y está pensando en hacer a un lado a Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia. ¿Será?

AGENDA PREVIA

Dentro de su estrategia para adquirir el Ingenio PUGA, el Grupo Zucarmex, del arquitecto Eduardo De la Vega, está “maiceando” a los obreros que se encuentran en huelga desde hace más de un año y que no tienen ni para comer. El columnista se enteró que, así como el gobierno Federal reparte despensas y dinero a los afectados por el huracán “Otis” en Guerrero, ejecutivos del mencionado consorcio azucarero replican ese esquema con los trabajadores del ingenio, con la complacencia del dirigente del sindicato nacional, Lorenzo Pale. Bueno, vaya usted a saber qué le ofrecieron a éste.

También se dice que Grupo Azucarero México (GAM), de Juan Cortina Gallardo, que tiene como principal promotor para quedarse con el susodicho ingenio al gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, les prometió a los obreros que les pagaría 50 % de los salarios caídos inmediatamente, para que pase una “blanca Navidad” y el resto en enero, si votan por el consorcio para que sea dueño de la fábrica azucarera.

Sin embargo, ni Zucarmex ni GAM han

planteado qué van a hacer con medio centenar de acreedores de la comercializadora Copaco y el ingenio Puga, ambo9s propiedad de Oscar García Arces, quien les debe 5 mil millones de pesos. ¡Como de que no han planteado qué hacer! Exclaman algunos. A los acreedores (Bimbo, Lala, Danone, Sucroliq, Banco Santander… ya les dijeron que les van a pagar sus deudas a 10 centavos, si bien les va.

Los accionistas de Televisa, empezando por Emilio Azcárraga Jean, están de luto. Y no es para menos después de conocer los desastrosos resultados financieros de la empresa en el tercer trimestre, donde reportan severos descalabros, fuga de suscriptores de IZZI y SKY, y una enorme pérdida de valor de la empresa.

Hace 8 años, la televisora tenía un valor de 22 mil millones de dólares, afirman los especialistas, y hoy no llega a los 1,300 millones de verdes, es decir, ha perdido 95% de su valor. Hay ejercicios de análisis serios que indican que la empresa estará en un fuerte “stress” financieros en los próximos dos años. Si la empresa sigue por ese camino, agregan, un día no muy lejano la van a “cafetear”.

Obviamente, Emilio se encuentra muy preocupado por el desempeño del negocio que su padre, “El Tigre”, le heredó, y está pensando seriamente en deshacerse de aquellos que lo llevaron a este punto crítico: Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia quienes salvaron a Televisa de la crisis accionaria y financiera en la que la dejó Emilio Azcárraga Milmo en 1997, año en que falleció. Lo paradójico del asunto, es que dos décadas y media después, los salvadores de Televisa se convirtieron en sus “enterradores”.

Un breve recuento de los hechos: Ante la inexperiencia de Azcárraga Jean en aquel año, ambos ejecutivos Bernardo y Alfonso se hicieron cargo del negocio; negociaron las deudas de la televisora, consiguieron que Guillermo Cañedo, José Antonio Cañedo White y otros que abusaron de las circunstancias, le revendieran a Emilito un paquete de acciones que “generosamente” “El Tigre “ les había cedido por sus servicios prestados. Con Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, la televisora vivió su “época de oro” por las importantes ganancias, prebendas de esos gobiernos, dicen otros, que generaba. Sin embargo, con el paso del tiempo fueron insuficientes para compensar la caducidad de su modelo de negocio, no modernizado, por incentivos opuestos entre lo mejor para la empresa y sus accionistas y lo más conveniente para Gómez y De Angoitia que se aferraron a conservar el poder. Y se siguen aferrando a pesar de la catástrofe financiera y de prestigio de Televisa y Emilio Azcárraga Jean.

Pero no sólo eso, Gómez brincó del mundo del espectáculo al de la política, después de haber negociado con Martha Sahagún los tiempos oficiales. A Peña Nieto, no sólo le construyeron su candidatura a la presidencia de la República siendo gobernador del Estado de México, sino que jugó el papel de Celestina, como lo han afirmado importantes personajes.

Gómez y de Angoitia manejaron el negocio a su antojo ante la mirada complaciente del buen Emilio. Pero con esa ambición que les caracteriza empezaron a tomar malas decisiones. Como salvavidas, se creó Televisa- , pero no sumó esa aventura conjunta ningún valor agregado. Por eso el mercado terminó castigando a Televisa , y lo seguirá haciendo hasta que renueve su administración por un profesional y no de “cuates”, y tome medidas que efectivamente generen resultados.

Antes habían iniciado una aventura con IZZI, en donde también les ha ido “de la patada”, según el reporte financiero del último trimestres, y lo mismo les ocurrió con Sky; en ambos la pérdida de suscriptores puso los “pelos de punta” a los accionistas.

Para tratar de competir con otras plataformas, crearon VIX, en donde, dicen sus detractores, se cometen los crímenes perfectos porque casi nadie la ve. En el medio circula la versión de que NETFLIX le ofreció a Emilio una fusión, asociación o algo parecido, a cambio de una participación accionaria, pero Bernardo Gómez le aconsejó que no aceptara porque, dicen, podría convertirse en “cola de ratón” y no “cabeza de tigre”. La realidad fue, según los enterados, que a “Berny”, como le dicen sus cuates, no le convenía porque iba a perder el control y otras cositas. NENTFLIX tiene un valor de mercado de 200 mil millones de dólares, mientras que el de Televisa es de 1,300 millones de los mismos billetes, subrayan los expertos.

Y mientras Televisa se debate entre la vida y la muerte, los ejecutivos mencionados siguen organizando bodas, bautizos, quince años, primeras comuniones “de locura”, según los reporteros del jet set. Hace unas semanas se casó el hijo de Angoitia, y obviamente “echaron la casa por la ventana”, obviamente “apenados” por la caída del valor de Televisa.

A la luz del desastre financiero en Televisa, los accionistas están medio encabronados, perdón, inconformes, y dicen los enterados que Emilio Azcárraga Jean se ha metido de fondo al negocio, y está pensando en hacer a un lado a Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia. ¿Será?

AGENDA PREVIA

Dentro de su estrategia para adquirir el Ingenio PUGA, el Grupo Zucarmex, del arquitecto Eduardo De la Vega, está “maiceando” a los obreros que se encuentran en huelga desde hace más de un año y que no tienen ni para comer. El columnista se enteró que, así como el gobierno Federal reparte despensas y dinero a los afectados por el huracán “Otis” en Guerrero, ejecutivos del mencionado consorcio azucarero replican ese esquema con los trabajadores del ingenio, con la complacencia del dirigente del sindicato nacional, Lorenzo Pale. Bueno, vaya usted a saber qué le ofrecieron a éste.

También se dice que Grupo Azucarero México (GAM), de Juan Cortina Gallardo, que tiene como principal promotor para quedarse con el susodicho ingenio al gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, les prometió a los obreros que les pagaría 50 % de los salarios caídos inmediatamente, para que pase una “blanca Navidad” y el resto en enero, si votan por el consorcio para que sea dueño de la fábrica azucarera.

Sin embargo, ni Zucarmex ni GAM han

planteado qué van a hacer con medio centenar de acreedores de la comercializadora Copaco y el ingenio Puga, ambo9s propiedad de Oscar García Arces, quien les debe 5 mil millones de pesos. ¡Como de que no han planteado qué hacer! Exclaman algunos. A los acreedores (Bimbo, Lala, Danone, Sucroliq, Banco Santander… ya les dijeron que les van a pagar sus deudas a 10 centavos, si bien les va.