/ lunes 15 de abril de 2024

Agenda Confidencial / ¡Ay guey!

Ya lo dijo la señora que hace muchos años vendía gelatinas en su pueblo, que velaba por el bienestar de los indígenas, que afirma defender a las mujeres… y que ahora es candidata del PRIAN a la presidencia de la Republica: “Si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio eres bien guey”.

Obviamente las mujeres y los hombres que andan “arañando” esa edad y que salen a “sobarse el lomo” para mantener a duras penas a su familia, se quedaron perplejos por esa afirmación que consideran humillante. Al darse cuenta de su dislate, la señora Xóchitl reculó y precisó que se refería a Claudia Sheinbaum, quien no tiene casa propia, ni empresa, ni nada, y no a los jodidos que con mucho trabajo rentan una casita. “No me malinterpreten, la referencia fue clara y contundente a la señora Sheinbaum, no saquen de contexto la declaración”, pidió. O sea que primero la “cajetea” y luego solicita que no malinterpreten, le responde quienes se sintieron aludidos y ofendidos.

Y con esa incontinencia verbal que la caracteriza, Xóchitl afirmó: "Claudia tiene cuentas en paraísos fiscales, ha tenido sueldos como Jefa de Gobierno, ha sido funcionaria pública en la Ciudad de México, y la verdad de las cosas ella es la que me reclamó que yo viviera en una casa y ella en un departamento rentado”.

Después, la candidata del PRIAN puso como ejemplo a sus bodoques: "Yo tengo dos hijos, Diana, quien a los 28 se pudo comprarse su depa chiquito, pero se lo pudo comprar; a Juan Pablo le gusta un poco el desmadre, pero ahí la lleva ahorrando, pero le cuesta más ahorrar", reconoció. Y en el colmo de la estulticia, mandó a su hija a Guanajuato para que les hiciera llegar un mensaje a los jóvenes: Si mi mami llega a la presidencia, todos van a tener una casita, aunque sea del Infonavit.

¡Amárrenle la lengua! Le grita el respetable.

Cuando Arturo Zaldívar tomó posesión como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (2018), prometió un “cambio de rumbo” en esa institución, convertida en nido de corrupción y nepotismo; en donde se arraigó un “nocivo corporativismo judicial” al servicio de los grupos y personajes más poderosos, política y económicamente hablando, quienes le “untaban la mano” a los jueces y magistrados, ministros, incluyendo a varios de la Corte, para que los favorecieran en sus asuntitos.

Zaldívar se comprometió a derribar barreras para que hubiera una justicia para todos, pero, sobre todo, para los más pobres, los más desprotegidos, los olvidados, los marginados, los discriminados. “Tenemos que ser la voz de los que no tienen voz. Seguir avanzando hasta que la transformación se convierta en normalidad democrática; hasta que el cambio se vuelva realidad; hasta que la honestidad, la transparencia, la excelencia, y la sensibilidad se hagan costumbre… hasta que la desconfianza se haga confianza; hasta que la desigualdad se vuelva igualdad; hasta que los jueces seamos motor de cambio en la lucha hacia un México más justo e igualitario…”, decía.

La semana pasada, la Suprema Corte ordenó que se investigara al ministro Zaldívar por “proteger un sistema corrupto y coaccionar a jueces”, según una denuncia anónima, que expone con “pelos y señales”, nombres y apellidos el “modus operandi”.

Ya lo dijo la señora que hace muchos años vendía gelatinas en su pueblo, que velaba por el bienestar de los indígenas, que afirma defender a las mujeres… y que ahora es candidata del PRIAN a la presidencia de la Republica: “Si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio eres bien guey”.

Obviamente las mujeres y los hombres que andan “arañando” esa edad y que salen a “sobarse el lomo” para mantener a duras penas a su familia, se quedaron perplejos por esa afirmación que consideran humillante. Al darse cuenta de su dislate, la señora Xóchitl reculó y precisó que se refería a Claudia Sheinbaum, quien no tiene casa propia, ni empresa, ni nada, y no a los jodidos que con mucho trabajo rentan una casita. “No me malinterpreten, la referencia fue clara y contundente a la señora Sheinbaum, no saquen de contexto la declaración”, pidió. O sea que primero la “cajetea” y luego solicita que no malinterpreten, le responde quienes se sintieron aludidos y ofendidos.

Y con esa incontinencia verbal que la caracteriza, Xóchitl afirmó: "Claudia tiene cuentas en paraísos fiscales, ha tenido sueldos como Jefa de Gobierno, ha sido funcionaria pública en la Ciudad de México, y la verdad de las cosas ella es la que me reclamó que yo viviera en una casa y ella en un departamento rentado”.

Después, la candidata del PRIAN puso como ejemplo a sus bodoques: "Yo tengo dos hijos, Diana, quien a los 28 se pudo comprarse su depa chiquito, pero se lo pudo comprar; a Juan Pablo le gusta un poco el desmadre, pero ahí la lleva ahorrando, pero le cuesta más ahorrar", reconoció. Y en el colmo de la estulticia, mandó a su hija a Guanajuato para que les hiciera llegar un mensaje a los jóvenes: Si mi mami llega a la presidencia, todos van a tener una casita, aunque sea del Infonavit.

¡Amárrenle la lengua! Le grita el respetable.

Cuando Arturo Zaldívar tomó posesión como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (2018), prometió un “cambio de rumbo” en esa institución, convertida en nido de corrupción y nepotismo; en donde se arraigó un “nocivo corporativismo judicial” al servicio de los grupos y personajes más poderosos, política y económicamente hablando, quienes le “untaban la mano” a los jueces y magistrados, ministros, incluyendo a varios de la Corte, para que los favorecieran en sus asuntitos.

Zaldívar se comprometió a derribar barreras para que hubiera una justicia para todos, pero, sobre todo, para los más pobres, los más desprotegidos, los olvidados, los marginados, los discriminados. “Tenemos que ser la voz de los que no tienen voz. Seguir avanzando hasta que la transformación se convierta en normalidad democrática; hasta que el cambio se vuelva realidad; hasta que la honestidad, la transparencia, la excelencia, y la sensibilidad se hagan costumbre… hasta que la desconfianza se haga confianza; hasta que la desigualdad se vuelva igualdad; hasta que los jueces seamos motor de cambio en la lucha hacia un México más justo e igualitario…”, decía.

La semana pasada, la Suprema Corte ordenó que se investigara al ministro Zaldívar por “proteger un sistema corrupto y coaccionar a jueces”, según una denuncia anónima, que expone con “pelos y señales”, nombres y apellidos el “modus operandi”.