/ viernes 2 de agosto de 2019

ARK OS

Para la mayoría de nosotros, quizás el término ARK no nos diga mayor cosa hoy, pero será recurrente en el futuro, es el nombre del nuevo sistema operativo desarrollado en China por Huawei, que requiere reflexión, no sólo como novedad tecnológica, es importante desde la perspectiva política y económica.

Históricamente, la política y la tecnología han estado íntimamente vinculadas, la diferencia entre las naciones y grupos políticos ha sido definida por el uso y la lucha por diferentes herramientas, la conquista, la revolución industrial y el colonialismo fueron posibles por la ventaja que ofrecía la tecnología. Resulta más que curioso que en el debate político no exista un mayor conocimiento o atención a los hechos que darán forma al futuro. Éste es el caso del nuevo sistema operativo de Huawei. La prohibición de Trump sobre el uso de licencias de Android y Apple a empresas chinas, apresuró los planes para el desarrollo y lanzamiento de una plataforma propia.

Ren Zhengfei, fundador de Huawei, declaró recientemente que la primera opción de la empresa es seguir usando Android, pero que tendrá listo en lo inmediato su nuevo sistema operativo llamado Hongmeng o ARK para su versión internacional, afirmando que ya es más rápido y eficiente que Android. Además, de acuerdo a la información disponible, estará centrado en el internet de las cosas y, por ser más ligero, podrá ser usado por equipos de menor potencia, una plataforma independiente, pero con compatibilidad con otros sistemas. Aunque reconoce que aún presenta problemas de estabilidad.

El nuevo sistema operativo podría realinear las fuerzas económicas a nivel global, en particular en el sector tecnología y telecomunicaciones por varias y evidentes razones, la primera es que implicaría una alianza con otros titanes chinos como Tencent, Alibaba y Baidu, por lo que, de entrada, tendría un mercado que le garantizaría una masa crítica para sobrevivir y crecer desde el primer momento, así como una disminución sensible en la venta de equipos y servicios de otros sistemas en China. Se desarrollaría un nuevo ecosistema de aplicaciones que de manera previsible será más barato. Pero, sobre todo, sería un sistema operativo de impacto global no norteamericano.

El tema no se limita a China o a Estados Unidos, un estudio publicado por Bloomberg, señala que en muchos países se prevé una rápida aceptación de la nueva plataforma. El clima anti Google o Facebook se refleja en la multa que impuso la Comisión Europea a Google por 4 mil millones de dólares. En algunos mercados la prohibición de Trump disparó las ventas de Huawei como en Francia y en Rusia. Además de las tensiones derivadas por el pago de impuestos por transacciones hechas por internet, que ha reclamado Francia con una respuesta furiosa por parte de Trump.

ARK es parte de una ecuación más compleja y de proporciones insospechadas en la que se unen y se potencian tendencias de gran impacto; por un lado el 5G que revolucionará a todas las tecnologías de internet existentes, en la que va a la vanguardia China en alianza con Rusia; otro elemento importante es que mientras que muchos de los jóvenes en Estados Unidos y Europa viven en una apatía millennial y centennial, en Rusia y en China se observa una nueva generación de empresarios quienes ya nacieron en el sistema de mercado, más audaces y ambiciosos, con el soporte de grandes capitales y de sus gobiernos, sin que se vea una contraparte occidental; y por último, una política de expansión comercial de China a través de la Franja y la Ruta con la cual está incrementando su dominio sobre las economías de Asia y África a través de acuerdos bilaterales e inversión en infraestructura, mientras que Estados Unidos y Gran Bretaña apuntan a una política aislacionista. Se están dando una suma de condiciones para un cambio económico y en el dominio global.

La creación de una nueva plataforma será un frente fundamental en la lucha por el mercado de telecomunicaciones y tecnología, la nueva geografía del mundo podría no ser únicamente por fronteras, también será sobre cuál sistema operativo utilicen los teléfonos y otros aparatos. La agenda política internacional estará marcada por la vida digital.

Twitter: @LuisH_Fernandez

Para la mayoría de nosotros, quizás el término ARK no nos diga mayor cosa hoy, pero será recurrente en el futuro, es el nombre del nuevo sistema operativo desarrollado en China por Huawei, que requiere reflexión, no sólo como novedad tecnológica, es importante desde la perspectiva política y económica.

Históricamente, la política y la tecnología han estado íntimamente vinculadas, la diferencia entre las naciones y grupos políticos ha sido definida por el uso y la lucha por diferentes herramientas, la conquista, la revolución industrial y el colonialismo fueron posibles por la ventaja que ofrecía la tecnología. Resulta más que curioso que en el debate político no exista un mayor conocimiento o atención a los hechos que darán forma al futuro. Éste es el caso del nuevo sistema operativo de Huawei. La prohibición de Trump sobre el uso de licencias de Android y Apple a empresas chinas, apresuró los planes para el desarrollo y lanzamiento de una plataforma propia.

Ren Zhengfei, fundador de Huawei, declaró recientemente que la primera opción de la empresa es seguir usando Android, pero que tendrá listo en lo inmediato su nuevo sistema operativo llamado Hongmeng o ARK para su versión internacional, afirmando que ya es más rápido y eficiente que Android. Además, de acuerdo a la información disponible, estará centrado en el internet de las cosas y, por ser más ligero, podrá ser usado por equipos de menor potencia, una plataforma independiente, pero con compatibilidad con otros sistemas. Aunque reconoce que aún presenta problemas de estabilidad.

El nuevo sistema operativo podría realinear las fuerzas económicas a nivel global, en particular en el sector tecnología y telecomunicaciones por varias y evidentes razones, la primera es que implicaría una alianza con otros titanes chinos como Tencent, Alibaba y Baidu, por lo que, de entrada, tendría un mercado que le garantizaría una masa crítica para sobrevivir y crecer desde el primer momento, así como una disminución sensible en la venta de equipos y servicios de otros sistemas en China. Se desarrollaría un nuevo ecosistema de aplicaciones que de manera previsible será más barato. Pero, sobre todo, sería un sistema operativo de impacto global no norteamericano.

El tema no se limita a China o a Estados Unidos, un estudio publicado por Bloomberg, señala que en muchos países se prevé una rápida aceptación de la nueva plataforma. El clima anti Google o Facebook se refleja en la multa que impuso la Comisión Europea a Google por 4 mil millones de dólares. En algunos mercados la prohibición de Trump disparó las ventas de Huawei como en Francia y en Rusia. Además de las tensiones derivadas por el pago de impuestos por transacciones hechas por internet, que ha reclamado Francia con una respuesta furiosa por parte de Trump.

ARK es parte de una ecuación más compleja y de proporciones insospechadas en la que se unen y se potencian tendencias de gran impacto; por un lado el 5G que revolucionará a todas las tecnologías de internet existentes, en la que va a la vanguardia China en alianza con Rusia; otro elemento importante es que mientras que muchos de los jóvenes en Estados Unidos y Europa viven en una apatía millennial y centennial, en Rusia y en China se observa una nueva generación de empresarios quienes ya nacieron en el sistema de mercado, más audaces y ambiciosos, con el soporte de grandes capitales y de sus gobiernos, sin que se vea una contraparte occidental; y por último, una política de expansión comercial de China a través de la Franja y la Ruta con la cual está incrementando su dominio sobre las economías de Asia y África a través de acuerdos bilaterales e inversión en infraestructura, mientras que Estados Unidos y Gran Bretaña apuntan a una política aislacionista. Se están dando una suma de condiciones para un cambio económico y en el dominio global.

La creación de una nueva plataforma será un frente fundamental en la lucha por el mercado de telecomunicaciones y tecnología, la nueva geografía del mundo podría no ser únicamente por fronteras, también será sobre cuál sistema operativo utilicen los teléfonos y otros aparatos. La agenda política internacional estará marcada por la vida digital.

Twitter: @LuisH_Fernandez