/ domingo 24 de julio de 2022

Cambio climático, acumulación de errores y horrores

Hasta hace relativamente poco tiempo, la humanidad comenzó a mostrarse preocupada con algo a lo que en principio se le llamaba “Calentamiento Global”, que en general era la forma en que se apreciaba que aumentaban las temperaturas en todo nuestro planeta, algo que entre otras cosas nos hacía contemplar factibles consecuencias, como el derretimiento del hielo de los polos y el incremento del nivel de los mares.

Conforme esta situación ha avanzado, se ha visto que, así como en algunos lugares hay grandes sequías, en otros, se generan destructivas tormentas, cada vez más poderosas. Además, de que así como suben las temperaturas en buena parte del orbe, en otras, los inviernos se hacen cada vez más frío. Es por esto, que gradualmente, se ha dejado de utilizar el término de “Calentamiento Global” y ahora el imperante es: “Cambio Climático”.

En este entorno dominante, hemos visto inviernos en los que ciudades que antes no eran frías en extremo, como París, Francia o Ámsterdam, Holanda, registran gélidas temperaturas de entre -16 y -20 grados centígrados bajo cero.

El gran contraste, es que ahora esas mismas urbes y otras como Londres, en el Reino Unido, han rebasado los 40 grados centígrados, en un verano como el actual, que ha dejado las temperaturas más altas de la historia, en ciudades que bajo ningún concepto están preparadas para vivir situaciones como la descrita.

Si pensamos en urbes e incluso regiones con costumbre de rebasar los 40 grados centígrados cada año, nos vienen a la mente, algunas mexicanas, como Mexicali, Baja California; La Paz, Baja California Sur o Mérida, Yucatán, entre otras. Algunas viven un calor seco, propio del desierto, otras, como la blanca capital yucateca, pasan por estas situaciones, debido al casi permanente calor del trópico.

Por supuesto, nuestro amado estado de Durango, vive contrastes muy similares, especialmente en regiones como La Laguna, donde estar por arriba de los 40 grados, ya no es algo que sorprenda a persona alguna, al tiempo que, en la sierra, se viven los inviernos más fríos de México, que llegan a estar por debajo de los -15 grados bajo cero.

Actualmente, ya ni los tres grandes volcanes de México, registran inviernos fríos, al tiempo que pierden gradualmente sus glaciares, como pasa con el Pico de Orizaba con 5,670 metros sobre el nivel del mar y el Iztaccíhuatl, con 5,286 metros, que hoy tienen apenas tímidas manchas blancas, mientras que el Popocatépetl y sus 5,452 metros, es afectado por el calor de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, por sus constantes erupciones de material incandescente y por el Cambio Climático, ya no tiene glaciar alguno.

Hoy, incluso los fríos más extremos, pierden el hielo que les queda, algo que podemos ver en un Polo Norte, que en la actualidad es ya navegable en los veranos; eso, mientras que, en el Polo Sur, cada año se desprenden superficies heladas del tamaño de naciones como Francia y justo, si volvemos al Viejo Continente, en Londres y París, se acabaron los veranos elegantes, cuando hasta lo más selecto de la sociedad, acude a las fuentes a refrescarse.



*: Diputada Federal por Durango

yolanda.delatorre@diputados.gob.mx

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre


Hasta hace relativamente poco tiempo, la humanidad comenzó a mostrarse preocupada con algo a lo que en principio se le llamaba “Calentamiento Global”, que en general era la forma en que se apreciaba que aumentaban las temperaturas en todo nuestro planeta, algo que entre otras cosas nos hacía contemplar factibles consecuencias, como el derretimiento del hielo de los polos y el incremento del nivel de los mares.

Conforme esta situación ha avanzado, se ha visto que, así como en algunos lugares hay grandes sequías, en otros, se generan destructivas tormentas, cada vez más poderosas. Además, de que así como suben las temperaturas en buena parte del orbe, en otras, los inviernos se hacen cada vez más frío. Es por esto, que gradualmente, se ha dejado de utilizar el término de “Calentamiento Global” y ahora el imperante es: “Cambio Climático”.

En este entorno dominante, hemos visto inviernos en los que ciudades que antes no eran frías en extremo, como París, Francia o Ámsterdam, Holanda, registran gélidas temperaturas de entre -16 y -20 grados centígrados bajo cero.

El gran contraste, es que ahora esas mismas urbes y otras como Londres, en el Reino Unido, han rebasado los 40 grados centígrados, en un verano como el actual, que ha dejado las temperaturas más altas de la historia, en ciudades que bajo ningún concepto están preparadas para vivir situaciones como la descrita.

Si pensamos en urbes e incluso regiones con costumbre de rebasar los 40 grados centígrados cada año, nos vienen a la mente, algunas mexicanas, como Mexicali, Baja California; La Paz, Baja California Sur o Mérida, Yucatán, entre otras. Algunas viven un calor seco, propio del desierto, otras, como la blanca capital yucateca, pasan por estas situaciones, debido al casi permanente calor del trópico.

Por supuesto, nuestro amado estado de Durango, vive contrastes muy similares, especialmente en regiones como La Laguna, donde estar por arriba de los 40 grados, ya no es algo que sorprenda a persona alguna, al tiempo que, en la sierra, se viven los inviernos más fríos de México, que llegan a estar por debajo de los -15 grados bajo cero.

Actualmente, ya ni los tres grandes volcanes de México, registran inviernos fríos, al tiempo que pierden gradualmente sus glaciares, como pasa con el Pico de Orizaba con 5,670 metros sobre el nivel del mar y el Iztaccíhuatl, con 5,286 metros, que hoy tienen apenas tímidas manchas blancas, mientras que el Popocatépetl y sus 5,452 metros, es afectado por el calor de la Ciudad de México y su Zona Metropolitana, por sus constantes erupciones de material incandescente y por el Cambio Climático, ya no tiene glaciar alguno.

Hoy, incluso los fríos más extremos, pierden el hielo que les queda, algo que podemos ver en un Polo Norte, que en la actualidad es ya navegable en los veranos; eso, mientras que, en el Polo Sur, cada año se desprenden superficies heladas del tamaño de naciones como Francia y justo, si volvemos al Viejo Continente, en Londres y París, se acabaron los veranos elegantes, cuando hasta lo más selecto de la sociedad, acude a las fuentes a refrescarse.



*: Diputada Federal por Durango

yolanda.delatorre@diputados.gob.mx

FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre