/ viernes 18 de octubre de 2019

Ciudadanía Digital

Uno de los mayores desafíos en la educación es cómo hacerla pertinente con la realidad social y productiva que viven y vivirán nuestras niñas y niños, esta nueva condición está definida sin duda por la tecnología, no sólo para trabajar, hoy es necesario para convivir. Es absurdo pensar que los conceptos decimonónicos son suficientes, por lo que debemos desarrollar elementos para un civismo digital.

Como se dio cuenta en este espacio en la publicación anterior, se presentó en la Ciudad de México por primera vez y a nivel mundial el programa “Misión Paz Escolar”, para crear conciencia en las y los estudiantes de educación básica y eliminar el bullying en las escuelas de la capital, la noticia es trascendente, incluso fue cubierta por medios internacionales. Este hecho significa un primer avance para construir un civismo digital.

La relación entre nuestra vida cotidiana, la educación y la tecnología se ha hecho íntima, y no exenta de problemas, la pregunta es ¿cómo llevar esta nueva relación?, no tenemos un concepto de lo que es un buen ciudadano digital. Cada día descubrimos nuevas consecuencias de los impactos de las redes en nuestra salud física y mental.

Lewis Munfort señaló que el hombre es víctima de los instrumentos que le son más valiosos, cada día gana poder y dominio sobre las fuerzas naturales, cada adición al conocimiento genera peligros potenciales, porque no es acompañado de un avance en el auto entendimiento y la autodisciplina. La tecnología no tiene un sentido por sí misma, es el humano el que define si la usa como mecanismo de explotación o como herramienta de crecimiento.

Esto es lo que se está haciendo con este proyecto, darle a la tecnología un sentido humano y sublime, de entendimiento y crecimiento. El proyecto de “Misión Paz Escolar” se trata de esto, de cómo generamos una respuesta desde lo humano, pero también desde lo mexicano. Cómo innovamos y crecemos con visión global y ambición educativa pero a partir de nuestra realidad y nuestras raíces.

A diario, millones de jóvenes utilizan todo tipo de gadgets e instrumentos tecnológicos, pero muy pocos desarrollan capacidades científicas ó tecnológicas. Es fundamental inducir a los jóvenes a la exploración y creación de conocimiento. La educación en la Ciudad será exitosa si podemos darles a nuestros estudiantes las herramientas y capacidades necesarias para su tiempo, que no sean sólo usuarios ociosos de la tecnología, si no que tengan la posibilidad de usarla para crear y convivir con armonía. Por lo que es gran importancia iniciar una formación digital que complemente los planes y programas que ya vemos en las escuelas, un civismo digital que nos oriente sobre cuales son las reglas que nos dan seguridad, principios y limites que respetar, pero sobre todo cómo llevar relaciones armónicas y respetuosas en nuestro contexto digital.

Con Facebook se dio el primer paso, seguramente los titanes de la industria abrirán camino apoyando futuras iniciativas para fortalecer la educación, también para construir un civismo digital.

Una ultima apostilla, habrá quien piense que estos temas no son materia de una columna, sin embargo creo que el debate de la vida publica debe de centrarse en lo que tendrá un impacto en la vida y hacia dónde debe ir la nave del Estado, que más trascendente que la educación de nuestras niñas y niños, y cuál es la dirección e intención de ésta.

Twitter: @LuisH_Fernandez

Uno de los mayores desafíos en la educación es cómo hacerla pertinente con la realidad social y productiva que viven y vivirán nuestras niñas y niños, esta nueva condición está definida sin duda por la tecnología, no sólo para trabajar, hoy es necesario para convivir. Es absurdo pensar que los conceptos decimonónicos son suficientes, por lo que debemos desarrollar elementos para un civismo digital.

Como se dio cuenta en este espacio en la publicación anterior, se presentó en la Ciudad de México por primera vez y a nivel mundial el programa “Misión Paz Escolar”, para crear conciencia en las y los estudiantes de educación básica y eliminar el bullying en las escuelas de la capital, la noticia es trascendente, incluso fue cubierta por medios internacionales. Este hecho significa un primer avance para construir un civismo digital.

La relación entre nuestra vida cotidiana, la educación y la tecnología se ha hecho íntima, y no exenta de problemas, la pregunta es ¿cómo llevar esta nueva relación?, no tenemos un concepto de lo que es un buen ciudadano digital. Cada día descubrimos nuevas consecuencias de los impactos de las redes en nuestra salud física y mental.

Lewis Munfort señaló que el hombre es víctima de los instrumentos que le son más valiosos, cada día gana poder y dominio sobre las fuerzas naturales, cada adición al conocimiento genera peligros potenciales, porque no es acompañado de un avance en el auto entendimiento y la autodisciplina. La tecnología no tiene un sentido por sí misma, es el humano el que define si la usa como mecanismo de explotación o como herramienta de crecimiento.

Esto es lo que se está haciendo con este proyecto, darle a la tecnología un sentido humano y sublime, de entendimiento y crecimiento. El proyecto de “Misión Paz Escolar” se trata de esto, de cómo generamos una respuesta desde lo humano, pero también desde lo mexicano. Cómo innovamos y crecemos con visión global y ambición educativa pero a partir de nuestra realidad y nuestras raíces.

A diario, millones de jóvenes utilizan todo tipo de gadgets e instrumentos tecnológicos, pero muy pocos desarrollan capacidades científicas ó tecnológicas. Es fundamental inducir a los jóvenes a la exploración y creación de conocimiento. La educación en la Ciudad será exitosa si podemos darles a nuestros estudiantes las herramientas y capacidades necesarias para su tiempo, que no sean sólo usuarios ociosos de la tecnología, si no que tengan la posibilidad de usarla para crear y convivir con armonía. Por lo que es gran importancia iniciar una formación digital que complemente los planes y programas que ya vemos en las escuelas, un civismo digital que nos oriente sobre cuales son las reglas que nos dan seguridad, principios y limites que respetar, pero sobre todo cómo llevar relaciones armónicas y respetuosas en nuestro contexto digital.

Con Facebook se dio el primer paso, seguramente los titanes de la industria abrirán camino apoyando futuras iniciativas para fortalecer la educación, también para construir un civismo digital.

Una ultima apostilla, habrá quien piense que estos temas no son materia de una columna, sin embargo creo que el debate de la vida publica debe de centrarse en lo que tendrá un impacto en la vida y hacia dónde debe ir la nave del Estado, que más trascendente que la educación de nuestras niñas y niños, y cuál es la dirección e intención de ésta.

Twitter: @LuisH_Fernandez