Durante lo que va del 2023 cerca de 350 mil personas migrantes, la mayoría de procedencia venezolana, han cruzado el Tapón del Darién, de acuerdo con información oficial de Reuters.
El Tapón del Darién es una zona selvática y pantanosa entre la frontera de Panamá y Colombia, forma parte de la ruta de las personas migrantes de centro y sudamérica hacia los Estados Unidos (EEUU), debido a su abundante vegetación, que les permite pasar desapercibidas por las autoridades.
Es considerada una de las rutas más peligrosas del mundo, por los peligros propios que ofrece la selva (zonas irregulares, pantanos, animales salvajes, etc.) y la presencia de mafias que ocupan la misma ruta para el trasiego de drogas.
Los grupos criminales aprovechándose de la vulnerabilidad de las personas migrantes, abusan de ellas física y sexualmente, roban sus pertenencias o las extorsionan para permitirles el tránsito.
Margarida Loureiro, representante adjunta de la Oficina Multipaís del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Panamá, refiere que el 31% de las personas entrevistadas en agosto de 2023 reportó haber sido víctima de estos casos.
Entre enero de 2018 y junio de 2023, han muerto o desaparecido en esa zona, al menos 258 personas migrantes, 41 de ellas eran menores de edad, de acuerdo con información compartida por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los obstáculos no terminan en el Tapón del Darién, Ante la crisis migratoria, recientemente, Panamá aumentó los requisitos financieros en sus puntos de control, exigiendo a las personas migrantes que demuestren tener US$1,000 para permanecer en el país durante 90 días.
Los tapones para las personas migrantes continúan después Del Darién. Para llegar a EEUU desde Panamá, hay que atravesar, por lo menos, cinco países más: Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México. Cada frontera que atraviesan es un tapón distinto que superar, si no son extorsionadas por las mafias, son extorsionadas por las propias autoridades.
El último tapón es México. Durante el 2022 OIM registró 686 personas migrantes fallecidas o desaparecidas en la frontera entre EEUU y México, lo cual convierte nuestra frontera norte en una zona más peligrosa que el Tapón del Darién. El gobierno mexicano no está a la altura de la crisis migratoria. Abandonando toda perspectiva humanitaria, se ha abocado a aumentar la militarización de las fronteras para evitar el paso migrante.
En mayo pasado, después que el gobierno de EEUU anunciara el envío de 1,500 militares en la frontera con México para control migratorio, el Presidente López Obrador indicó que haría lo mismo y que reforzaría nuestra frontera sur con más elementos de la Guardia Nacional (GN).
El Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, así como múltiples organizaciones de la sociedad civil han documentado la manera en que, en la práctica, la GN realiza tareas de control migratorio de manera autónoma, sin la supervisión ni coordinación del Instituto Nacional de Migración.
La GN actúa así en fronteras terrestres y aéreas; en puntos de revisión carreteros, aeropuertos y centrales de autobuses; además de estar a cargo del resguardo de las estaciones migratorias. Espacios en los que se vulneran sistemáticamente los derechos de personas migrantes.
¿Cuántos tapones deben atravesar las personas migrantes para alcanzar la libertad y la dignidad a las que tienen derecho? Los gobiernos latinoamericanos y caribeños le han fallado a las personas migrantes. Estados Unidos, México, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Venezuela y Haití, deben construir nuevos acuerdos migratorios, poniendo en el centro a las personas migrantes. Hay más muertes por la falta de acuerdos, que por el Tapón del Darién.
*Sofía Carvajal Isunza es abogada por la UNAM, Secretaría de Asuntos Internacionales del CEN del PRI; Secretaría Ejecutiva de la COPPPAL; Diputada Federal del PRI y Vicepresidenta del Grupo Geopolítico Latinoamericano y del Caribe de la Unión Interparlamentaria.
