/ sábado 23 de noviembre de 2019

Cuchillito de palo | En el terror

Las historias de terror se multiplican en la Ciudad de México, sin que sus habitantes veamos que hay una clara disposición de las autoridades, a remediar la inseguridad.

“Ayer domingo, 17 de noviembre del 2019, a las 16:09 fui (Omito el nombre) al cajero de Scotiabank de Insurgentes Sur Del Valle 900, a retirar efectivo. Ahí hay dos cajeros, intenté hacer el retiro en uno y no me lo aceptaba. Había una chica (como de 30 años que estaba en el otro). Me dijo que ese no tenía dinero, que lo hiciera en el que ella acababa de sacar. Supuestamente ya se iba.

“Me cambio, lo intento y retiro. Ahí me doy cuenta que ella estaba cerca. Se aproxima y me quita mi tarjeta. Yo quería contar el dinero y ella con mi tarjeta intenta “explicarme” cómo debo hacer los retiros. Le digo que me dé mi tarjeta. Al día siguiente, lunes 18 vuelvo a ir al mismo cajero a intentar sacar más efectivo. Meto la tarjeta, el cajero me dice que mi nip no es correcto. Voy a mi casa, entro en internet y veo que vaciaron mi cuenta. Llamo a Scotiabank y en ese momento descubrimos que la tarjeta que yo estaba reportando no era la mía. ¡Me la habían cambiado! En mi cuenta aparecieron cargos que no hice: Sr Pago por 21 mil pesos; Sams Polanco por 13,943.75; retiro efectivo compra-débito por 3109.98; Rest Arrabbiata por 506.

“Llamo a Scotiabank y me dicen que debo dar gracias de que no me mataron. Que levante la queja para que la tarjeta sea cancelada y que llame al día siguiente, después de las 15:00 horas, para reportarlo. Intento explicar que hay cámaras que justifican lo que digo y la respuesta es: gracias que no le pasó algo peor. “

A otra amiga, casi le sucede lo mismo y qué decir del infeliz al que asesinaron un par de jovenzuelos, en un cajero en el estacionamiento de Plaza Universidad, para robarle tristes cinco mil pesos. Pescaron a uno de los maleantes y tiene 15 años.

Así vivimos, en la impotencia absoluta frente al crimen. Cada hora, en esta Capital, matan a una persona, violan a dos mujeres y asaltan a tres más.

En el reciente juego de futbol americano, tan alardeado por la incompetente de la señora Sheinbaum (Supuesta jefa de gobierno), ocurrieron 100 asaltos (Estadio Azteca) al finalizar el encuentro. Había destacados tres mil 300 policías, para impedir la reventa y ninguno fue capaz de evitar uno solo.

La mencionada Claudia inauguró su gobierno con un secretario de seguridad -le encanta a la 4T- neófito y por completo incapaz. La delincuencia se les subió a las barbas y ahora, ¡al fin!, lo reemplaza por una persona con oficio.

En el lapso que estuvimos sin una autoridad consciente, los maldosos se reprodujeron como hiedra, mientras la dama de Marras se dedicaba a criticar a la anterior administración y a decir que falseaban cifras.

La ciudad vuela al caos y la interfecta se ocupa de actuar de mensajera de su gurú –AMLO-, como acaba de hacerlo con el partido que les dio origen (Morena), transformado en un cuadrilátero por las rencillas internas del cambio de dirección.

Se dice que no somos la peor entidad en las cifras rojas. La percepción es otra: se acelera el miedo y el sentir que estamos a la buena de Dios, porque quienes tendrían que garantizarnos seguridad, son unos inútiles.

Triste historia de una megalópolis que tiene muchas bondades, pero que va de rodada en su caída, gracias a la estulticia e incapacidad de los que dan abrazos y no balazos (Estos últimos son para la población).

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


Las historias de terror se multiplican en la Ciudad de México, sin que sus habitantes veamos que hay una clara disposición de las autoridades, a remediar la inseguridad.

“Ayer domingo, 17 de noviembre del 2019, a las 16:09 fui (Omito el nombre) al cajero de Scotiabank de Insurgentes Sur Del Valle 900, a retirar efectivo. Ahí hay dos cajeros, intenté hacer el retiro en uno y no me lo aceptaba. Había una chica (como de 30 años que estaba en el otro). Me dijo que ese no tenía dinero, que lo hiciera en el que ella acababa de sacar. Supuestamente ya se iba.

“Me cambio, lo intento y retiro. Ahí me doy cuenta que ella estaba cerca. Se aproxima y me quita mi tarjeta. Yo quería contar el dinero y ella con mi tarjeta intenta “explicarme” cómo debo hacer los retiros. Le digo que me dé mi tarjeta. Al día siguiente, lunes 18 vuelvo a ir al mismo cajero a intentar sacar más efectivo. Meto la tarjeta, el cajero me dice que mi nip no es correcto. Voy a mi casa, entro en internet y veo que vaciaron mi cuenta. Llamo a Scotiabank y en ese momento descubrimos que la tarjeta que yo estaba reportando no era la mía. ¡Me la habían cambiado! En mi cuenta aparecieron cargos que no hice: Sr Pago por 21 mil pesos; Sams Polanco por 13,943.75; retiro efectivo compra-débito por 3109.98; Rest Arrabbiata por 506.

“Llamo a Scotiabank y me dicen que debo dar gracias de que no me mataron. Que levante la queja para que la tarjeta sea cancelada y que llame al día siguiente, después de las 15:00 horas, para reportarlo. Intento explicar que hay cámaras que justifican lo que digo y la respuesta es: gracias que no le pasó algo peor. “

A otra amiga, casi le sucede lo mismo y qué decir del infeliz al que asesinaron un par de jovenzuelos, en un cajero en el estacionamiento de Plaza Universidad, para robarle tristes cinco mil pesos. Pescaron a uno de los maleantes y tiene 15 años.

Así vivimos, en la impotencia absoluta frente al crimen. Cada hora, en esta Capital, matan a una persona, violan a dos mujeres y asaltan a tres más.

En el reciente juego de futbol americano, tan alardeado por la incompetente de la señora Sheinbaum (Supuesta jefa de gobierno), ocurrieron 100 asaltos (Estadio Azteca) al finalizar el encuentro. Había destacados tres mil 300 policías, para impedir la reventa y ninguno fue capaz de evitar uno solo.

La mencionada Claudia inauguró su gobierno con un secretario de seguridad -le encanta a la 4T- neófito y por completo incapaz. La delincuencia se les subió a las barbas y ahora, ¡al fin!, lo reemplaza por una persona con oficio.

En el lapso que estuvimos sin una autoridad consciente, los maldosos se reprodujeron como hiedra, mientras la dama de Marras se dedicaba a criticar a la anterior administración y a decir que falseaban cifras.

La ciudad vuela al caos y la interfecta se ocupa de actuar de mensajera de su gurú –AMLO-, como acaba de hacerlo con el partido que les dio origen (Morena), transformado en un cuadrilátero por las rencillas internas del cambio de dirección.

Se dice que no somos la peor entidad en las cifras rojas. La percepción es otra: se acelera el miedo y el sentir que estamos a la buena de Dios, porque quienes tendrían que garantizarnos seguridad, son unos inútiles.

Triste historia de una megalópolis que tiene muchas bondades, pero que va de rodada en su caída, gracias a la estulticia e incapacidad de los que dan abrazos y no balazos (Estos últimos son para la población).

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


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