/ martes 5 de diciembre de 2023

De la pluma de Enna Paloma Ayala Sierra | El compromiso por un ciberespacio seguro

Por Enna Paloma Ayala Sierra*

En un mundo hiperconectado, donde la tecnología ha transformado nuestra manera de vivir, trabajar y comunicarnos, la seguridad en el entorno digital se vuelve esencial. Las mujeres, desafortunadamente, a menudo enfrentan violencia en línea, una realidad que demanda atención y acción.

La violencia digital, que abarca desde la exposición no consensuada de información íntima hasta amenazas y humillaciones en línea, se manifiesta principalmente en plataformas de redes sociales, aplicaciones móviles, juegos en línea y comunicaciones electrónicas. Este fenómeno desafiante requiere una respuesta eficaz y un cambio cultural en nuestra forma de interactuar en línea.

En un firme compromiso con los derechos de las mujeres, el Gobierno de México ha dado un paso significativo para abordar la violencia digital. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) han colaborado para desarrollar el Código de Ética para la Prevención de la Violencia Digital contra las Mujeres. Este código tiene como objetivo prevenir la violencia digital contra las mujeres y fomentar un uso responsable y seguro de los servicios de telecomunicaciones. Es un esfuerzo conjunto para transformar nuestra cultura digital.

Esta iniciativa es también un llamado a la acción, invitando a la sociedad a asumir la responsabilidad de construir un ciberespacio seguro y respetuoso. Al involucrar tanto a los proveedores de servicios como a los usuarios finales, se busca crear un entorno en línea donde la violencia digital no tenga cabida y donde todas las personas, independientemente de su género, puedan participar en el mundo digital en condiciones de seguridad y de igualdad.

En un mundo digital en constante evolución, la prevención y la educación son claves para hacer que Internet sea seguro y respetuoso para todas y todos. Términos como ciberbullying, trolear, stalking, grooming, shaming, doxing, y sexting han permeado nuestra conversación, pero es crucial comprender sus implicaciones y abordarlos de manera efectiva.

Aunque hombres y mujeres pueden ser víctimas de ciberacoso, las mujeres, y especialmente las niñas y adolescentes, son las más vulnerables. En 2020, el INEGI registró que del total de mujeres usuarias de internet, el 22.5 por ciento fue víctima de alguna forma de ciberacoso, lo que corresponde a un total de 9 millones de mujeres mayores de 12 años, a diferencia de los hombres que experimentaron violencia (7.1 millones). El mayor porcentaje de mujeres que sufrieron ciberacoso, el 58.2 por ciento, se encuentra en el grupo de edad de 12 a 29 años.

Recordemos que en México existe la Ley Olimpia, un conjunto de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal que tiene como objetivo principal reconocer y sancionar la violencia digital, también conocida como ciberviolencia que se manifiesta a través de la difusión de fotografías y datos personales sin consentimiento, amenazas, difamaciones, acoso, distintas formas de humillación, ataques a la integridad y a la intimidad de las mujeres y que constituyen formas de victimización delictiva.

La Ley Olimpia se aplica a todas las personas y hasta el momento ha sido adoptada por 28 entidades. No obstante, las reformas buscan que la violencia digital y la violencia en los medios de comunicación sean consideradas delitos sancionables en todo el país. El ciberespacio es un espacio compartido por todas y todos, y es responsabilidad de la sociedad y las autoridades garantizar que sea un lugar donde todas las personas, independientemente de su género, se sientan protegidas y respetadas.

Especialmente en temas de violencia sexual por medios digitales, uno de los principales mensajes del Código de Ética tiene que ver con no estigmatizar prácticas como el sexting, porque todas y todos tenemos derecho a usar la tecnología para expresar nuestra sexualidad, la clave es el consentimiento. Sin embargo, al hacerlo es muy importante considerar que existen riesgos y por consiguiente es necesario considerar medidas de seguridad en la comunicación digital.

Tener en consideración las formas en que se manifiesta la violencia contra las mujeres en el ciberespacio y difundir acciones, actitudes y reflexiones que nos permiten prevenir estas formas de violencia, eliminamos obstáculos para que las mujeres ejerzan su derecho a la información y se nos garantice un acceso seguro a las telecomunicaciones lo cual contribuye al goce y disfrute de otros derechos humanos como la recreación, la educación, la libertad, la seguridad y el derecho de todas las personas a una vida libre de violencia.

Queremos avanzar hacia ese objetivo y para ello entendemos que la conciencia pública y la educación continua sobre el tema son esenciales para construir un internet verdaderamente seguro e igualitario para todos. Te invitamos a conocer el Código de ética en: https://bit.ly/3xnhaOO

1.-Su nombre proviene de la activista Olimpia Corral Melo, quien, tras ser víctima de la difusión no consensuada de un video íntimo, se ha dedicado a impulsar proyectos para regular la violencia digital en los congresos estatales.


*Enna Paloma Ayala Sierra, directora de Seguimiento a la Política Nacional para Combatir la Violencia contra las Mujeres


Por Enna Paloma Ayala Sierra*

En un mundo hiperconectado, donde la tecnología ha transformado nuestra manera de vivir, trabajar y comunicarnos, la seguridad en el entorno digital se vuelve esencial. Las mujeres, desafortunadamente, a menudo enfrentan violencia en línea, una realidad que demanda atención y acción.

La violencia digital, que abarca desde la exposición no consensuada de información íntima hasta amenazas y humillaciones en línea, se manifiesta principalmente en plataformas de redes sociales, aplicaciones móviles, juegos en línea y comunicaciones electrónicas. Este fenómeno desafiante requiere una respuesta eficaz y un cambio cultural en nuestra forma de interactuar en línea.

En un firme compromiso con los derechos de las mujeres, el Gobierno de México ha dado un paso significativo para abordar la violencia digital. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) han colaborado para desarrollar el Código de Ética para la Prevención de la Violencia Digital contra las Mujeres. Este código tiene como objetivo prevenir la violencia digital contra las mujeres y fomentar un uso responsable y seguro de los servicios de telecomunicaciones. Es un esfuerzo conjunto para transformar nuestra cultura digital.

Esta iniciativa es también un llamado a la acción, invitando a la sociedad a asumir la responsabilidad de construir un ciberespacio seguro y respetuoso. Al involucrar tanto a los proveedores de servicios como a los usuarios finales, se busca crear un entorno en línea donde la violencia digital no tenga cabida y donde todas las personas, independientemente de su género, puedan participar en el mundo digital en condiciones de seguridad y de igualdad.

En un mundo digital en constante evolución, la prevención y la educación son claves para hacer que Internet sea seguro y respetuoso para todas y todos. Términos como ciberbullying, trolear, stalking, grooming, shaming, doxing, y sexting han permeado nuestra conversación, pero es crucial comprender sus implicaciones y abordarlos de manera efectiva.

Aunque hombres y mujeres pueden ser víctimas de ciberacoso, las mujeres, y especialmente las niñas y adolescentes, son las más vulnerables. En 2020, el INEGI registró que del total de mujeres usuarias de internet, el 22.5 por ciento fue víctima de alguna forma de ciberacoso, lo que corresponde a un total de 9 millones de mujeres mayores de 12 años, a diferencia de los hombres que experimentaron violencia (7.1 millones). El mayor porcentaje de mujeres que sufrieron ciberacoso, el 58.2 por ciento, se encuentra en el grupo de edad de 12 a 29 años.

Recordemos que en México existe la Ley Olimpia, un conjunto de reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal que tiene como objetivo principal reconocer y sancionar la violencia digital, también conocida como ciberviolencia que se manifiesta a través de la difusión de fotografías y datos personales sin consentimiento, amenazas, difamaciones, acoso, distintas formas de humillación, ataques a la integridad y a la intimidad de las mujeres y que constituyen formas de victimización delictiva.

La Ley Olimpia se aplica a todas las personas y hasta el momento ha sido adoptada por 28 entidades. No obstante, las reformas buscan que la violencia digital y la violencia en los medios de comunicación sean consideradas delitos sancionables en todo el país. El ciberespacio es un espacio compartido por todas y todos, y es responsabilidad de la sociedad y las autoridades garantizar que sea un lugar donde todas las personas, independientemente de su género, se sientan protegidas y respetadas.

Especialmente en temas de violencia sexual por medios digitales, uno de los principales mensajes del Código de Ética tiene que ver con no estigmatizar prácticas como el sexting, porque todas y todos tenemos derecho a usar la tecnología para expresar nuestra sexualidad, la clave es el consentimiento. Sin embargo, al hacerlo es muy importante considerar que existen riesgos y por consiguiente es necesario considerar medidas de seguridad en la comunicación digital.

Tener en consideración las formas en que se manifiesta la violencia contra las mujeres en el ciberespacio y difundir acciones, actitudes y reflexiones que nos permiten prevenir estas formas de violencia, eliminamos obstáculos para que las mujeres ejerzan su derecho a la información y se nos garantice un acceso seguro a las telecomunicaciones lo cual contribuye al goce y disfrute de otros derechos humanos como la recreación, la educación, la libertad, la seguridad y el derecho de todas las personas a una vida libre de violencia.

Queremos avanzar hacia ese objetivo y para ello entendemos que la conciencia pública y la educación continua sobre el tema son esenciales para construir un internet verdaderamente seguro e igualitario para todos. Te invitamos a conocer el Código de ética en: https://bit.ly/3xnhaOO

1.-Su nombre proviene de la activista Olimpia Corral Melo, quien, tras ser víctima de la difusión no consensuada de un video íntimo, se ha dedicado a impulsar proyectos para regular la violencia digital en los congresos estatales.


*Enna Paloma Ayala Sierra, directora de Seguimiento a la Política Nacional para Combatir la Violencia contra las Mujeres