Por Raúl Carbajal
Los mercados cambiarios y financieros iniciaron un embate en contra del tipo de cambio para especular sobre el tipo de cambio y obtener a ganancias a corto plazo, tomando como factor de “inestabilidad” la aparente falta de comunicación sobre proyectos en materia económica y de definiciones en torno al equipo económico de la virtual Presidenta electa del país.
El ataque al peso comenzó el 3 de junio presionando con la depreciación del peso frente al dólar y que continuo a lo largo de la semana hasta el 7 de junio, hay que considerar que el ataque especulativo también se da en un contexto en el que el dólar está fortaleciéndose frente a las demás monedas internacionales, es decir que es aprovechado por los especuladores del mercado.
Destaca ubicar quienes están presionando con la compra de dólares en el mercado cambiario, muy probablemente sean las Casas de bróker o Casas de Bolsa quienes no solo realizan operaciones de compra y venta de divisas al precio de mercado sino que son capaces de establecer sus propios precios, influyendo activamente el proceso de formación de precios en el mercado de divisas, y son conocidos por ser “creadores de mercado” (market-makers), que en sentido estricto son los que realizan ataques especulativos.
Los brokers (intermediarios) se valen del contexto político para justificar dichos ataques, porque en sentido estricto la economía productiva real tiene altos niveles de inversión privada, las ganancias de las empresas están en aumento, el gobierno cumple puntualmente con los pagos de servicio de la deuda, y están en marcha en proyectos de inversión social que están teniendo impacto positivo en la actividad económica.
Adicionalmente la entrada alta de remesas y sólidas reservas internacionales del Banco de México, el superávit comercial que tenemos con Estados Unidos, así como la línea de crédito renovada que recientemente se convino con el Fondo Monetario Internacional muestran que la economía en su sector real y financiero están bien.
Estas casas de bolsa o brokers nacionales y extranjeras se especializan en operaciones altamente especulativas como en el mercado de derivados a través de contratos de dólares a precios futuros.
Quienes deben tener conocimiento claro de quienes están operando especulativamente en el mercado de divisas son quienes integran la Comisión de Cambios, que son funcionarios de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y del Banco de México, y lo que están mostrando, por lo ocurrido en la semana del 3 al 7 de junio, es que no se observó acción alguna de ambas instituciones ni de la Comisión de Cambios para impedir que un grupo de especuladores presionaran a la devaluación del peso.
Más allá algunas declaraciones y dichos tanto de autoridades como de legisladores, lo cierto que los especuladores buscan presionar a los mercados para obtener ganancias rápidas y cuantiosas, a través de colusiones o pools que pueden realizar entre brokers e incidir en el mercado cambiario comprando y vendiendo dólares de manera especulativa.
Las autoridades financieras a través de la Comisión de Cambios, tienen varias opciones de política económica, desde ofrecer más dólares, elevar la tasa de interés, realizar operaciones de mercado abierto, entre otras; para aminorar el impacto especulativo al peso, pero su dogmatismo neoliberal les impide actuar en favor de la estabilidad del tipo de cambio.
En resumen no estamos en crisis económica ni estaremos en ella porque la actividad productiva y el sector financiero están operando bien, y quienes buscan sus beneficios aun perjudicando un área de la economía financiera y cambiaria, son solo un puñado de brokers que incluso pueden seguir operando aprovechando la transición política en su beneficio, ello seguirá ocurriendo hasta que la Comisión de Cambios operé para limitar esa operaciones especulativas.
Investigador de la Facultad de Economía de la UNAM