El presidente Enrique Peña ha demostrado ser un líder para los priistas. Desde su llegada a la gubernatura del Estado de México y tras la derrota del PRI en la Presidencia de la República, aquel joven político comenzó a fundar un liderazgo que se fue extendiendo a la largo y ancho del país, lo cual permitió volver a generar la unidad del partido y la comunión de la militancia priista en principio y después con toda la sociedad mexicana, que hicieron posible el resurgimiento del partido y la recuperación de simpatías y espacios políticos en todo el país, lugar donde se presentaba Enrique Peña Nieto, ayudaba a ganar a los candidatos del PRI.
Hemos sido testigos de su liderazgo en sus ideas al presentar y concretar reformas estructurales que son y serán de gran beneficio para el país, mismas que fueron resultado de su capacidad de convencimiento de las principales fuerzas de oposición, tanto de izquierda como de derecha al plasmar el Pacto por México que recibió los votos en cada reforma en ambas Cámaras del Congreso del Unión. Todos estos cambios han sido reconocidos por las principales y más poderosas naciones del mundo.
De igual forma notamos el gran equipo conformado en base a experiencia internacional y con los mexicanos más destacados en el campo del comercio para la revisión del TLCAN cuyo talento está dando una gran presencia y respeto frente a los negociadores de Canadá y los Estados Unidos de América.
Dados los tiempos de su sexenio, el presidente Peña Nieto ha manifestado sobretodo en la reciente Asamblea Nacional del PRI, los atributos y la visión sobre México que debe de tener el candidato a la presidencia. Históricamente, el presidente ha tenido un gran peso en la selección del candidato y con seguridad así habrá de ser en esta ocasión.
Por todo lo anterior, es importante señalar y convocar al C. Presidente a ejercer ese liderazgo para que en conjunto con el CEN que encabeza Enrique Ochoa, intervengan con máximo interés en la decisión de la dirigencia local y la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; son ellos quienes pueden construir un partido con estructura fuerte en la Ciudad para recuperar presencia y espacios políticos.
Las condiciones políticas exigen un liderazgo de ese tamaño para que las cosas mejoren, caminen y pueda contribuir a un gran rescate de la unidad y participación de los priistas que se han alejado. Queremos deseamos que un gran líder, el primer priista, sea solidario y sea el principal promotor de un resurgimiento de nuestro partido en la capital del país. Conocemos que su agenda como mandatario, le exige compromisos con todos los mexicanos, pero de igual forma sabemos que una expresión pública, un mensaje en este sentido puede ayudar a darle una sola dirección a quienes queremos seguir trabajando a favor de la ciudad y del país.
Necesitamos al igual que para la presidencia, a un candidato con los atributos y la visión de transformación para el país y la ciudad; una decisión de esta naturaleza es necesaria ante el desorden y los resultados que se han dado en los recientes procesos electorales. Hace falta ese liderazgo y esa decisión ejecutiva, que haga posible la suma de voluntades y la disciplina partidista como ejes de una franca recuperación.
La Ciudad de México necesita de la presencia, la fuerza, el liderazgo de nuestro presidente.
Al tiempo.
ExLegislador
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