/ viernes 20 de septiembre de 2019

El mundo de la realeza

EL RESPETO PARA LAS CREENCIAS DE LA REALEZA Y DE TODOS


Qué raro título dirán, amigos lectores, pero es que estoy muy preocupada por las críticas que se le hacen, por ejemplo, a Martha Luisa de Noruega. Sí, está enamorada de una persona que ella ve como su verdadero amor.

Ella también, siente que tiene un poder sensorial y también la agreden por eso. Yo creo que puedo protestar porque se da el caso de que hay videntes como ella en otros lados, pero ¿qué pasa?, ¿por qué la agreden?

Ella nació mujer, princesa y nieta de un rey e hija de un rey que la discriminaron por su sexo. Ella contestó una vez a una pregunta de un periodista sobre que su abuelo y padre la rechazaron como posible heredera, y dijo que se alegra de que su hermano menor, el príncipe Haakon, sea el heredero.

Bien, eso no es lo peor: sus creencias, su sensibilidad, sus negocios, son problemas para la casa real y para los críticos, desde miembros de la iglesia luterana a la cual pertenece, hasta cualquier persona.

Y yo, desde EL MUNDO DE LA REALEZA, mi columna, protesto. Creo firmemente en ella como mujer, princesa, porque es una persona que admiro y respeto, y no por sus creencias la gente deba de insultarla.

¿Por qué debemos faltarle al respeto si ella y su novio son seres humanos?

Admiro su fortaleza, sus ganas de vivir, su pasión por los caballos, lamento que se haya lastimado sus dedos de la mano al caerse de un caballo. Cada ser humano tenemos el derecho de tener libertad de expresión, de creencias, y no porque la gente sea diferente a uno en cuanto a esto, se le beba hostigar y repudiar.

Una mujer rechazada por ser mujer, una mujer rechazada por sus ideas debe de ser más fuerte ante esta adversidad. La princesa es fuerte, es feliz, ¿por qué debemos, sobre todo los medios, de amargarle la existencia?

Martha Luisa es un gran ser humano y por algo se enamoró de su novio. Por algo se divorció. Creo en ella, como escritora y periodista, la apoyo. Como mujer, la admiro. Debe y lo ha hecho, enfrentar las consecuencias de sus acciones.

No porque sea la hija de un rey debemos halagarla. Ha cometido errores, como su matrimonio fallido, aunque de ese amor que tuvo con Ari Behn nacieron tres hermosas hijas: sus “angelitos” a las que ha de querer mucho.

El rey Harald cierto, ha de tener dolor de cabeza, pero respeta como, la reina Sonia, las decisiones de sus dos hijos. Ellos, ambos soberanos, la han de aconsejar, y, sobretodo, de apoyar.

Sonia ya fue retratada cerca de Durek, el famoso novio. Es un apoyo incondicional a su hija. Y eso cuenta más que el rechazo para que Martha Luisa fuera heredera del trono. Al final de cuentas, ambos hermanos se quieren y se respetan. Haakon Magnus, le aconseja y le apoya también. Y usted ¿Qué opina?


EL RESPETO PARA LAS CREENCIAS DE LA REALEZA Y DE TODOS


Qué raro título dirán, amigos lectores, pero es que estoy muy preocupada por las críticas que se le hacen, por ejemplo, a Martha Luisa de Noruega. Sí, está enamorada de una persona que ella ve como su verdadero amor.

Ella también, siente que tiene un poder sensorial y también la agreden por eso. Yo creo que puedo protestar porque se da el caso de que hay videntes como ella en otros lados, pero ¿qué pasa?, ¿por qué la agreden?

Ella nació mujer, princesa y nieta de un rey e hija de un rey que la discriminaron por su sexo. Ella contestó una vez a una pregunta de un periodista sobre que su abuelo y padre la rechazaron como posible heredera, y dijo que se alegra de que su hermano menor, el príncipe Haakon, sea el heredero.

Bien, eso no es lo peor: sus creencias, su sensibilidad, sus negocios, son problemas para la casa real y para los críticos, desde miembros de la iglesia luterana a la cual pertenece, hasta cualquier persona.

Y yo, desde EL MUNDO DE LA REALEZA, mi columna, protesto. Creo firmemente en ella como mujer, princesa, porque es una persona que admiro y respeto, y no por sus creencias la gente deba de insultarla.

¿Por qué debemos faltarle al respeto si ella y su novio son seres humanos?

Admiro su fortaleza, sus ganas de vivir, su pasión por los caballos, lamento que se haya lastimado sus dedos de la mano al caerse de un caballo. Cada ser humano tenemos el derecho de tener libertad de expresión, de creencias, y no porque la gente sea diferente a uno en cuanto a esto, se le beba hostigar y repudiar.

Una mujer rechazada por ser mujer, una mujer rechazada por sus ideas debe de ser más fuerte ante esta adversidad. La princesa es fuerte, es feliz, ¿por qué debemos, sobre todo los medios, de amargarle la existencia?

Martha Luisa es un gran ser humano y por algo se enamoró de su novio. Por algo se divorció. Creo en ella, como escritora y periodista, la apoyo. Como mujer, la admiro. Debe y lo ha hecho, enfrentar las consecuencias de sus acciones.

No porque sea la hija de un rey debemos halagarla. Ha cometido errores, como su matrimonio fallido, aunque de ese amor que tuvo con Ari Behn nacieron tres hermosas hijas: sus “angelitos” a las que ha de querer mucho.

El rey Harald cierto, ha de tener dolor de cabeza, pero respeta como, la reina Sonia, las decisiones de sus dos hijos. Ellos, ambos soberanos, la han de aconsejar, y, sobretodo, de apoyar.

Sonia ya fue retratada cerca de Durek, el famoso novio. Es un apoyo incondicional a su hija. Y eso cuenta más que el rechazo para que Martha Luisa fuera heredera del trono. Al final de cuentas, ambos hermanos se quieren y se respetan. Haakon Magnus, le aconseja y le apoya también. Y usted ¿Qué opina?