/ sábado 29 de agosto de 2020

El regreso de Torquemada

La censura cabalga en medio de la hipocresía. Desde el púlpito de Palacio se insiste en que hay libertad de expresión, cuando los hechos confirman que es falso. El ataque a la revista Nexos debería ponernos a temblar a todos los críticos del Sistema, desde el momento en que es la prueba fehaciente, de las maniobras para silenciarnos.

Se desgañitan diciendo que no hay censura, cuando, recién empezó este Régimen, “salieron” de sus fuentes de trabajo connotados periodistas, de los que ejercen su actividad “sin pelos en la lengua”. El ejemplo más conocido es el de Carlos Loret de Mola.

También Brozo tuvo que dejar su programa radiofónico, en vista de las “hambrunas” a las que se ha sometido a los Medios, salvo a aquellos incondicionales y dispuestos a cortar cabezas, “sin que se los pidan desde las alturas”.

Es desde esas mismas “alturas”, desde las que se queman a periódicos, conductores, analistas, exponiéndolos al odio de una sociedad, a la que AMLO lleva años lavándole el cerebro, con la cantaleta de los “chayoteros”. Cualquiera que piense distinto está contra él y con ese razonamiento se denuesta, calumnia y difama, a quienes osan hacer públicas las inmensas contradicciones y errores.

En esta enmascarada persecución tomó la batuta la Secretaria de la Función Pública, asestándole a la revista Nexos, una multa exorbitante, de casi un millón de pesos, más la inhabilitación por dos años para tener el mínimo contrato proveniente de una institución gubernamental. El castigo es a nivel federal.

¿El pecado? Según la “ilustre dama” se falsificó un documento, en relación a una página de publicidad, que el IMSS le otorgó y por la que se pagaron 74 mil pesos, en 2018.

Tan clara la inquina contra la publicación, que la señora de Marras se dedicó a tuitearlo, haciendo comentarios nefastos, subjetivos y con el apoyo de uno de sus subordinados. La intencionalidad de coartar la libertad de expresión es manifiesta, con las actitudes de quien “exoneró” a Manuel Bartlett y otras gracejadas de semejantes tamaños, sin pudor ni ética de ninguna especie.

Nexos publicó, hace unos meses, un extraordinario reportaje, en el que se confirmaba que, el número de fallecidos por la pandemia del Covid es mucho más alto, de lo que afirman las cifras de López Gatell.

“Más grave”, para el autoritarismo vigente, el que, el director del medio –Héctor Aguilar Camín-, además de sus muchas críticas, apareciera como uno de los promotores a la creación de un bloque opositor unificado, a fin de dar pelea en las próximas elecciones y conseguir un equilibrio de Poderes (El que se ha perdido por el mayoriteo legislativo Morenaco y la sumisión del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, a AMLO).

Nexos no ha recibido un centavo de publicidad oficial, por lo que poco tendría que importarle la infamia en su contra. Pero, imposible dejar pasar el que se le inhabilite, lo que podría bloquear el patrocinio privado, tembloroso frente a los arranques del desaforado gurú y sus vergonzantes lacayos.

La libertad de expresión ha costado sangre, sudor y lágrimas, en este país en el que se ha tenido que dar una batalla férrea, para conseguirla. Está en grave peligro: desde una Secretaría de Estado, una “funcionaria” –que hizo trampa con su declaración patrimonial y no acaba de aclarar de dónde se hizo tan rica en propiedades- maquina una “histerieta” y golpea a un medio crítico.

¡Torquemada, de regreso!



catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


La censura cabalga en medio de la hipocresía. Desde el púlpito de Palacio se insiste en que hay libertad de expresión, cuando los hechos confirman que es falso. El ataque a la revista Nexos debería ponernos a temblar a todos los críticos del Sistema, desde el momento en que es la prueba fehaciente, de las maniobras para silenciarnos.

Se desgañitan diciendo que no hay censura, cuando, recién empezó este Régimen, “salieron” de sus fuentes de trabajo connotados periodistas, de los que ejercen su actividad “sin pelos en la lengua”. El ejemplo más conocido es el de Carlos Loret de Mola.

También Brozo tuvo que dejar su programa radiofónico, en vista de las “hambrunas” a las que se ha sometido a los Medios, salvo a aquellos incondicionales y dispuestos a cortar cabezas, “sin que se los pidan desde las alturas”.

Es desde esas mismas “alturas”, desde las que se queman a periódicos, conductores, analistas, exponiéndolos al odio de una sociedad, a la que AMLO lleva años lavándole el cerebro, con la cantaleta de los “chayoteros”. Cualquiera que piense distinto está contra él y con ese razonamiento se denuesta, calumnia y difama, a quienes osan hacer públicas las inmensas contradicciones y errores.

En esta enmascarada persecución tomó la batuta la Secretaria de la Función Pública, asestándole a la revista Nexos, una multa exorbitante, de casi un millón de pesos, más la inhabilitación por dos años para tener el mínimo contrato proveniente de una institución gubernamental. El castigo es a nivel federal.

¿El pecado? Según la “ilustre dama” se falsificó un documento, en relación a una página de publicidad, que el IMSS le otorgó y por la que se pagaron 74 mil pesos, en 2018.

Tan clara la inquina contra la publicación, que la señora de Marras se dedicó a tuitearlo, haciendo comentarios nefastos, subjetivos y con el apoyo de uno de sus subordinados. La intencionalidad de coartar la libertad de expresión es manifiesta, con las actitudes de quien “exoneró” a Manuel Bartlett y otras gracejadas de semejantes tamaños, sin pudor ni ética de ninguna especie.

Nexos publicó, hace unos meses, un extraordinario reportaje, en el que se confirmaba que, el número de fallecidos por la pandemia del Covid es mucho más alto, de lo que afirman las cifras de López Gatell.

“Más grave”, para el autoritarismo vigente, el que, el director del medio –Héctor Aguilar Camín-, además de sus muchas críticas, apareciera como uno de los promotores a la creación de un bloque opositor unificado, a fin de dar pelea en las próximas elecciones y conseguir un equilibrio de Poderes (El que se ha perdido por el mayoriteo legislativo Morenaco y la sumisión del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, a AMLO).

Nexos no ha recibido un centavo de publicidad oficial, por lo que poco tendría que importarle la infamia en su contra. Pero, imposible dejar pasar el que se le inhabilite, lo que podría bloquear el patrocinio privado, tembloroso frente a los arranques del desaforado gurú y sus vergonzantes lacayos.

La libertad de expresión ha costado sangre, sudor y lágrimas, en este país en el que se ha tenido que dar una batalla férrea, para conseguirla. Está en grave peligro: desde una Secretaría de Estado, una “funcionaria” –que hizo trampa con su declaración patrimonial y no acaba de aclarar de dónde se hizo tan rica en propiedades- maquina una “histerieta” y golpea a un medio crítico.

¡Torquemada, de regreso!



catalinanq@hotmail.com

@catalinanq