Petit cabaret: Historia de una mujer pequeña
Hugo Hernández
No sé cuánto mida, pero es pequeña, y además es delgada, mucho. Por ello, a primera vista no impacta. Sin embargo, apenas se sube a un escenario y crece enormidades.
Es como si los coturnos (especie de zapatos con mega plataformas que usaban los actores griegos para verse enormes) revivieran y agigantaran a Nora Huerta, quien en conjunto con Las reinas chulas, y en lo individual, crezca y crezca y crezca con cada nuevo espectáculo en el que participa y que hoy la colocan como una de las grandes, muy grandes, en el mundo del teatro cabaret.
En esta ocasión Nora triunfa con Petit Cabaret, espectáculo de su propia autoría, con el que se suma a los festejos por 20 años de trabajo conjunto con Marisol Gasé, Ana Francis Mor y Cecilia Sotres (Las reinas chulas) y que lamentablemente mañana lunes ofrece su última función en el foro A poco no, ubicado en la calle de Cuba, a espaldas del Teatro de la ciudad.
Aunque hay quien sigue pensado que el trabajo en el cabaret es fácil, que cualquiera pueda hacerlo, y que es resultado de la espontaneidad y la improvisación, la trayectoria de Nora es, con toda seguridad, la mejor prueba de que esto no es así.
Egresada de una de las escuelas de actuación más estrictas y prestigiadas de nuestro país (el Centro Universitario de Teatro) Nora tiene 20 años de trabajo que sustentan sus muchos logros.
Hizo sus pininos con tres grandes del mundo cabaretero: Tito Vasconcelos, Jesusa Rodriguez y Liliana Felipe, y luego ya en conjunto con Las reinas… ha escrito, dirigido, actuado y promovido infinidad de espectáculos como La banda de las recodas, Código Shakespeare, Pesadilla en la peña del infierno, Bailando con la más fea; y entre sus montajes en solitario destacan Paloma quéherida (sensacional), y Cucaracheando por un sueño, que dio pie a la serie televisiva Gregoria la cucaracha, que hizo una larga temporada en el canal 22.
Nora también ha incursionado y triunfado en el cine, en películas como Un monstruo de mil cabezas, Las oscuras primaveras, y Seguir viviendo, que le valió los premios Pantalla de cristal como Mejor actriz, y Ariel como revelación femenina.
Además, junto con sus cuatas chulas, recibió hace cuatro años de parte de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal la medalla al Mérito Artístico. Ha sido becaria del FONCA en dos ocasiones, y actualmente es parte del programa Creadores escénicos con trayectoria.
Hago este resumen de su larga y destacada trayectoria, porque Petit Cabaret, que debe regresar muy pronto a la cartelera, es una muestra de esa experiencia y preparación, construida a lo largo de dos décadas y que hoy le permite cosechar, para su público y para ella, una vivencia escénica emotiva, hilarante, conmovedora, pero sobre todo inteligente y propositiva.
Petit cabaret: Historia de una mujer pequeña no es resultado de una ocurrencia, sino un montaje en toda la extensión de la palabra: diseñado y llevado a escena con un planteamiento, desarrollo y un sorpresivo remate, totalmente congruente con sus cabaretescos objetivos.
Rodean a Nora los talentos de Juan Pablo Villa (dirección musical y diseño sonoro), Sharon Toribio (video), y Jonathan Corral (escenografía e iluminación), quienes sacan el mayor partido posible al diminuto espacio del foro A poco no.
Mañana lunes Petit cabaret cierra su temporada. Ojalá muy pronto esté de regreso. ¡Brindo porque así sea!