/ lunes 21 de febrero de 2022

Estados que definirán el mapa político rumbo a 2024

La semana pasada los precandidatos a la gubernatura de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas cerraron sus precampañas de cara a las elecciones estatales que se celebrarán el próximo 5 de junio. A diferencia del año pasado, en el proceso electoral 2022 sólo dos entidades que renovarán su gubernatura tendrán elecciones concurrentes, tal es el caso del Congreso local de Quintana Roo y las 39 presidencias municipales de Durango.

Como sabemos, las próximas elecciones ordinarias pueden cambiar el mapa político nacional, debido a que representan para Morena la oportunidad de ganar mayor peso a nivel regional o de la oposición para conservar sus gobiernos. Actualmente, el partido en el poder encabeza la gubernatura de 17 de los 32 estados del país. Un probable triunfo en las entidades donde comienza con una ventaja, le permitirá convertirse en la formación política con mayor fuerza territorial de cara a la sucesión presidencial de 2024.

Otra particularidad de esta elección es que las encuestas han sido un mecanismo de información imprescindible para la toma de decisiones. Hoy más que nunca, los partidos políticos utilizan esta herramienta de investigación para seleccionar a sus precandidatos mejor posicionados, conocer las necesidades y expectativas de los ciudadanos, o la aceptación y rechazo de los distintos gobiernos.

De vuelta al escenario electoral, un reto que enfrentan los gobernadores salientes es la reconfiguración de las alianzas que impulsaron sus gobiernos de coalición en 2016. Todo indica que en Quintana Roo el PAN y PRD refrendarán su alianza electoral, mientras que en Durango, el PRI se sumará a la coalición que busca contrarrestar el efecto de consolidación de Morena en el norte del país.

En Aguascalientes el bipartidismo entre PAN-PRI, que se ha extendido por dos décadas en la entidad, anticipa una resolución incierta. Oaxaca es una de las pocas entidades donde el PRI recuperó la gubernatura después del proceso de alternancia que vivió en 2010-2016. Por su parte, Hidalgo representa uno de los últimos bastiones priistas sin alternancia, junto con Coahuila y Estado de México que renovarán sus gubernaturas el próximo año.

Al analizar la dinámica regional de las contiendas, llama particularmente la atención el estado de Tamaulipas, punto estratégico para el comercio internacional y, junto con Quintana Roo, uno de los dos estados económicamente más importantes de las seis entidades que disputarán sus gubernaturas.

Las tendencias de las pasadas elecciones locales de 2021 en la entidad, nos muestran que Morena ganó las alcaldías de ciudades estratégicas como Altamira, Ciudad Madero, Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa y Victoria, además de obtener el triunfo en 16 de los 22 distritos locales. Actualmente, Morena gobierna la presidencia municipal del 70% de la lista nominal, en tanto que el PAN, 27%; PRI, 2% y candidatos independientes, 1%.

En línea con esta lectura, en Enkoll nos dimos a la tarea de realizar un estudio demoscópico a nivel estatal con una muestra de 1,203 entrevistas a ciudadanos con credencial de elector vigente, para determinar la intención de voto a la gubernatura y comprender las expectativas ciudadanas derivadas de los próximos comicios.

De acuerdo con los resultados que tienen un margen de error de alrededor de 2.8%, el morenista Américo Villarreal registra 60% de intención de voto en la preferencia efectiva, que se traduce en una ventaja de 28 puntos porcentuales en relación con el precandidato de la alianza PAN-PRI-PRD, César Augusto Verástegui con 32%, seguido por el emecista Arturo Diez Gutiérrez con 8%.

En el análisis de opinión sobre los partidos políticos, Morena apunta un saldo de opinión positivo de 62%, Movimiento Ciudadano registra un balance de 9%; PT, 5% y el Partido Verde, 4%. Los partidos que reciben más valoraciones negativas que positivas son el PAN con un balance de -7%; PRD, -15%, y PRI, -33%.

Ante estos resultados, se perfila que los principales obstáculos que enfrenta la alianza PAN, PRI y PRD a nivel local es el desgaste en la imagen de sus propias estructuras partidistas, además de la desaprobación a la gestión del gobernador que es del 57% y sólo una aprobación del 33% de los tamaulipecos.

En 2016, con Francisco Javier García Cabeza de Vaca como candidato, el PAN consiguió la alternancia en la gubernatura luego de más de ochenta años de gobiernos priistas. Actualmente, la actitud ciudadana nos muestra que un 76% de los tamaulipecos se posiciona a favor de un cambio de partido en el gobierno, frente al 17% que prefiere que siga gobernando el PAN.

Como se aprecia, durante este 2022 y 2023 los comicios estatales conformarán nuevos equilibrios en el mapa político de nuestro país. Los partidos de oposición tienen la oportunidad de fortalecerse mediante una agenda alternativa, en tanto que un posible triunfo del proyecto de nación que encabeza el presidente López Obrador se interpretará como un poderoso aval rumbo a la contienda por la sucesión presidencial en 2024.

La semana pasada los precandidatos a la gubernatura de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas cerraron sus precampañas de cara a las elecciones estatales que se celebrarán el próximo 5 de junio. A diferencia del año pasado, en el proceso electoral 2022 sólo dos entidades que renovarán su gubernatura tendrán elecciones concurrentes, tal es el caso del Congreso local de Quintana Roo y las 39 presidencias municipales de Durango.

Como sabemos, las próximas elecciones ordinarias pueden cambiar el mapa político nacional, debido a que representan para Morena la oportunidad de ganar mayor peso a nivel regional o de la oposición para conservar sus gobiernos. Actualmente, el partido en el poder encabeza la gubernatura de 17 de los 32 estados del país. Un probable triunfo en las entidades donde comienza con una ventaja, le permitirá convertirse en la formación política con mayor fuerza territorial de cara a la sucesión presidencial de 2024.

Otra particularidad de esta elección es que las encuestas han sido un mecanismo de información imprescindible para la toma de decisiones. Hoy más que nunca, los partidos políticos utilizan esta herramienta de investigación para seleccionar a sus precandidatos mejor posicionados, conocer las necesidades y expectativas de los ciudadanos, o la aceptación y rechazo de los distintos gobiernos.

De vuelta al escenario electoral, un reto que enfrentan los gobernadores salientes es la reconfiguración de las alianzas que impulsaron sus gobiernos de coalición en 2016. Todo indica que en Quintana Roo el PAN y PRD refrendarán su alianza electoral, mientras que en Durango, el PRI se sumará a la coalición que busca contrarrestar el efecto de consolidación de Morena en el norte del país.

En Aguascalientes el bipartidismo entre PAN-PRI, que se ha extendido por dos décadas en la entidad, anticipa una resolución incierta. Oaxaca es una de las pocas entidades donde el PRI recuperó la gubernatura después del proceso de alternancia que vivió en 2010-2016. Por su parte, Hidalgo representa uno de los últimos bastiones priistas sin alternancia, junto con Coahuila y Estado de México que renovarán sus gubernaturas el próximo año.

Al analizar la dinámica regional de las contiendas, llama particularmente la atención el estado de Tamaulipas, punto estratégico para el comercio internacional y, junto con Quintana Roo, uno de los dos estados económicamente más importantes de las seis entidades que disputarán sus gubernaturas.

Las tendencias de las pasadas elecciones locales de 2021 en la entidad, nos muestran que Morena ganó las alcaldías de ciudades estratégicas como Altamira, Ciudad Madero, Matamoros, Nuevo Laredo, Reynosa y Victoria, además de obtener el triunfo en 16 de los 22 distritos locales. Actualmente, Morena gobierna la presidencia municipal del 70% de la lista nominal, en tanto que el PAN, 27%; PRI, 2% y candidatos independientes, 1%.

En línea con esta lectura, en Enkoll nos dimos a la tarea de realizar un estudio demoscópico a nivel estatal con una muestra de 1,203 entrevistas a ciudadanos con credencial de elector vigente, para determinar la intención de voto a la gubernatura y comprender las expectativas ciudadanas derivadas de los próximos comicios.

De acuerdo con los resultados que tienen un margen de error de alrededor de 2.8%, el morenista Américo Villarreal registra 60% de intención de voto en la preferencia efectiva, que se traduce en una ventaja de 28 puntos porcentuales en relación con el precandidato de la alianza PAN-PRI-PRD, César Augusto Verástegui con 32%, seguido por el emecista Arturo Diez Gutiérrez con 8%.

En el análisis de opinión sobre los partidos políticos, Morena apunta un saldo de opinión positivo de 62%, Movimiento Ciudadano registra un balance de 9%; PT, 5% y el Partido Verde, 4%. Los partidos que reciben más valoraciones negativas que positivas son el PAN con un balance de -7%; PRD, -15%, y PRI, -33%.

Ante estos resultados, se perfila que los principales obstáculos que enfrenta la alianza PAN, PRI y PRD a nivel local es el desgaste en la imagen de sus propias estructuras partidistas, además de la desaprobación a la gestión del gobernador que es del 57% y sólo una aprobación del 33% de los tamaulipecos.

En 2016, con Francisco Javier García Cabeza de Vaca como candidato, el PAN consiguió la alternancia en la gubernatura luego de más de ochenta años de gobiernos priistas. Actualmente, la actitud ciudadana nos muestra que un 76% de los tamaulipecos se posiciona a favor de un cambio de partido en el gobierno, frente al 17% que prefiere que siga gobernando el PAN.

Como se aprecia, durante este 2022 y 2023 los comicios estatales conformarán nuevos equilibrios en el mapa político de nuestro país. Los partidos de oposición tienen la oportunidad de fortalecerse mediante una agenda alternativa, en tanto que un posible triunfo del proyecto de nación que encabeza el presidente López Obrador se interpretará como un poderoso aval rumbo a la contienda por la sucesión presidencial en 2024.