/ sábado 23 de junio de 2018

La moviola

Gerardo Gil Ballesteros

@lamoviola

Cuando despertó, el dinosaurio…

El dinosaurio sigue allí y hay que concederle a Jurassic World: El reino caído (J.A Bayona,2018) formar parte de una franquicia que ya tiene más de dos décadas, que en medio de cambios en la industria hollywoodense, sobre todo en cuanto a contenidos se refiere, la idea de un T-rex y compañía que quieren almorzarse por igual a niños, niñas y héroes arquetípicos cinematográficos, mantiene un encanto particular, casi exclusivo y que sostiene todo el numerito: el de la nostalgia.

La franquicia, a estas alturas, se dirige por igual al chavorruco, cada vez más dinosáurico que todos llevamos dentro y a un público mucho más joven. Unaprueba de esta apuesta es que la dirección recae en el barcelonés Juan Antonio Bayona, nacido en 1975 y por la tanto, adolescente en 1993, cuando se estrenó el primer filme: Parque Jurásico (Steven Spielberg,1993). Lo he escrito en otras ocasiones: Mi madre una vez me dijo: El cine, es una caja de referencias: Nunca sabes, cuándo te va a tocar una.

Nostalgia que no alcanza para cohesionar un relato que ya luce desgastado y que deja en general de explorar temas que se planteaban en la historia original: la novela de Michael Crichton publicada en 1990.

El guión de Colin Trevorrow, nacido en 1976 y quien tiene prometida la dirección de la siguiente entrega de Jurassic, programada para 2021, es casi un exclusivo montaje de, algunas eso sí, buenas escenas de acción y un conflicto visto hasta el infinito y más allá, en los anteriores filmes.

Si en 1990, Crichton planteó una historia de Ciencia ficción y fantasía con discursillo ético incluido y que es el tono que hasta entonces había seguido su obra, basta citar Congo escrita en 1980 y con una adaptación cinematográficadirigida por Frank Marshall, el guión de Trevorrow y la dirección de Bayona, incurren incluso en un subtrama telenovelero con niñita huérfana incluida. Por cierto, Crichton primero ofreció su novela a Joe Dante y luego a Spielberg, quien le imprimió su estilo.

En realidad, todo se reduce a lo siguiente: La millennial compulsiva de toda buena causa Claire (Bryce Dallas Howard), recibe la invitación del millonario Benjamin Lockwood (James Cromwell), vía el amabilísimo Ellis (Rafe Spall), para rescatar a un grupo de dinosaurios. La chica recurre al renegado Owen (Chris Pratt), quien además quiere recuperar a Blue, su amada dinosauria perdida.

Lockwood tiene una nieta de diez años, Maisie (Isabelle Sermón), quien será la encargada de pegar sendos gritotes, mientras la persiguen lagartijos malhumorados. Por ahí aparece Geraldin Chaplin, lo mejor del filme.

Y así, todo está dado para una entrega más de la franquicia.


Gerardo Gil Ballesteros

@lamoviola

Cuando despertó, el dinosaurio…

El dinosaurio sigue allí y hay que concederle a Jurassic World: El reino caído (J.A Bayona,2018) formar parte de una franquicia que ya tiene más de dos décadas, que en medio de cambios en la industria hollywoodense, sobre todo en cuanto a contenidos se refiere, la idea de un T-rex y compañía que quieren almorzarse por igual a niños, niñas y héroes arquetípicos cinematográficos, mantiene un encanto particular, casi exclusivo y que sostiene todo el numerito: el de la nostalgia.

La franquicia, a estas alturas, se dirige por igual al chavorruco, cada vez más dinosáurico que todos llevamos dentro y a un público mucho más joven. Unaprueba de esta apuesta es que la dirección recae en el barcelonés Juan Antonio Bayona, nacido en 1975 y por la tanto, adolescente en 1993, cuando se estrenó el primer filme: Parque Jurásico (Steven Spielberg,1993). Lo he escrito en otras ocasiones: Mi madre una vez me dijo: El cine, es una caja de referencias: Nunca sabes, cuándo te va a tocar una.

Nostalgia que no alcanza para cohesionar un relato que ya luce desgastado y que deja en general de explorar temas que se planteaban en la historia original: la novela de Michael Crichton publicada en 1990.

El guión de Colin Trevorrow, nacido en 1976 y quien tiene prometida la dirección de la siguiente entrega de Jurassic, programada para 2021, es casi un exclusivo montaje de, algunas eso sí, buenas escenas de acción y un conflicto visto hasta el infinito y más allá, en los anteriores filmes.

Si en 1990, Crichton planteó una historia de Ciencia ficción y fantasía con discursillo ético incluido y que es el tono que hasta entonces había seguido su obra, basta citar Congo escrita en 1980 y con una adaptación cinematográficadirigida por Frank Marshall, el guión de Trevorrow y la dirección de Bayona, incurren incluso en un subtrama telenovelero con niñita huérfana incluida. Por cierto, Crichton primero ofreció su novela a Joe Dante y luego a Spielberg, quien le imprimió su estilo.

En realidad, todo se reduce a lo siguiente: La millennial compulsiva de toda buena causa Claire (Bryce Dallas Howard), recibe la invitación del millonario Benjamin Lockwood (James Cromwell), vía el amabilísimo Ellis (Rafe Spall), para rescatar a un grupo de dinosaurios. La chica recurre al renegado Owen (Chris Pratt), quien además quiere recuperar a Blue, su amada dinosauria perdida.

Lockwood tiene una nieta de diez años, Maisie (Isabelle Sermón), quien será la encargada de pegar sendos gritotes, mientras la persiguen lagartijos malhumorados. Por ahí aparece Geraldin Chaplin, lo mejor del filme.

Y así, todo está dado para una entrega más de la franquicia.


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