/ viernes 11 de junio de 2021

Los saldos de la elección

Qué tiempos tan interesantes nos han tocado vivir. Estas elecciones llenas de particularidades continúan, con acento en los resultados y la interpretación de éstos, con especial atención el tono en el que muchos analistas han manejado los comicios donde pareciera que no haber sido atropellados fuera un logro, cuando todas las fuerzas que dominaban hasta hace muy pocos años solo tienen tropiezos y restos que no alcanzan para tener mayoría en el Congreso, frente a un partido político que en la elección intermedia anterior tenía su debut.

Recordemos que la elección de 2015 fue la primera vez donde participó MORENA como partido político y en los últimos años no solo ha obtenido la Presidencia, mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado, hoy también logra obtener gubernaturas y Congresos locales. No creo que la oposición de hoy que durante más de 80 años gobernó el país, tenga muchos motivos para llenar sus voces de júbilo.

Es de destacarse también de lo que no se habla, y es que el Presidente ha cumplido su palabra al no interveni, como era práctica común en el pasado, en las elecciones destinando fondos y utilizando programas federales. Ha reconocido los resultados, ha demostrado y logrado una gobernabilidad electoral que no existía, basada en la ética, en la posición política y no en el reparto faccioso del presupuesto. Asimismo no se perciben como antes denuncias electorales por recursos públicos, lo que constituye en sí mismo una transformación histórica.

Ahora ya pasó el momento electoral y debe ser tiempo de una reconciliación productiva en la cual se puedan lograr acuerdos para salir adelante. Es necesario que se logren mayorías, pero no solo por el peso del número de votos, también por el de las razones y la capacidad de convencer a quienes no comparten las ideas de la conveniencia nacional del proyecto de transformación incluyente, con una base histórica sólida, pertinente y congruente, con la potencia de decisiones en consenso y de la convicción. Éste será sin duda unas de las herramientas más contundentes para combatir la pobreza, lograr el crecimiento y tener más seguridad; una confrontación de largo plazo podría generar estancamiento e inmovilidad. El saldo más importante de la elección, debe ser la posibilidad de una transformación nacional para la prosperidad y el bienestar. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez

Qué tiempos tan interesantes nos han tocado vivir. Estas elecciones llenas de particularidades continúan, con acento en los resultados y la interpretación de éstos, con especial atención el tono en el que muchos analistas han manejado los comicios donde pareciera que no haber sido atropellados fuera un logro, cuando todas las fuerzas que dominaban hasta hace muy pocos años solo tienen tropiezos y restos que no alcanzan para tener mayoría en el Congreso, frente a un partido político que en la elección intermedia anterior tenía su debut.

Recordemos que la elección de 2015 fue la primera vez donde participó MORENA como partido político y en los últimos años no solo ha obtenido la Presidencia, mayoría en la Cámara de Diputados y el Senado, hoy también logra obtener gubernaturas y Congresos locales. No creo que la oposición de hoy que durante más de 80 años gobernó el país, tenga muchos motivos para llenar sus voces de júbilo.

Es de destacarse también de lo que no se habla, y es que el Presidente ha cumplido su palabra al no interveni, como era práctica común en el pasado, en las elecciones destinando fondos y utilizando programas federales. Ha reconocido los resultados, ha demostrado y logrado una gobernabilidad electoral que no existía, basada en la ética, en la posición política y no en el reparto faccioso del presupuesto. Asimismo no se perciben como antes denuncias electorales por recursos públicos, lo que constituye en sí mismo una transformación histórica.

Ahora ya pasó el momento electoral y debe ser tiempo de una reconciliación productiva en la cual se puedan lograr acuerdos para salir adelante. Es necesario que se logren mayorías, pero no solo por el peso del número de votos, también por el de las razones y la capacidad de convencer a quienes no comparten las ideas de la conveniencia nacional del proyecto de transformación incluyente, con una base histórica sólida, pertinente y congruente, con la potencia de decisiones en consenso y de la convicción. Éste será sin duda unas de las herramientas más contundentes para combatir la pobreza, lograr el crecimiento y tener más seguridad; una confrontación de largo plazo podría generar estancamiento e inmovilidad. El saldo más importante de la elección, debe ser la posibilidad de una transformación nacional para la prosperidad y el bienestar. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez