/ jueves 4 de abril de 2019

Mafiosos, ¡conviértanse!

El 95% de los mexicanos dice creer en Dios, según la Encuesta mundial de valores, que reseña el periódico nacional El Financiero, en su edición del 22 de marzo. El 90% afirma que hace rezos u oraciones en algún momento. El 75% considera que la religión es muy o algo importante en su vida. El 62% reza de manera más o menos frecuente. El 60% asiste a servicios religiosos por lo menos una vez al mes. El 43% asiste por lo menos una vez a la semana. Si esto es así, ¿cómo se explica que haya tanta violencia, extorsiones, secuestros, asesinatos, robos, narcotráfico, corrupción, inseguridad, huachicoleo, etc.?

Otra encuesta revela que, entre las cincuenta ciudades más violentas del mundo, hay catorce mexicanas, encabezadas por Tijuana y Acapulco; le siguen Ciudad Victoria, Ciudad Juárez e Irapuato. Después, Cancún, Culiacán, Uruapan, Ciudad Obregón, Coatzacoalcos, Celaya, Ensenada, Tepic y Reynosa. Esto es una contradicción con el hecho de que la mayoría decimos ser creyentes.

Algunos Estados donde hay más narcotráfico y grupos delincuenciales, son los de mayor porcentaje católico. Es común que narcotraficantes, extorsionadores, secuestradores, ladrones y otros delincuentes usen imágenes religiosas. Hay políticos, legisladores, gobernantes, empresarios, artistas, comunicadores, deportistas, que llevan en su cartera, o debajo de su ropa, una imagen católica, pero se comportan como cualquier pagano.

Las mafias pueden estar en todas partes, no sólo entre los narcos. Hay mafias en la política, en el deporte, en el magisterio, en grupos de poder económico, etc. También las puede haber en un partido hegemónico, bajo las órdenes de un mandante impositivo, pues si no haces como él decide, te quedas sin parte en el pastel; o entre quienes se organizan para imponer una ideología.

Estos datos, ¿qué tipo de catolicismo revelan? ¿No será tiempo de conversión, en esta Cuaresma?

PENSAR

En Palermo, Sicilia, dijo el Papa Francisco: “No puedes creer en Dios y odiar a tu hermano, quitar la vida con odio. La Biblia recuerda esto: ‘Si uno dice: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, es un mentiroso’ (1 Jn 4,20). Un mentiroso, porque desmiente la fe que dice que tiene, la fe que profesa Dios-Amor. El amor de Dios repudia toda violencia y ama a todos los hombres. Por lo tanto, la palabra odio debe ser borrada de la vida cristiana; por eso, uno no puede creer en Dios y maltratar a su hermano. No se puede creer en Dios y ser mafioso. El mafioso no vive como cristiano, porque blasfema con su vida el nombre de Dios-Amor. Hoy necesitamos hombres y mujeres de amor, no hombres y mujeres de honor; de servicio, no de dominio. Tenemos necesidad de caminar juntos, no de perseguir el poder. Si la letanía de la mafia es: ‘Tú no sabes quién soy yo’, la cristiana es: ‘Yo te necesito’. Si la amenaza mafiosa es: ‘Me la pagarás’, la oración cristiana es: ‘Señor, ayúdame a amar’. Por eso, digo a los mafiosos: ¡Cambiad, hermanos y hermanas! Dejad de pensar en vosotros y en vuestro dinero. Sabéis, sabéis que el sudario no tiene bolsillos. No podéis llevaros nada. ¡Convertíos al verdadero Dios de Jesucristo, queridos hermanos y hermanas! Os digo a vosotros, mafiosos: Si no lo hacéis, vuestra vida se perderá y será la peor de las derrotas” (15-IX-2018).

ACTUAR

En vez de sólo juzgar y condenar a los demás, al sistema, al gobierno, a las iglesias, cada quien veamos en qué debemos cambiar; qué actitudes son contrarias a la fe, al camino de Jesús. Muramos a nuestros pecados, para resucitar con Cristo a una vida nueva.

Obispo Emérito de SCLC

El 95% de los mexicanos dice creer en Dios, según la Encuesta mundial de valores, que reseña el periódico nacional El Financiero, en su edición del 22 de marzo. El 90% afirma que hace rezos u oraciones en algún momento. El 75% considera que la religión es muy o algo importante en su vida. El 62% reza de manera más o menos frecuente. El 60% asiste a servicios religiosos por lo menos una vez al mes. El 43% asiste por lo menos una vez a la semana. Si esto es así, ¿cómo se explica que haya tanta violencia, extorsiones, secuestros, asesinatos, robos, narcotráfico, corrupción, inseguridad, huachicoleo, etc.?

Otra encuesta revela que, entre las cincuenta ciudades más violentas del mundo, hay catorce mexicanas, encabezadas por Tijuana y Acapulco; le siguen Ciudad Victoria, Ciudad Juárez e Irapuato. Después, Cancún, Culiacán, Uruapan, Ciudad Obregón, Coatzacoalcos, Celaya, Ensenada, Tepic y Reynosa. Esto es una contradicción con el hecho de que la mayoría decimos ser creyentes.

Algunos Estados donde hay más narcotráfico y grupos delincuenciales, son los de mayor porcentaje católico. Es común que narcotraficantes, extorsionadores, secuestradores, ladrones y otros delincuentes usen imágenes religiosas. Hay políticos, legisladores, gobernantes, empresarios, artistas, comunicadores, deportistas, que llevan en su cartera, o debajo de su ropa, una imagen católica, pero se comportan como cualquier pagano.

Las mafias pueden estar en todas partes, no sólo entre los narcos. Hay mafias en la política, en el deporte, en el magisterio, en grupos de poder económico, etc. También las puede haber en un partido hegemónico, bajo las órdenes de un mandante impositivo, pues si no haces como él decide, te quedas sin parte en el pastel; o entre quienes se organizan para imponer una ideología.

Estos datos, ¿qué tipo de catolicismo revelan? ¿No será tiempo de conversión, en esta Cuaresma?

PENSAR

En Palermo, Sicilia, dijo el Papa Francisco: “No puedes creer en Dios y odiar a tu hermano, quitar la vida con odio. La Biblia recuerda esto: ‘Si uno dice: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, es un mentiroso’ (1 Jn 4,20). Un mentiroso, porque desmiente la fe que dice que tiene, la fe que profesa Dios-Amor. El amor de Dios repudia toda violencia y ama a todos los hombres. Por lo tanto, la palabra odio debe ser borrada de la vida cristiana; por eso, uno no puede creer en Dios y maltratar a su hermano. No se puede creer en Dios y ser mafioso. El mafioso no vive como cristiano, porque blasfema con su vida el nombre de Dios-Amor. Hoy necesitamos hombres y mujeres de amor, no hombres y mujeres de honor; de servicio, no de dominio. Tenemos necesidad de caminar juntos, no de perseguir el poder. Si la letanía de la mafia es: ‘Tú no sabes quién soy yo’, la cristiana es: ‘Yo te necesito’. Si la amenaza mafiosa es: ‘Me la pagarás’, la oración cristiana es: ‘Señor, ayúdame a amar’. Por eso, digo a los mafiosos: ¡Cambiad, hermanos y hermanas! Dejad de pensar en vosotros y en vuestro dinero. Sabéis, sabéis que el sudario no tiene bolsillos. No podéis llevaros nada. ¡Convertíos al verdadero Dios de Jesucristo, queridos hermanos y hermanas! Os digo a vosotros, mafiosos: Si no lo hacéis, vuestra vida se perderá y será la peor de las derrotas” (15-IX-2018).

ACTUAR

En vez de sólo juzgar y condenar a los demás, al sistema, al gobierno, a las iglesias, cada quien veamos en qué debemos cambiar; qué actitudes son contrarias a la fe, al camino de Jesús. Muramos a nuestros pecados, para resucitar con Cristo a una vida nueva.

Obispo Emérito de SCLC