/ viernes 29 de noviembre de 2019

Narcoterrorismo

México tiene una larga historia en defensa de su soberanía, muchas veces frente a hechos que no se justificaban en la realidad, pero que las potencias extranjeras la usaron para poner un pie en el país.

La historia de México tiene muchos casos: la Guerra de los Pasteles de 1838, derivada de una indemnización de una pastelería en Tacubaya que terminó en la intervención francesa; la invasión de Estados Unidos a México en el 46, bajo una premisa tampoco necesariamente cierta, en la que sangre estadounidense había sido derramada en suelo norteamericano cuando la verdad es que ellos atacaron las posiciones mexicanas sin razón; o la Expedición Punitiva, donde 10 mil soldados al mando del general John J. Pershing invadieron la República Mexicana bajo el pretexto de perseguir a Francisco Villa.

Todo esto viene a colación porque hay una nueva tentación disfrazada de querer declarar a los narcotraficantes como terroristas. El tema no es anecdótico, haría un cambio completo en la relación y en el marco jurídico, significaría pasar del Código Penal al Acta Patriótica, lo cual daría poderes extraordinarios en el combate al narcotráfico pero también la violación del derecho internacional, del constitucional de Estados Unidos y el mexicano, además de eliminar limitaciones al ejercito norteamericano y sus órganos de inteligencia. La recopilación masiva de datos a residentes de Estados Unidos y México, es la base de una intervención más agresiva.

En síntesis, en otro momento parecería descabellado, Trump lleva tiempo buscando un enemigo, ha pasado desde Groelandia hasta países árabes y China. Hoy pareciera que regresa a su rival favorito, México, pero con nuevos argumentos. Ya no se tratará del muro, se tratará del ataque duro al narcotráfico mexicano, que pudiera ser más rentable electoralmente que sus estrategias anteriores.

El narcotráfico representa un gran problema, es la debilidad del Estado mexicano, sin duda, los mexicanos vivimos con miedo, pero los narcos son delincuentes, no terroristas, su móvil es completamente económico, la rentabilidad, no tienen ni han tenido una reivindicación política, darles este carácter no solo enrarecería la relación México-Estados Unidos, implicaría trastocar todos los ejes de la vida pública.

Twitter: @LuisH_Fernandez

México tiene una larga historia en defensa de su soberanía, muchas veces frente a hechos que no se justificaban en la realidad, pero que las potencias extranjeras la usaron para poner un pie en el país.

La historia de México tiene muchos casos: la Guerra de los Pasteles de 1838, derivada de una indemnización de una pastelería en Tacubaya que terminó en la intervención francesa; la invasión de Estados Unidos a México en el 46, bajo una premisa tampoco necesariamente cierta, en la que sangre estadounidense había sido derramada en suelo norteamericano cuando la verdad es que ellos atacaron las posiciones mexicanas sin razón; o la Expedición Punitiva, donde 10 mil soldados al mando del general John J. Pershing invadieron la República Mexicana bajo el pretexto de perseguir a Francisco Villa.

Todo esto viene a colación porque hay una nueva tentación disfrazada de querer declarar a los narcotraficantes como terroristas. El tema no es anecdótico, haría un cambio completo en la relación y en el marco jurídico, significaría pasar del Código Penal al Acta Patriótica, lo cual daría poderes extraordinarios en el combate al narcotráfico pero también la violación del derecho internacional, del constitucional de Estados Unidos y el mexicano, además de eliminar limitaciones al ejercito norteamericano y sus órganos de inteligencia. La recopilación masiva de datos a residentes de Estados Unidos y México, es la base de una intervención más agresiva.

En síntesis, en otro momento parecería descabellado, Trump lleva tiempo buscando un enemigo, ha pasado desde Groelandia hasta países árabes y China. Hoy pareciera que regresa a su rival favorito, México, pero con nuevos argumentos. Ya no se tratará del muro, se tratará del ataque duro al narcotráfico mexicano, que pudiera ser más rentable electoralmente que sus estrategias anteriores.

El narcotráfico representa un gran problema, es la debilidad del Estado mexicano, sin duda, los mexicanos vivimos con miedo, pero los narcos son delincuentes, no terroristas, su móvil es completamente económico, la rentabilidad, no tienen ni han tenido una reivindicación política, darles este carácter no solo enrarecería la relación México-Estados Unidos, implicaría trastocar todos los ejes de la vida pública.

Twitter: @LuisH_Fernandez