/ miércoles 15 de septiembre de 2021

¿Patriotas o patrioteros?

Hay una gran diferencia entre quien siente y ejerce identidad con la patria y quien ondea una banderita y grita, a todo pulmón, ¡Viva México!, sin conocer el significado del concepto.

Los distintos gobiernos se han encargado de exacerbar pasiones ficticias por el terruño y crean héroes de patas de lodo, que caen en cuanto aparece el siguiente Régimen. Usan la historia a su conveniencia y antojo, dándole un tinte político. AMLO entra de lleno al “revisionismo histórico” y resurge la socorrida narrativa de la Conquista, a la que incluso, le cambia el nombre por el de “Resistencia”.

Viene la confrontación con España y su Rey actual, a quienes exige que se disculpen por los horrores de aquellos sus antepasados y pone en peligro hasta las relaciones comerciales, tildando de corruptas a las empresas hispanas que han hecho grandes inversiones en México.

La respuesta fue una carcajada de quien argumentó que poco tenían que ver con lo ocurrido hace cinco siglos, por lo que pedir cuentas en la actualidad, resulta por demás extemporáneo. La cantaleta del tabasqueño persiste, en última instancia, como todo buen populista, inventándose enemigos fantasmas que distraen de los problemas reales.

A la voz de su amo, la sumisa esclava que preside a la CDMX, Claudia Sheinbaum, empezó por cambiar el nombre de Puente de Alvarado y del árbol de la Noche Triste, para después deshacer el monumento escultórico de la Glorieta de Colón.

A la basura fue a dar la escultura del francés Cordier, que adornaba el Paseo de la Reforma, desde 1877 y la de los misioneros que la rodeaban. Con los aspavientos prepotentes y soberbios, que la caracterizan, declaró que se había comisionado al escultor Pedro Reyes, para que se sustituyera por la de una mujer indígena.

Y apareció el adefesio de una cabeza con un rostro de rasgos entre africanos y alienígenas, que paró de cabeza a las redes sociales, en rechazo a semejante mamarrachada. El desconocido hacedor del estropicio, buscó justificarse con explicaciones que ni al caso. De Pedro Reyes, la verdad sea dicha, poco se conoce como exponente de las bellas artes y menos de obras de su autoría.

¿Y la estética de la Avenida emblema y orgullo de la Capital? A la susodicha se ve que le importa un bledo y menos la opinión de quienes tienen el reconocimiento académico para dar opiniones válidas en el tema.

Consultan estulticia y media, para destruir proyectos de avanzada, pero no atienden a las voces que demandan atención a los problemas, menos circo y más resultados.

La investigación sobre la causa de la tragedia de la Línea 12, resulta un fiasco. Ni se señalan responsables, ni se revela la verdad. Se solapa a la consentida de Palacio y a sus antecesores.

¿Y de celebrar la Independencia? El festejo será para el repudiado Presidente de Cuba, a quien se invita como celebridad y a los “hermanos” de Venezuela y Rusia, como si fuéramos parte de un bloque dictatorial que enfanga al globo terráqueo. ¿O será que sí somos y no nos hemos dado cuenta?

Los morenacos se escandalizan de la venida del líder del partido ultraderechista, Vox, mientras convidan a un personaje al que el pueblo cubano no eligió. Los extremos se tocan: tan malo uno como el otro.

Fantochadas en medio de tragedias por los huracanes, el temblor y el desgajamiento del Cerro del Chiquihuite, aunque, según el tabasqueño, ya están atendidos. ¡Que se lo pregunten a damnificados y víctimas!

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

Hay una gran diferencia entre quien siente y ejerce identidad con la patria y quien ondea una banderita y grita, a todo pulmón, ¡Viva México!, sin conocer el significado del concepto.

Los distintos gobiernos se han encargado de exacerbar pasiones ficticias por el terruño y crean héroes de patas de lodo, que caen en cuanto aparece el siguiente Régimen. Usan la historia a su conveniencia y antojo, dándole un tinte político. AMLO entra de lleno al “revisionismo histórico” y resurge la socorrida narrativa de la Conquista, a la que incluso, le cambia el nombre por el de “Resistencia”.

Viene la confrontación con España y su Rey actual, a quienes exige que se disculpen por los horrores de aquellos sus antepasados y pone en peligro hasta las relaciones comerciales, tildando de corruptas a las empresas hispanas que han hecho grandes inversiones en México.

La respuesta fue una carcajada de quien argumentó que poco tenían que ver con lo ocurrido hace cinco siglos, por lo que pedir cuentas en la actualidad, resulta por demás extemporáneo. La cantaleta del tabasqueño persiste, en última instancia, como todo buen populista, inventándose enemigos fantasmas que distraen de los problemas reales.

A la voz de su amo, la sumisa esclava que preside a la CDMX, Claudia Sheinbaum, empezó por cambiar el nombre de Puente de Alvarado y del árbol de la Noche Triste, para después deshacer el monumento escultórico de la Glorieta de Colón.

A la basura fue a dar la escultura del francés Cordier, que adornaba el Paseo de la Reforma, desde 1877 y la de los misioneros que la rodeaban. Con los aspavientos prepotentes y soberbios, que la caracterizan, declaró que se había comisionado al escultor Pedro Reyes, para que se sustituyera por la de una mujer indígena.

Y apareció el adefesio de una cabeza con un rostro de rasgos entre africanos y alienígenas, que paró de cabeza a las redes sociales, en rechazo a semejante mamarrachada. El desconocido hacedor del estropicio, buscó justificarse con explicaciones que ni al caso. De Pedro Reyes, la verdad sea dicha, poco se conoce como exponente de las bellas artes y menos de obras de su autoría.

¿Y la estética de la Avenida emblema y orgullo de la Capital? A la susodicha se ve que le importa un bledo y menos la opinión de quienes tienen el reconocimiento académico para dar opiniones válidas en el tema.

Consultan estulticia y media, para destruir proyectos de avanzada, pero no atienden a las voces que demandan atención a los problemas, menos circo y más resultados.

La investigación sobre la causa de la tragedia de la Línea 12, resulta un fiasco. Ni se señalan responsables, ni se revela la verdad. Se solapa a la consentida de Palacio y a sus antecesores.

¿Y de celebrar la Independencia? El festejo será para el repudiado Presidente de Cuba, a quien se invita como celebridad y a los “hermanos” de Venezuela y Rusia, como si fuéramos parte de un bloque dictatorial que enfanga al globo terráqueo. ¿O será que sí somos y no nos hemos dado cuenta?

Los morenacos se escandalizan de la venida del líder del partido ultraderechista, Vox, mientras convidan a un personaje al que el pueblo cubano no eligió. Los extremos se tocan: tan malo uno como el otro.

Fantochadas en medio de tragedias por los huracanes, el temblor y el desgajamiento del Cerro del Chiquihuite, aunque, según el tabasqueño, ya están atendidos. ¡Que se lo pregunten a damnificados y víctimas!

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq