/ sábado 10 de julio de 2021

Regreso a clases, gran reto de la era post covid-19

En la medida en que avanzan las jornadas de vacunación en México, que han llevado a que, en el momento de escribir estas líneas, ya más de un 30 por ciento de la población, tenga al menos una dosis de éstas, vamos viendo con mayor amplitud los retos que tenemos en frente, en lo que vemos ya como la era posterior a la pandemia del covid-19.

Uno de los mayores desafíos del momento histórico que de alguna forma estamos ya viviendo y de alguna forma, apenas vislumbrando, es el que tiene que ver con la educación, tanto en función de perfeccionar alternativas para mantener algunos de sus modelos en línea, como en cuanto a lo que ya preparamos para dirigirnos hacia el regreso a clases presenciales.

En los últimos meses, pudimos ver, como incluso en algunas de las naciones con mayor desarrollo a nivel mundial, hicieron intentos por reabrir las clases en los planteles escolares y universitarios, y ante ello enfrentaron problemas de todo tipo, pero especialmente los relacionados a contagios que provenían de las aulas.

En México, para abordar este gran reto, se pensó en dos grandes aspectos: uno, la endeble expectativa de que entre niños y adolescentes hay menores posibilidades de contagio y si este ocurre, no se veía la alternativa de que se desarrollaran síntomas graves en los menores. Pero si bien, era menos factible que ocurriera, llevando a los estudiantes a las aulas, su exposición era mucho mayor, lo que finalmente se reflejaba en casos.

Están por otra parte los maestros, que fueron inoculados con la vacuna china de la firma farmacéutica CanSino Biologics, cuya aplicación se facilitaba por el hecho de requerir una sola dosis. El problema de este biológico, es que presentaba menores índices de efectividad que las de dos dosis, además de todavía no ser aprobada en varios de los países con los que México tiene una mayor relación, como ocurre con los de la Unión Europea.

Lo mencionado, colocaba en un considerable margen de riesgo a los docentes, al tiempo que aunque los protegiera del virus, no impide que lo porten, lo que terminaba por hacerlos, potenciales portadores de este, tanto por la exposición en los salones de clase, como en sus trayectos hacia los centros de trabajo.

Todo esto y otros factores a considerar, han hecho, por ejemplo, que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), nuestra máxima casa de estudios, haya dado a conocer en los días recientes, que por lo menos hasta el final del 2021, no regresará a clases presenciales, extremando precauciones, independientemente del avance que pueda haber en materia de inoculación de vacunas.

En cuanto a Durango, se ha informado que no es definitivo que vaya a haber un regreso a las aulas para el inicio del siguiente ciclo escolar, destacándose que todo dependerá del comportamiento de la pandemia, del que por ahora sabemos que el país estaría llegando a una tercera ola de contagios, lo que una vez más, nos confirma la dimensión del reto que tenemos por delante.

Lo importante, es que la prisa no haga perder lo que hasta hoy se ha podido proteger.


FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre


En la medida en que avanzan las jornadas de vacunación en México, que han llevado a que, en el momento de escribir estas líneas, ya más de un 30 por ciento de la población, tenga al menos una dosis de éstas, vamos viendo con mayor amplitud los retos que tenemos en frente, en lo que vemos ya como la era posterior a la pandemia del covid-19.

Uno de los mayores desafíos del momento histórico que de alguna forma estamos ya viviendo y de alguna forma, apenas vislumbrando, es el que tiene que ver con la educación, tanto en función de perfeccionar alternativas para mantener algunos de sus modelos en línea, como en cuanto a lo que ya preparamos para dirigirnos hacia el regreso a clases presenciales.

En los últimos meses, pudimos ver, como incluso en algunas de las naciones con mayor desarrollo a nivel mundial, hicieron intentos por reabrir las clases en los planteles escolares y universitarios, y ante ello enfrentaron problemas de todo tipo, pero especialmente los relacionados a contagios que provenían de las aulas.

En México, para abordar este gran reto, se pensó en dos grandes aspectos: uno, la endeble expectativa de que entre niños y adolescentes hay menores posibilidades de contagio y si este ocurre, no se veía la alternativa de que se desarrollaran síntomas graves en los menores. Pero si bien, era menos factible que ocurriera, llevando a los estudiantes a las aulas, su exposición era mucho mayor, lo que finalmente se reflejaba en casos.

Están por otra parte los maestros, que fueron inoculados con la vacuna china de la firma farmacéutica CanSino Biologics, cuya aplicación se facilitaba por el hecho de requerir una sola dosis. El problema de este biológico, es que presentaba menores índices de efectividad que las de dos dosis, además de todavía no ser aprobada en varios de los países con los que México tiene una mayor relación, como ocurre con los de la Unión Europea.

Lo mencionado, colocaba en un considerable margen de riesgo a los docentes, al tiempo que aunque los protegiera del virus, no impide que lo porten, lo que terminaba por hacerlos, potenciales portadores de este, tanto por la exposición en los salones de clase, como en sus trayectos hacia los centros de trabajo.

Todo esto y otros factores a considerar, han hecho, por ejemplo, que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), nuestra máxima casa de estudios, haya dado a conocer en los días recientes, que por lo menos hasta el final del 2021, no regresará a clases presenciales, extremando precauciones, independientemente del avance que pueda haber en materia de inoculación de vacunas.

En cuanto a Durango, se ha informado que no es definitivo que vaya a haber un regreso a las aulas para el inicio del siguiente ciclo escolar, destacándose que todo dependerá del comportamiento de la pandemia, del que por ahora sabemos que el país estaría llegando a una tercera ola de contagios, lo que una vez más, nos confirma la dimensión del reto que tenemos por delante.

Lo importante, es que la prisa no haga perder lo que hasta hoy se ha podido proteger.


FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre