/ jueves 3 de junio de 2021

Reinventarse o morir

Desde inicios de este año hemos sido testigos de la disminución gradual de contagios por Covid-19, lo que aunado a una vacunación en el país a un ritmo lento va haciendo que poco a poco empecemos a ver la luz al final del túnel de esta terrible pandemia que azota no sólo a México, sino a todo el mundo, el problema es que esa pequeñísima luz está aún muy lejos debido a que en este caso en particular el túnel es muy largo.

La entrada al túnel representó una oscuridad total, francamente atemorizante porque el miedo a lo desconocido magnifica los problemas y minimiza la correcta visión de soluciones, el análisis personal de la situación se vuelve muy complejo tratando de encontrar todas las variables que intervienen partiendo de los hechos duros y no es para menos, ya que el principal se refiere precisamente a la alta mortandad por este nuevo y letal virus.

Los mexicanos nos hemos visto seriamente afectados en nuestra salud y en nuestra economía, el desempleo se generalizó en casi todo tipo de industrias, muy pocos se vieron beneficiados pero todos han tratado de reinventarse para hacerle frente a esta nueva normalidad o a esta realidad actual. Una interrogante crucial es ¿cómo me puedo o me debo reinventar?, hemos escuchado muchas veces la frase de “renovarse o morir”, en un sentido muy estricto renovarse no necesariamente implica cambiar radicalmente pero quizás una frase como “reinventarse o morir” sea la que prevalezca durante los próximos años.

Esa reinvención debe ir aparejada de un enfoque total a nuestros principios, filosofía y valores, así como a nuestras fortalezas, debemos entender cómo convertir nuestras debilidades y amenazas en fortalezas y oportunidades, lo cual no es para nada sencillo pero si se logra se vuelve sumamente exitoso, tanto en el ámbito personal como en el ámbito empresarial.

En temas de la persona, en el sentido individual esta reinvención debe provocar cambios en nuestra percepción de las cosas y de nuestros semejantes y también debe provocar cambios en la percepción que otros tienen sobre nosotros y muy en especial en la de nuestros seres queridos, finalmente la percepción se vuelve una realidad que si podemos modificar con el paso del tiempo.

En temas empresariales, sin importar si se trata de una compañía internacional, de un corporativo importante, de una mediana empresa o de un pequeño negocio familiar, la reinvención debe ir enfocada a lo que el cliente quiere, ya que él es quien decide si acepta nuestro producto o servicio e influirá en la salud financiera del negocio. Así que a reinventarnos por el bienestar empresarial y personal.

Desde inicios de este año hemos sido testigos de la disminución gradual de contagios por Covid-19, lo que aunado a una vacunación en el país a un ritmo lento va haciendo que poco a poco empecemos a ver la luz al final del túnel de esta terrible pandemia que azota no sólo a México, sino a todo el mundo, el problema es que esa pequeñísima luz está aún muy lejos debido a que en este caso en particular el túnel es muy largo.

La entrada al túnel representó una oscuridad total, francamente atemorizante porque el miedo a lo desconocido magnifica los problemas y minimiza la correcta visión de soluciones, el análisis personal de la situación se vuelve muy complejo tratando de encontrar todas las variables que intervienen partiendo de los hechos duros y no es para menos, ya que el principal se refiere precisamente a la alta mortandad por este nuevo y letal virus.

Los mexicanos nos hemos visto seriamente afectados en nuestra salud y en nuestra economía, el desempleo se generalizó en casi todo tipo de industrias, muy pocos se vieron beneficiados pero todos han tratado de reinventarse para hacerle frente a esta nueva normalidad o a esta realidad actual. Una interrogante crucial es ¿cómo me puedo o me debo reinventar?, hemos escuchado muchas veces la frase de “renovarse o morir”, en un sentido muy estricto renovarse no necesariamente implica cambiar radicalmente pero quizás una frase como “reinventarse o morir” sea la que prevalezca durante los próximos años.

Esa reinvención debe ir aparejada de un enfoque total a nuestros principios, filosofía y valores, así como a nuestras fortalezas, debemos entender cómo convertir nuestras debilidades y amenazas en fortalezas y oportunidades, lo cual no es para nada sencillo pero si se logra se vuelve sumamente exitoso, tanto en el ámbito personal como en el ámbito empresarial.

En temas de la persona, en el sentido individual esta reinvención debe provocar cambios en nuestra percepción de las cosas y de nuestros semejantes y también debe provocar cambios en la percepción que otros tienen sobre nosotros y muy en especial en la de nuestros seres queridos, finalmente la percepción se vuelve una realidad que si podemos modificar con el paso del tiempo.

En temas empresariales, sin importar si se trata de una compañía internacional, de un corporativo importante, de una mediana empresa o de un pequeño negocio familiar, la reinvención debe ir enfocada a lo que el cliente quiere, ya que él es quien decide si acepta nuestro producto o servicio e influirá en la salud financiera del negocio. Así que a reinventarnos por el bienestar empresarial y personal.