/ martes 23 de enero de 2024

Riesgos mundiales

Manuel Guadarrama | @ManuGuadarrama*

Hace unos días, el World Economic Forum (WEF) publicó el Reporte Global de Riesgos 2024 en el que además de hacer un recuento del deterioro del año pasado, se alerta sobre los principales riesgos de este año y el futuro. Los riesgos más importantes en los próximos 2 años que el mundo enfrentará son: 1) la desinformación, 2) eventos climáticos extremos, 3) polarización social, 4) inseguridad cibernética, 5) conflictos armados entre estados, 6) falta de oportunidades económicas, 7) inflación, 8) migración involuntaria, 9) crisis económica y 10) contaminación.

Los resultados del Reporte señalan una visión mayoritariamente desfavorable para el mundo en los próximos años, con expectativas de un deterioro aún mayor en la siguiente década. Destacan las condiciones climáticas extremas como el principal riesgo probable a desencadenar una crisis global en 2024. Por ejemplo, el fenómeno de calentamiento ocasionado por El Niño – Oscilación del Sur se intensificará hasta mayo de este año. A pesar de ello, el mundo no está de acuerdo en la urgencia que representan los riesgos ambientales como la pérdida de biodiversidad o de ecosistemas. Mientras que los jóvenes los consideran de alto riesgo, las personas mayores tienden a darle menor importancia. Discrepancias similares existen entre la sociedad civil y el sector privado. Esta falta de acuerdo implica que las decisiones para minimizar este tipo de riesgos no son uniformes e implican la pérdida de una intervención clave a nivel mundial.

Otro de los riesgos que enfrenta el mundo es la presión a la “verdad”. El WEF menciona que a medida que la polarización aumenta en las sociedades y los riesgos tecnológicos permanecen sin control, la “verdad” está bajo amenaza. En este contexto, el riesgo global más severo es la desinformación. Esto es particularmente grave, ya que se espera que cerca de 3 mil millones de personas en el mundo acudan a las urnas en países como Bangladesh, India, Indonesia, México, Pakistán, el Reino Unido y Estados Unidos. El uso generalizado de información falsa, manipulada o fake news junto con los medios masivos para difundirlas pueden afectar la legitimidad de los procesos electorales y los gobiernos electos. El efecto final podría desencadenar en algunos países protestas violentas, crímenes de odio, confrontaciones civiles y terrorismo.

Más allá de las elecciones, la polarización en la percepción de la realidad sobre asuntos públicos como la salud, educación o justicia, puede socavar la verdad. Se prevé un mayor riesgo en el uso de propaganda y censura doméstica. A su vez, los gobiernos podrían incrementar el control sobre la información y disminuir las libertades basándose en lo que ellos determinen como “su propia verdad”. En el caso particular de México, los riesgos que enfrentaremos son: crisis económica, fragilidad del estado, suministro de energía, desigualdad, crimen y cohesión social.

En aspectos como el costo de vida, la preocupación mundial continúa. La inflación persiste en la mayor parte de los países y los riesgos de una recesión económica continúan latentes. Los factores que actualmente pueden afectar la economía de las personas son múltiples, desde fenómenos climáticos, hasta conflictos armados. Si las tasas de interés continúan altas por más tiempo, las pequeñas y medianas empresas, así como los países endeudados estarán expuestos a una tensión financiera.

Los riesgos mundiales están interconectados. Si un país es vulnerable financiera o económicamente, también se verá gravemente afectado ante la ocurrencia de fenómenos climáticos. Si un país vulnerable al cambio climático no invierte en infraestructura digital, economía verde y comercio, limitará su incapacidad de adaptarse al nuevo contexto, quedarán aislados y la gobernanza en general se erosionará aún más.

La existencia de riesgos es inevitable, pero la ocurrencia o impacto que tengan no. Los gobiernos, corporaciones, sociedades y personas tenemos la oportunidad de realizar acciones que reduzcan significativamente el impacto de los diversos riesgos. Por sí solas, pueden parecer insignificantes, pero juntas son clave para construir un futuro mejor.


*Manuel Guadarrama es maestro en políticas públicas y profesor universitario.


Manuel Guadarrama | @ManuGuadarrama*

Hace unos días, el World Economic Forum (WEF) publicó el Reporte Global de Riesgos 2024 en el que además de hacer un recuento del deterioro del año pasado, se alerta sobre los principales riesgos de este año y el futuro. Los riesgos más importantes en los próximos 2 años que el mundo enfrentará son: 1) la desinformación, 2) eventos climáticos extremos, 3) polarización social, 4) inseguridad cibernética, 5) conflictos armados entre estados, 6) falta de oportunidades económicas, 7) inflación, 8) migración involuntaria, 9) crisis económica y 10) contaminación.

Los resultados del Reporte señalan una visión mayoritariamente desfavorable para el mundo en los próximos años, con expectativas de un deterioro aún mayor en la siguiente década. Destacan las condiciones climáticas extremas como el principal riesgo probable a desencadenar una crisis global en 2024. Por ejemplo, el fenómeno de calentamiento ocasionado por El Niño – Oscilación del Sur se intensificará hasta mayo de este año. A pesar de ello, el mundo no está de acuerdo en la urgencia que representan los riesgos ambientales como la pérdida de biodiversidad o de ecosistemas. Mientras que los jóvenes los consideran de alto riesgo, las personas mayores tienden a darle menor importancia. Discrepancias similares existen entre la sociedad civil y el sector privado. Esta falta de acuerdo implica que las decisiones para minimizar este tipo de riesgos no son uniformes e implican la pérdida de una intervención clave a nivel mundial.

Otro de los riesgos que enfrenta el mundo es la presión a la “verdad”. El WEF menciona que a medida que la polarización aumenta en las sociedades y los riesgos tecnológicos permanecen sin control, la “verdad” está bajo amenaza. En este contexto, el riesgo global más severo es la desinformación. Esto es particularmente grave, ya que se espera que cerca de 3 mil millones de personas en el mundo acudan a las urnas en países como Bangladesh, India, Indonesia, México, Pakistán, el Reino Unido y Estados Unidos. El uso generalizado de información falsa, manipulada o fake news junto con los medios masivos para difundirlas pueden afectar la legitimidad de los procesos electorales y los gobiernos electos. El efecto final podría desencadenar en algunos países protestas violentas, crímenes de odio, confrontaciones civiles y terrorismo.

Más allá de las elecciones, la polarización en la percepción de la realidad sobre asuntos públicos como la salud, educación o justicia, puede socavar la verdad. Se prevé un mayor riesgo en el uso de propaganda y censura doméstica. A su vez, los gobiernos podrían incrementar el control sobre la información y disminuir las libertades basándose en lo que ellos determinen como “su propia verdad”. En el caso particular de México, los riesgos que enfrentaremos son: crisis económica, fragilidad del estado, suministro de energía, desigualdad, crimen y cohesión social.

En aspectos como el costo de vida, la preocupación mundial continúa. La inflación persiste en la mayor parte de los países y los riesgos de una recesión económica continúan latentes. Los factores que actualmente pueden afectar la economía de las personas son múltiples, desde fenómenos climáticos, hasta conflictos armados. Si las tasas de interés continúan altas por más tiempo, las pequeñas y medianas empresas, así como los países endeudados estarán expuestos a una tensión financiera.

Los riesgos mundiales están interconectados. Si un país es vulnerable financiera o económicamente, también se verá gravemente afectado ante la ocurrencia de fenómenos climáticos. Si un país vulnerable al cambio climático no invierte en infraestructura digital, economía verde y comercio, limitará su incapacidad de adaptarse al nuevo contexto, quedarán aislados y la gobernanza en general se erosionará aún más.

La existencia de riesgos es inevitable, pero la ocurrencia o impacto que tengan no. Los gobiernos, corporaciones, sociedades y personas tenemos la oportunidad de realizar acciones que reduzcan significativamente el impacto de los diversos riesgos. Por sí solas, pueden parecer insignificantes, pero juntas son clave para construir un futuro mejor.


*Manuel Guadarrama es maestro en políticas públicas y profesor universitario.