/ sábado 13 de marzo de 2021

Una “Casa del pueblo” masculina

Como quien dice, “exclusiva para machos”. El carácter del actual Palacio Nacional, quedó en claro con el recibimiento a la marcha de las mujeres del pasado lunes. Vallas de tres metros, soldados apostados en la azotea, policías de civiles, fuerzas federales y locales, gases lacrimógenos, ¡Dioses del Olimpo! Una fuerza arrolladora como si se tratara de la llegada de hordas invasoras.

Se blindó la residencia del emperador de México –que él insiste en que es de todo el pueblo-, como si la llegada de las mujeres pudiera suponer un riesgo fatal. La furia del género se endureció por la provocación que supuso un muro equiparable al fronterizo del señor Trump y los lienzos de acero quedaron impresos con los nombres de miles de asesinadas.

Mujeres para las que nunca ha habido justicia, sacrificadas de manera cruel, sádica, por verdugos impunes, listos para reincidir en vista de la licencia.

Al inquilino de la fastuosa habitación, lo tiene sin cuidado. Ni entiende un ápice del problema ni le interesa informarse, habida cuenta de que está rodeado de lacayos incapaces de intentar abrirle las entendederas. Ni siquiera la que se dice “no primera dama” lo concientiza de una problemática generalizada, que abarca todos los renglones de la vida en sociedad. La “doctora” en cuestión, debería de defender a las de su mismo género, con el ahínco con el que lo hace en otras causas.

¿Y la ínclita Jefa del Gobierno capitalino? Incondicional a las órdenes del tlatoani, diciéndose feminista de dientes para afuera. Estoy en contra de la violencia de cualquier origen, pero intentar detenerla con gases lacrimógenos y un despliegue de fuerza exagerado, solo la exacerba.

Duelen las agresiones contra las mujeres policías, en última instancia, carne de cañón a la que no le queda más que obedecer órdenes, por un salario raquítico. Las colocan en primera línea y siempre acaba un buen número con inmerecidas heridas. Ellas, al fin y al cabo, viven la misma tragedia que quienes las agreden.

El meollo de la cuestión está en la falta de interés del Ejecutivo, por escuchar una queja sentida de ciudadanas en profunda desventaja. Fue promesa de campaña y, por el contrario, desde el inicio de su mandato ha implementado políticas perjudiciales.

Tan hay una profunda insensibilidad, que la mejor prueba es –al momento de escribir estas líneas-, el confirmar que a un presunto violador se le abren las puertas para la gubernatura de Guerrero, al “arrasar” en la segunda encuesta de Morena.

Encuestas fantasma, de las que nunca se sabe ni quién ni cómo se hicieron, pero en las que siempre triunfan los señalados por el dedo divino. En esta se dejaron fuera a Beatriz Mójica y Luis Walton, dos políticos con fuerte arraigo estatal. Beatriz ocupó el segundo puesto, en la primera encuesta, muy cercana al barbaján de Marras, por lo que se ve que no quisieron que pudiera hacerle sombra. A quien destapó los abusos y violaciones, Amílcar Sandoval, le facilitaron el que se retirara de la contienda, con el rabo entre las patas.

Tomadura de pelo para incautos, que aún creen en las palabras del gurú y el servilismo vergonzante de un Mario Delgado.

Para entretener a las masas se revive el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y del entrenador Mario Lavolpe, intentos para desviar la atención del gañán guerrerense, acreedor de cadena perpetua.

Oídos sordos e insensibilidad, que se sustituyen con puro circo.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

Como quien dice, “exclusiva para machos”. El carácter del actual Palacio Nacional, quedó en claro con el recibimiento a la marcha de las mujeres del pasado lunes. Vallas de tres metros, soldados apostados en la azotea, policías de civiles, fuerzas federales y locales, gases lacrimógenos, ¡Dioses del Olimpo! Una fuerza arrolladora como si se tratara de la llegada de hordas invasoras.

Se blindó la residencia del emperador de México –que él insiste en que es de todo el pueblo-, como si la llegada de las mujeres pudiera suponer un riesgo fatal. La furia del género se endureció por la provocación que supuso un muro equiparable al fronterizo del señor Trump y los lienzos de acero quedaron impresos con los nombres de miles de asesinadas.

Mujeres para las que nunca ha habido justicia, sacrificadas de manera cruel, sádica, por verdugos impunes, listos para reincidir en vista de la licencia.

Al inquilino de la fastuosa habitación, lo tiene sin cuidado. Ni entiende un ápice del problema ni le interesa informarse, habida cuenta de que está rodeado de lacayos incapaces de intentar abrirle las entendederas. Ni siquiera la que se dice “no primera dama” lo concientiza de una problemática generalizada, que abarca todos los renglones de la vida en sociedad. La “doctora” en cuestión, debería de defender a las de su mismo género, con el ahínco con el que lo hace en otras causas.

¿Y la ínclita Jefa del Gobierno capitalino? Incondicional a las órdenes del tlatoani, diciéndose feminista de dientes para afuera. Estoy en contra de la violencia de cualquier origen, pero intentar detenerla con gases lacrimógenos y un despliegue de fuerza exagerado, solo la exacerba.

Duelen las agresiones contra las mujeres policías, en última instancia, carne de cañón a la que no le queda más que obedecer órdenes, por un salario raquítico. Las colocan en primera línea y siempre acaba un buen número con inmerecidas heridas. Ellas, al fin y al cabo, viven la misma tragedia que quienes las agreden.

El meollo de la cuestión está en la falta de interés del Ejecutivo, por escuchar una queja sentida de ciudadanas en profunda desventaja. Fue promesa de campaña y, por el contrario, desde el inicio de su mandato ha implementado políticas perjudiciales.

Tan hay una profunda insensibilidad, que la mejor prueba es –al momento de escribir estas líneas-, el confirmar que a un presunto violador se le abren las puertas para la gubernatura de Guerrero, al “arrasar” en la segunda encuesta de Morena.

Encuestas fantasma, de las que nunca se sabe ni quién ni cómo se hicieron, pero en las que siempre triunfan los señalados por el dedo divino. En esta se dejaron fuera a Beatriz Mójica y Luis Walton, dos políticos con fuerte arraigo estatal. Beatriz ocupó el segundo puesto, en la primera encuesta, muy cercana al barbaján de Marras, por lo que se ve que no quisieron que pudiera hacerle sombra. A quien destapó los abusos y violaciones, Amílcar Sandoval, le facilitaron el que se retirara de la contienda, con el rabo entre las patas.

Tomadura de pelo para incautos, que aún creen en las palabras del gurú y el servilismo vergonzante de un Mario Delgado.

Para entretener a las masas se revive el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y del entrenador Mario Lavolpe, intentos para desviar la atención del gañán guerrerense, acreedor de cadena perpetua.

Oídos sordos e insensibilidad, que se sustituyen con puro circo.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq