En la CDMX hay problemas que persisten desde hace décadas. Su permanencia a pesar de “acciones de gobierno”, hacen cuestionarnos si realmente se pretenden abatir. Un claro ejemplo, es el déficit de vivienda.
Aunque hace seis años se dijo que la prioridad serían las familias de escasos recursos, y eso incluía contar con vivienda social o popular, hoy en nada ha cambiado esa realidad.
Más de 20 mil familias cada año se ven obligados a salir de la capital, haciendo evidente que la 4T dejó el derecho a la vivienda solo en papel.
Si recordamos los compromisos morenistas de hace seis años, fueron: mejorar las condiciones de viviendas existentes y garantizar oferta de vivienda nueva para las y los capitalinos
Aun cuando esas ideas de campaña prometían consolidarse como flamantes acciones de gobierno, hoy, la realidad dista mucho del ideal.
La situación del sector inmobiliario es resultado de una política de vivienda poco articulada, que se ha formado en el camino, con erráticas decisiones desde la gestión morenista en la capital.
Todo enmarcado por la prácticamente nula intervención del gobierno federal y su fallido Programa de Mejoramiento Urbano, pues los mexicanos con menores ingresos, siguen sin acceder a una vivienda.
Casi 14 millones de familias en todo el país ven lejana la posibilidad de adquirir una vivienda digna, pues el valor de una casa de nivel medio, supera el millón de pesos.
Situación que no va a mejorar si las instituciones que deben velar por la producción de vivienda, están dedicadas a cumplir otros objetivos, como pasó con el INVI, que el año pasado le asignaron la labor que no pudo concretar la Comisión de Reconstrucción.
Acciones de regeneración urbana y dar el apelativo “incluyente” a la producción de vivienda, fueron la fue la propuesta de esta, la primera administración de la CDMX, para ser parteaguas en materia de vivienda.
Le siguieron actos administrativos como otorgar facilidades para vivienda, escuelas y hospitales; acuerdos para centralizar facultades o expedir nuevos certificados al reconocer actividades; reactivar la norma 26, entre otros.
Lamentablemente, ninguno ha dado el resultado esperado, de la misma forma el trabajo de poco más de 25 años del INVI, no han logrado atender la deuda histórica de hogares en la CDMX.
Aquí el recuento
Número de viviendas construidas más bajo en 10 años, CDMX con déficit de 9 millones de viviendas; para erradicarlo, Morena prometió los 8 servicios públicos básicos en 7 zonas y varios corredores de vivienda, con 6 publicaciones para el PRUVI.
El 5º informe de Gobierno hizo evidente el fracaso del PRUVI, pues 4 años después de anunciarse, reporta 3 proyectos inmobiliarios.
Dos intentos de PGOT y 1 acción insignia no mejoraron la situación de la vivienda en favor de los sectores más necesitados en la capital.