La chef Mariángel Garibay, desde pequeña tuvo un acercamiento con la cocina y su gusto por hornear o preparar platillos se volvió parte de su rutina. Es fanática de la gastronomía italiana y ahora comanda la cocina de un feudo de la colonia Roma, donde deleita a los sibaritas más exigentes, pero de una manera más divertida e intima.
Bajo la tradición mexicana de que “en casa de los abuelos se come muy rico”, nace en una antigua casona ubicada en la colonia Roma que lleva por nombre Macellería, un feudo que además de ofrecer platillos italoamericanos con la sazón única de la nona, es ideal para pasar un rato agradable, pues ofrece experiencias culinarias que harán disfrutar mejor los platillos.
Se trata de la experiencia El viaje de la nona, que consiste en llevar a los comensales al mercado para comprar los ingredientes que se necesitan para preparar los platillos típicos del país en forma de bota como pastas, pizza, lasaña, berenjena parmigiana, cannolis, entre otros.
“Impartimos algunos cursos de cocina donde surgieron las dudas de cómo se eligen los ingredientes, por eso decidimos enseñarles a elegirlos y que puedan aprender que en el mercado se pueden encontrar de mejor calidad y no necesariamente en el supermercado”, explicó la chef a El Sol de México.
La dinámica para realizar la experiencia se lanzó a través de las redes sociales del restaurante, las personas que se inscriban se citan entre semana por la mañana, “este tipo de experiencias siempre enriquecen, aprendes de cada una de las personas que vas conociendo, hemos tenido gente de Colombia que se han interesado por este tipo de dinámicas. También hay quienes nos comparten su manera de cocinar el mismo platillo que vamos a preparar y eso te hace aprender a no quedarte en lo que tu sabes y te abre panoramas a nivel profesional y personal”.
Algunas de las recomendaciones que dio la chef Mariángel para elegir de manera los ingredientes se encuentran: observar, oler, tocar y cuando se pueda, probarlos “usar los sentidos es la forma más sabia a la hora de cocinar”, comentó.
Sobre las semejanzas que tiene la cocina italiana con la mexicana, dijo que se basan en la tradición de comer en familia y en la casa de la abuelos, “también tienen ingredientes muy coloridos, picantes y dulces”.
Añadió que los ingredientes dependen de las regiones, pero se pueden adaptar muy fácil a los nuestros, “es aprender de cada ingrediente, de las mezclas, jugar con los sabores. En nuestro menú nos gusta agregar recetas tradicionales italianas pero con un toque mexicano y americano, pues también estamos inspirados en los italianos que migraron a Estados Unidos en la época de la prohibición”.
Un ejemplo de esta combinación es la salsa rabiata “es tradicional italiana, pero le ponemos chile compeño, que es originario de Veracruz”.
Así como en México tenemos un ingrediente base en los platillos, la gastronomía también lo tiene, “tenemos el trigo en la pasta, pero el jitomate es el que está más presente en toda la comida italiana”.
Para la amante de la cocina, la palabra gastronomía significa un estilo de vida y lo que más le gusta cocinar es el jitomate, “le puedes dar diferentes versiones, salado para la pasta o dulce para algún postre”, concluyó.
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