Por medio del santo sacramento del matrimonio y en una emotiva ybella ceremonia religiosa, María Elena Murillo Escoto y LuisFernando Castillo Ortega unieron sus vidas ante la presencia de susseres queridos y sus amigos quienes les desearon lo mejor en sunueva etapa como pareja.
En la Iglesia de San José, lo novios llegaron al altar y uncuarteto de violines interpretó el Ave María. El sacerdote leshabló de las responsabilidades y compromisos de una existencia encomún donde hizo una analogía acerca de que en el camino“habrá rosas, pero también espinas” y esas hay que superarlascon amor y comprensión.
Posteriormente se cumplió con el rito religioso de la boda,donde a los novios se les puso el lazo y los anillos que los unencomo “marido y mujer”, declaración del sacerdote que merecióel aplauso de los presentes para después pasar a lasfelicitaciones a los recién casados.
Después, todos se trasladaron al salón de fiestas para brindarpor la felicidad de María Elena y Luis Fernando, quienesrecibieron la sorpresa de que el papá del novio les cantó unostemas y sus 10 damas, al término de los temas musicales quebailaron les arrojaron rosas.
Asimismo, se degustó la deliciosa cena que constó de cremapoblana, espagueti a la boloñesa y lomo en salsa de champiñonescon guarnición de papas a la crema, acompañados de finos vinos demesa, posteriormente los novios abrieron la pista de baile donde ungrupo musical tocó salsa, cumbia, merengue y rock acompañado deluces de colores y un gran ambiente.