La sierra queretana del municipio de Pinal de Amoles es uno de los pocos lugares en los que aún encuentras al mítico ajolote en su hábitat natural: un parque llamado El Cedral, que está al alcance de cualquier turista, entre arroyos de agua pura y transparente.
El Cedral se encuentra a 2 horas y media de la capital queretana y, si gustas del contacto directo con la naturaleza, es el lugar ideal para desconectarte del ajetreo citadino y conocer la fauna.
Para verdaderos amantes de la naturaleza y las aventuras
El proyecto fue impulsado por José María Herrera Marquina, en el contexto de la pandemia y después de que por años los terrenos en los que hoy se ubica la reserva fuesen utilizados para la ganadería, “porque lo que provoca es erosión y no deja crecer la vegetación, como pinos, cedros, encinos: nuestro principal objetivo es la regeneración, que la tierra se vaya regenerando sola”, relató.
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Las hectáreas del terreno que habían fungido como pastizales de ganado ahora se han cubierto de verde, de pinos y encinos que se han reforestado por sí mismos.
De acuerdo con Herrera el “principal objetivo es la regeneración, que la tierra se vaya regenerando sola, que regrese a su forma natural para que las especies de flora y de fauna sigan viviendo aquí”.
Cuando llegas al Cedral, el panorama de las colinas con cientos de cedros y pinos dibujan el paisaje ideal para que en las formaciones montañosas se encuentren pozas, cuevas, cuencas y abismos verdes en donde viven aves, reptiles, algunos mamíferos y, por supuesto, el ajolote.
Deberíamos sentirnos orgullosos como queretanos de que al ajolote todavía lo tengamos en su hábitat natural, porque el que conocemos normalmente, el del canal de Xochimilco, ni siquiera puede vivir en su hábitat porque ya está muy contaminado; la presencia del ajolote es un indicador de que el agua es muy pura, pues no pueden vivir en agua contaminada.
Ahí serás recibido por cedros y pinos miniatura y zonas extensas donde ya alcanzan alturas considerables: “tratamos de generar un ecoturismo genuino, de trabajar con personas a las que realmente les gusta la naturaleza, que vienen a disfrutar del contacto directo con la naturaleza”, que no buscan atracciones como cuatrimotos, tirolesa ni muchas casas de campaña de completos desconocidos.
A pesar de que a cualquiera le gustaría respirar aire puro, El Cedral es para verdaderos amantes de la naturaleza y las aventuras, puesto que no existe ningún tipo de servicio tecnificado y es necesario hacer uso de las habilidades de campismo para hacer senderismo o pernoctar en sus zonas de campamento.
José María, o Chema, como prefiere que le llamen, asegura que desde el principio han tenido claro que buscan trabajar con calidad de turismo y no con cantidad:
Poquitos, pero que disfruten, que vean el lugar conservado, limpio y que vean que su visita es un beneficio para el espacio.
¿Cómo llegar a Pinal de Amoles?
Desde el municipio de Querétaro, se recorren cerca de dos horas 30 minutos en automóvil, a través de la carretera México-Querétaro hasta tomar la salida derecha en carretera El Colorado-Higuerillas, hacia Ezequiel Montes. Después, se sigue la ruta de la carretera San Juan del Río-Xilitla hasta llegar a la cabecera municipal de Pinal de Amoles.
Justo a la entrada de la cabecera municipal, se toma un estrecho camino de terracería que lleva al terreno de El Cedral, se ubica entre la comunidad de La Barranca y la misma cabecera.
Guía para acampar en El Cedral
- El costo por persona es de 200 pesos.
- Deberás llevar tu propia casa de campaña, alimentos, agua y equipo necesario.
- Es preferible llevar un bastón de senderismo para apoyarte en las colinas y tener soporte entre las rocas.
- Se sugiere llevar un kit de primeros auxilios, pues los servicios de internet y telefonía son limitados.
- Las zonas son privadas y están separadas unas de otras, por lo que no tendrás que convivir con ningún extraño si no lo deseas.
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