Apertura de la exposición “Manuel Felguérez. De la Máquina Estética al siglo XXI”

Con la exposición “Manuel Felguérez. De la Máquina Estética al siglo XXI”, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México honra la trayectoria de casi seis décadas de este artista universal y reafirma su espíritu de indagación, crítica, ruptura y creatividad, expresó el rector de la institución, David Fernández Dávalos, S. J.

“Uno procura hacer cosas que a la gente le comuniquen algo. Y cuando se logra la más mínima comunicación dice uno, ya valió la pena que gasté mi vida en hacer esto”, dijo el pintor y escultor Manuel Felguérez al inaugurar la muestra en el mencionado centro de estudios.

El reconocido artista plástico señaló que tiene una actividad constante en la creación y luego le salen invitaciones a exponer como en este caso en la citada universidad la cual “me regresa como cien años”, porque esta casa de estudios fue el primer lugar donde dio clases, en 1955 o 1956, y “en ese momento yo tenía veintitantos años y regresaba de un viaje en el que se me ocurrió aventarme al arte”.

Agregó que desde esa época afuera de los salones había zonas con pasto y grandes árboles, un bosque donde daba sus clases. “Me encantaba para la teoría sentar a los alumnos en el pasto y platicarles ahí; era muy lúdico y muy agradable”. Por su parte el rector Fernández Dávalos mencionó que para la Ibero es un honor recibir la exposición del maestro Felguérez; sus pinturas, dibujos, grabados, esculturas y fotografías, de 1973 a la fecha.

“Se trata, en realidad, de un regreso a casa. Este genial artista, fue profesor en nuestra carrera de Artes Plásticas durante seis años, cuando la carrera era dirigida por Mathias Goeritz”.

Desaltó que, de acuerdo con relevantes críticos de arte del mundo, Felguérez como creador está a la altura de Tamayo o Picasso. Y que quién ahora expone su obra en la Ibero partió de la “Generación de la Ruptura”, por lo que fue víctima de la incomprensión política y artística al aventurarse en rumbos diferentes a los del arte plástico de la escuela nacionalista mexicana de la primera mitad del siglo XX.

“Su inquietud vital, su autenticidad y su espíritu innovador es lo que mejor se recuerda en nuestra comunidad universitaria de aquellos tiempos en que ofrecía sus lecciones de escultura con nosotros”.