SANTANDER. Con la visión de que no necesita hablar de política para hacer un comentario político, el reconocido artista mexicano Damián Ortega presenta en el Centro Botín de esta ciudad del norte de España, Visión expandida, con nueve piezas suspendidas que activan en el visitante una nueva y trascendente forma de mirar el mundo que le rodea, y que podrá verse hasta el 26 de febrero de 2023.
Comisariada por Vicente Todolí, experto en arte contemporáneo español que ha dirigido varios museos y centros de artes a nivel internacional, incluyendo la Tate Modern en Londres, la muestra va acompañada de un catálogo coeditado con La Fábrica, que contiene textos del comisario y crítico de arte Peio Aguirre, la comisaria Roberta Tenconi y del poeta mexicano Rafael Toriz.
Damián Ortega, quien comenzó su carrera artística como caricaturista político, aseguró en entrevista que “la política se puede dar desde muchos enfoques, a veces la idea de utilizar material, de cómo utilizarlo, cómo presentarlo, dónde presentarlo, tiene una lectura política”.
Agregó que tras 20 años en su trabajo “hay muchos juegos, hay momentos de más poética, de más política, de más humor, diversión, de juegos formales, estéticos, en fin, las formas de acercarse al arte son distintas, cada pieza tiene valor”.
En su práctica artística, Ortega explora la tensión que habita en cada objeto e invierte su lógica habitual para revelar su infinito imaginario conceptual, deconstruyendo con sátira política y precisión mecánica los diversos componentes que forman un todo, ya sea un objeto, un elemento natural o los engranajes de una máquina compleja.
Visión expandida, presenta nueve piezas suspendidas, pero para el artista dos son las más políticas: Cosmic Thing (2002), con las piezas de un Volkswagen Beetle y Hollow/Stuffed: Market Law (2012), un submarino, construido a partir de sacos reutilizados, metal y sal. La gran bolsa de plástico tiene una “herida que sangra”, un pequeño agujero por el que se derrama el contenido que lo rellena (sal) y que se acumula en el suelo formando una montaña.
“Yo siento que la pieza más política es la del Volkswagen, y la del submarino, definitivamente es la más compleja también, como narrativa, la referencia que tiene hacia lo submarinos que transportan cocaína, la referencia a un poema de T. S. Eliot es importante como proceso colonialista y de extracción de la que habla el poema y la asociación que yo hice”, señaló.
Cosmic Thing se expone en el extremo norte, y en diálogo con la ciudad. En ella, las piezas de un Volkswagen Beetle, producto alemán de entre 1945 y 1948 que nació a partir de la irrupción masiva del consumo tras la Segunda Guerra Mundial, aparecen desmontadas y suspendidas en el aire por delgados cables de acero.
Su significado queda abierto a múltiples interpretaciones, pero según Peio Aguirre, crítico de arte y autor de un ensayo en el catálogo que acompaña a la muestra, “podría decirse que esta obra explora la modernización capitalista y sus distintos ritmos en el mundo, y más concretamente en México, donde ‘el escarabajo’ supuso un momento decisivo en la democratización del consumo y en el saber hacer popular”.
Por su parte, Hollow/Stuffed: Market Law (2012) cierra el recorrido, una obra en la que el artista usa la realidad como una lente a través de la cual reflexiona sobre diversos temas, como la explotación económica, el abuso de poder, la historia colonial o la identidad nacional. El artista relaciona esta obra con la idea de generar un bien de consumo que extraer y comercializar de un lugar a otro sin importar el impacto que cause en su lugar de origen, como ocurre con la cocaína y hace referencia a los submarinos que transportan esta sustancia y que comercian los narcotraficantes en México.
Damián Ortega recordó en la entrevista que empezó a estudiar en un taller con Rafael Barajas El Fisgón y hacían caricaturas, se metían en el análisis político, pero por otro lado, él quería ser muralista, lo que sigue entre sus objetivos.
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“Justo durante la pandemia volvió ese interés y volvió porque fue el tiempo en el que yo pude comprarme unas cubetas de cal y pigmentos y empezar a hacer fresco, para aprender a pintar fresco y ha sido un trabajo lindísimo, como el proceso de aprendizaje, más allá de los resultados, la idea de aprender es de una dignidad, generosidad y emoción”, anotó, además de manifestar que también quiere exponer en México y espera el próximo año presentar obra en algún museo.
Damián Ortega dirigirá el próximo Taller de Arte de la Fundación Botín, cuyo desarrollo está previsto del 21 de noviembre al 2 de diciembre de 2022. Concebido por el artista como un taller de máscaras, en esta ocasión se dirige a una amplia diversidad de creadores, desde artistas, bailarines y escritores hasta cocineros, joyeros y carpinteros.