Combinar el arte de la poesía con tecnologías como el ‘blockchain’ o la Inteligencia Artificial (IA) para dar mayor alcance, visibilidad y valor a los versos y que los poetas puedan ganarse la vida con sus obras es la propuesta de la poetisa Ana María Caballero.
El objetivo de la colombiana es hacer la vida de quienes se dedican a la poesía “económicamente sostenible” y permitirles “competir en igualdad de condiciones” con pintores, fotógrafos y otros en el mercado del arte contemporáneo.
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La mujer, que se considera una “activista de la poesía digital” defiende la “hibridación” de la poesía con disciplinas como la escultura o la ‘performance’ y con tecnologías como la IA y el ‘blockchain’, la red de intercambios descentralizada utilizada por criptomonedas como Bitcoin o Ethereum.
La poetisa asegura que estas herramientas son la clave para que los poetas puedan “vivir exclusivamente de su práctica creativa” y confía en sus posibilidades a la hora de cambiar el ‘statu quo’ del mercado contemporáneo, aún escéptico con el arte digital.
“Para mí lo más importante es no tratar de entender todo. Tú no entiendes cómo funcionan un celular o la radio pero te ayudan, vives con ellos”, explicó, tras un acto promovido por el consulado colombiano en la capital de España para dar a conocer el trabajo de la autora
Lo más importante es no tratar de entender todo. Tú no entiendes cómo funcionan un celular o la radio pero te ayudan, vives con ellos
La poetisa aseguró que hay que aceptar el ‘blockchain’, tecnología digital que garantiza la veracidad de operaciones por internet, como “parte de la vida y permitirle su lugar sin temor”.
Las reticencias de galerías y otros actores del mercado del arte no fueron obstáculo para que en 2021 Caballero se convirtiera en la primera autora en vender un poema digital en España.
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Ella es la única escritora viva en vender un poema en la casa de subastas Sotheby’s, una obra titulada ’Cord’ e inscrita sobre el ‘blockchain’ de Bitcoin por la que se pagaron entre 5 mil y 7 mil dólares.
“Ese poema fue publicado originalmente en una prestigiosa revista literaria, pero no sé quién lo leyó ni qué tipo de vida tuvo (pero) gracias a obras como esa puedo cumplir una de mis misiones más grandes, que es incorporar la literatura clásica en medios tecnológicos”, concluyó.
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