"Coup de chance", rodada en París con actores franceses fue recibida con aplausos en el Festival de Venecia; el director neoyorkino dijo al medio Variety que piensa en el retiro
Rechazada en Cannes debido a que revivió la polémica en torno a Woody Allen por las acusaciones de abusos sexuales de su hija adoptiva Dylan Farrow, en las que se centra un documental de HBO estrenado en 2021, "Coup de chance" se presentó fuera de competencia en Venecia este lunes, donde fue recibida con aplausos.
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Filmada en París con actores franceses, "Coup de chance", su película número 50, es una comedia negra sobre un matrimonio aparentemente ideal, interpretado por Lou de Laâge y Melvil Poupaud, que se ve amenazado cuando un antiguo compañero de ella aparece por casualidad en su vida.
Una trama parecida a "Match Point", aseguró el realizador en conferencia de prensa en Venecia. "Ambas hablan de lo caprichoso del azar y del impacto que éste puede tener en nuestras vidas, mucho más de lo que solemos admitir".
Anuncia un posible retiro
Esta podría ser su última película, reveló el realizador al medio especializado Variety en una extensa entrevista publicada en su portal. “Tengo tantas ideas para películas que me sentiría tentado a hacerlas si fuera fácil de financiar, pero más allá de eso, no sé si tengo el mismo entusiasmo para salir y dedicar mucho tiempo a recaudar dinero”, dijo.
Y es que precisamente el tema del supuesto abuso sexual contra su hijastra, los ha dejado “completamente fuera del mercado en Estados Unidos”, señala Variety.
Sin embargo, el director de 87 años confirmó su apoyo al movimiento #MeToo. “Creo que cualquier movimiento que genere beneficios reales, que haga algo positivo, digamos para las mujeres, es algo bueno. Cuando se vuelve tonto, es tonto (…) Es una tontería cuando en realidad no se trata de una cuestión feminista o de injusticia hacia las mujeres. Cuando es demasiado extremo tratar de convertirlo en un problema, cuando, de hecho, la mayoría de la gente no lo consideraría ningún tipo de situación ofensiva”.
“Tonta”, la cultura de la cancelación
Sobre su reacción tras el estreno del documental “Allen v. Farrow”, apuntó: “Mi reacción siempre ha sido la misma. La situación ha sido investigada por dos personas, dos órganos importantes, no personas, sino dos órganos de investigación importantes. Y ambos, después de largas investigaciones detalladas, llegaron a la conclusión de que estos cargos no tenían mérito, es exactamente como escribí en mi libro, ‘Apropos of Nothing’.
“No hubo nada de eso. El hecho de que persista me hace pensar que tal vez a la gente le guste la idea de que persista, tal vez haya algo atractivo para la gente. ¿Pero por qué? ¿Por qué? No sé qué se puede hacer además de investigarlo, cosa que hicieron tan meticulosamente. Uno fue menos de un año y el otro muchos meses. Y hablaron con todos los involucrados y ambos llegaron exactamente a la misma conclusión”.
Tras mencionar que la cultura de la cancelación le parece “tonta”, Woody Allen aseguró que a pesar de la polémica por las acusaciones de su hijastra, “todo ha sido igual para mí (…) Escribo el guion, reúno el dinero, hago la película, la filmo, la edito y sale. La diferencia no es la cultura de cancelación, es la forma en que presentan las películas”.
Hoy no hay muchas películas maravillosas
Y reiteró sobre la posibilidad de retirarse: “Estaba pensando que esta es mi película número 50 y tengo que decidir si quiero hacer más películas. Hay dos cosas en las que pensé. Una es que siempre es un dolor de cabeza recaudar dinero para una película. ¿Y quiero pasar por eso? Hacer la película es una cosa, pero recaudar el dinero para ello, es tedioso y nada glamoroso. Ahora, si alguien sale de las sombras y dice: 'Te daré dinero para hacer tu película', eso sería un factor influyente a la hora de hacer otra película.
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“Y la otra cosa que pensé es hacia dónde han ido las películas. No me gusta la idea –y no conozco a ningún director que le guste– de hacer una película y después de dos semanas esté en televisión o en streaming. Este no es un punto cultural elevado. Se hicieron muchas películas maravillosas en el pasado, cuando quería ir al cine, había tres o cuatro películas que me moría por ver. Hoy no hay muchas películas maravillosas.
Cada semana habría una película de Truffaut, Fellini, Ingmar Bergman y Kurosawa. Para empezar, muy pocas películas europeas se proyectan en Estados Unidos. Creo que no estamos en un lugar maravilloso culturalmente, ciertamente no en el cine”.