Erasmo de Róterdam, un pensador inmortal (I)

1ª parte

Llevo años cavilando en que, como humanidad, como sociedad, hemos perdido el norte. ¿Por qué tenemos miedo a quien es diferente a nosotros, a quienes piensan de otra manera? ¿Por qué crecen y se reproducen por todo el mundo los grupos “anti”- lo que sea?

Cada vez que abro el periódico y veo o escucho un noticiero se me encoge el corazón con tanta violencia. ¿Dónde quedaron las ideas humanistas, inclusivas, compasivas y empáticas? A lo largo de los siglos muchos líderes han hablado sobre el valor y la fuerza del amor y de la alegría, de la compasión y el perdón. Son conceptos que se vierten en todas las religiones y en muchas filosofías, pero parece que seguimos sin entender.

Desde hace tiempo resido en los Países Bajos, donde convivimos personas de 180 nacionalidades diferentes. Además de con holandeses, día a día me relaciono con gente que nació en Alemania, Australia, Brasil, China, Escocia, España, Estados Unidos, Francia, Honduras, India, Marruecos, Rumania, Sudáfrica y Turquía por mencionar algunos. Hay que ser tolerantes y comprensivos, pero a fin de cuentas esta multiculturalidad nos enriquece a todos.

[caption id="attachment_532848" align="alignnone" width="300"] ESTATUA DE Erasmo.[/caption]

Fue en estas tierras donde hace más de cinco siglos nació Desiderius Erasmus Rotterdamus (Róterdam, c. 1469-Basilea, 1536), que es como firmaba Gerrit Gerritzoon (Gerardo, hijo de Gerardo), el humanista más importante del Renacimiento y sin duda el escritor más elegante y agudo de su tiempo. Este hombre defendió sus ideas a pesar del rechazo que generaban en las autoridades eclesiásticas y hoy es considerado el precursor del espíritu moderno. Sus obras provocaron una verdadera revolución intelectual en toda Europa.

A él le debemos reflexiones como: “La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa”, “En el estudio no existe la saciedad”, “El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento” y “La felicidad consiste en querer ser lo que uno es”. Estas son sólo algunas de las cuatro mil 500 citas que llegó a incluir en la última edición de sus “Adagios”, un libro que se ha vendido con mucho éxito desde que se publicó por primera vez en 1500 y en el que también están incluidos refranes populares de su época, por ejemplo: “En el país de los ciegos el tuerto es rey”, “Empezar de cero”, “Más vale prevenir que lamentar” o “Es un mal necesario”.

También se le debe a él una versión actualizada en latín del Nuevo Testamento o Nuevo Instrumento, como él lo llamó, que se imprimió en 1516 junto con la versión original en griego para que el interesado pudiera comparar ambas.

Me parece muy importante recalcar que Erasmo de Róterdam no fue anticatólico. A pesar de todo el revuelo que causaron sus escritos, el objetivo que lo movió a lo largo de toda su vida fue únicamente ético: que la Iglesia volviera a sus valores esenciales para conseguir una sociedad humanizada donde el hombre pudiera desarrollarse al máximo en un ambiente de paz, moderación y tolerancia.

[caption id="attachment_532850" align="alignnone" width="300"] EXPERIENCIA ERASMO: La importancia de las palabras y el idioma.[/caption]

¿No le parece que siguen siendo válidos sus ideales?

Para acercarlos al ciudadano de a pie, a usted y a mí, la Biblioteca Pública de Róterdam creó la “Experiencia Erasmo”, un espacio donde nos presentan de manera muy sencilla tres de los ejes del pensamiento de este humanista: la importancia de las palabras, de la convivencia y de la religión en nuestras vidas.

Armada con una pulsera magnética amarilla que recogí en la entrada me dispuse a conocer lo que este hombre planteó hace 5 siglos sobre estos temas.

“Quien no conoce el poder del idioma no puede evitar ser miope, confuso y limitado en sus percepciones del mundo real”.

Las palabras son parte esencial del idioma, esa lengua que nos permite compartir conocimientos, sentimientos, experiencias. Mientras mayor vocabulario tengamos más profundos pueden ser nuestros intercambios con quienes nos rodean. Es, sin duda, básico para la comunicación porque “a los caballos se les dirige con riendas, a los barcos con el timón y a la gente con palabras”.

Pero tan importante es poder expresarnos con claridad como escuchar y debatir, con ingenio, aceptando la crítica y esforzándonos por comprender los puntos de vista diferentes a los nuestros.

Erasmo utilizó mucho la figura de las conversaciones para exponer sus puntos de vista sobre diversos temas de actualidad y no tuvo miedo de decir lo que pensaba aunque fuera contrario a las costumbres de la Iglesia o la nobleza. Esta valentía y claridad de pensamiento lo convirtió en asesor de reyes como Carlos V y de políticos como el inglés Tomás Moro.

“Sin paz la gente no puede tener prosperidad, seguridad ni placer”.

La paz, la libertad y el respeto son vitales para nuestra vida, para una convivencia en armonía. Con esto en mente, Erasmo desarrolló algunas ideas.

Estaba convencido de que si de verdad se quiere la paz, la guerra es innecesaria. Que es necesario debatir e interactuar con el otro, tener paciencia, ceder un poco y recibir un poco. Nos insta a combatir con palabras antes que con las armas, que deben quedar como el último recurso para defendernos.

“La libertad es tan valiosa para mí que, sin ella, no tendría vida” aseguraba.

El respeto, para él, se podía sintetizar como tratar a los demás con cortesía. Nos recomienda pensar antes de hablar y elegir con cuidado nuestras palabras. Ponernos en los zapatos del otro, sabiendo que ni él ni uno mismo somos perfectos. “La esencia de las buenas maneras está en perdonar rápidamente los errores de los demás sin hacer daño nosotros”. “Nadie puede elegir sus padres ni su país de origen, pero todos pueden formar su propio carácter y su forma de vivir”.

[caption id="attachment_532849" align="alignnone" width="300"] EXPERIENCIA ERASMO: Quién fue él.[/caption]

NUEVO TESTAMENTO, FUENTE DE LA FE

Para Erasmo la fe era lo más importante. Sin embargo, se atrevió a criticar a la Iglesia que en su tiempo vendían indulgencias e incluso cobraban por confesar a los fieles. Terrenalmente era demasiado rica y poderosa. Se había alejado de las enseñanzas de Cristo y esto motivó a este sacerdote a hacer un llamado a volver a las bases, a las enseñanzas del Nuevo Testamento.

Entre sus propuestas estaba que el feligrés tuviera más contacto directo con Dios, que es amoroso y no vengativo o castigador. Él no buscaba la separación (como hizo Lutero), sino mejorar a la Iglesia, que la religión fuera más sencilla y sin supersticiones, que uniera a la gente y no fuera fuente de problemas.

También consideraba que la fe es un asunto personal y cada quien tiene el derecho de creer lo que prefiera y que la religión no debe ser motivo de ataques o guerras. ¿Qué acaso no todas promueven el amor al prójimo?

Como puede ver, la “Experiencia Erasmo” pretende hacernos pensar y valorar las enseñanzas de este gran hombre. Para conocer más sobre ella le sugiero visitar: http://erasmushoudtjescherp.nl/en/

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(Continuará)