Por primera vez la Bienal de Fotografía, que celebra su 20 edición, incluye imágenes generadas por Inteligencia Artificial. Se trata de un proyecto realizado por el creador visual michoacano Rogelio Séptimo, quien forma parte de los 25 artistas provenientes de distintos estados de la república y que reunidos en la muestra No más mundos qué conquistar, que se exhibe en el Centro de la Imagen.
"La fotografía es un campo que siempre se amplía porque su realización se hace con el uso de distintas tecnologías. Una bienal como ésta debe integrar esas tecnologías con las que se logra todo tipo imágenes; enunciado como tal, sí, es la primera vez que se integra esta tecnología, que es muy reciente, pero hay que pensar que los programas digitales tienen premisas algorítmicas sobre cómo generar patrones y predicciones. En ese sentido ya ha habido y hay imágenes o fotomontajes con el uso de esa pre-tecnología", explica en entrevista con El Sol de México, Carmen Cebreros Urzaiz, curadora de la bienal.
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"En las bases se hablaba de que el certamen tuviera la intención de que su muestra diera cuenta de la diversidad de formas de hacer fotografía tanto documental y periodística, como artística conceptual, aunque eso es muy ambiguo y los límites son muy complejos", señaló Johan Trujillo Argüelles, directora del Centro de la Imagen.
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GENERAR PRESENCIAS
La propuesta del artista visual Rogelio Séptimo, según explicó él mismo en entrevista, se trata de una serie de retratos generados por Inteligencia Artificial, que fue alimentada con material testimonial y fotografías de archivo, para recrear retratos de familiares de habitantes de la Isla Janitzio, en el lago de Pátzcuaro.
"Pienso que imágenes como estas aportan presencias simbólicas del pasado, una oportunidad de materializar la memoria en un 'retrato', que tiene un sentido único para cada familiar. Un rostro de mi bisabuela figura entre los retratos, que no digo cuál es, porque quiero dejarlo a la interpretación del espectador para así generar una reflexión sobre su propio pasado", dijo el artista.
Agrupadas en distintos núcleos, aunque con uso distintas tecnologías -cámaras de video vigilancia, animaciones de grabados, daguerrotipos, intervenciones pictóricas y, principalmente, fotografías digitales-, las imágenes oscilan en temas de interés social como los feminicidios, la migración, la identidad, la memoria, la explotación de recursos, la destrucción demográfica y urbana y la violencia
"En esta bienal es muy palpable la idea de la fotografía como documento social, aunque hay procedimientos muy variados: desde testimonios en primeras personas y trabajos sobre documentaciones de tránsitos, como proyectos íntimos, pero que sin duda son elementos de denuncia civil, que hablan de coyunturas históricas y políticas importantes", señaló la curadora.
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De estos trabajos se pueden mencionar la propuesta de Fernando Montiel Klint, quien busca hablar de la interacción entre los animales y el ser humano, en la búsqueda de reconocer nuevas relaciones con la misma naturaleza; el trabajo de Anaí Tirado Miranda, un fotomural con 132 fotografías de vallas intervenidas con nombres de víctimas de femicidios y Girn Ro, quien tomó fotografías sobre la producción de la grana cochinilla, para destacar su importancia como medio de producción, pero también como práctica de conocimiento.
De manera paralela a la bienal, el Centro de la Imagen exhibirá una retrospectiva por las diferentes ediciones que ha tendido el certamen, desde sus antecedentes en 1977. Durante este tiempo se han entregado el galardón de esta bienal a 47 artistas y en total alrededor de 300 obras forman parte del archivo del Centro del Imagen, el cual es testigo de la evolución fotográfica nacional durante casi medio centenario.
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