/ martes 22 de marzo de 2022

Investiga el mensaje oculto de La Suave Patria

Víctor Manuel Mendiola señala que en el poema de López Velarde critica a la revolución y a la violencia

El poema La suave patria de Ramón López Velarde es un poliedro. Un tejido en capas de significados, alegorías, reproches, críticas y reflexiones que el poeta concibió no como un texto amoroso a México, sino como un análisis concienzudo, desde su visión, sobre el país de inicios del siglo XX envuelto en la gesta Revolucionaria. Y quien asegure que el texto de 33 estrofas es simple y suave, no ha entendido la esencia del pensamiento del poeta zacatecano.

El investigador Víctor Manuel Mendiola ha dedicado gran parte de su labor al análisis del poema bajo la premisa de que es poliédrico y barroco, y en él se ocultan mensajes jamás entendidos que vislumbran cuál era la verdadera opinión de López Velarde sobre el país y cuál podría ser su salvación.

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En su más reciente investigación Iconografía de La suave patria de Ramón López Velarde, un libro bilingüe editado por Ediciones El Tucán de Virginia y Lady in Black Publications, el investigador señala que el poema se construye como una puesta en escena con un proemio, un primer acto, un intermedio y el segundo acto. En cada uno refiere a un elemento visual, un icono desde el cual reflexiona la condición del país.

"Es complejo, oscuro y poliédrico. No se ve porque López Velarde deliberadamente quiso que no se viera, escondió la parte oscura en versos muy suaves, pero el poema nos da claves para darnos cuenta de que hay varios planos tejidos.. En el sentido estricto es un poema crítico porque por un lado es una critica a la revolución, a la violencia, al machismo y a Obregón. Y por otro lado su construcción responde a una fuerte autoconsciencia de la estructura del poema, no sólo es una respuesta inmediata a la realidad sino también al lenguaje", ataja el investigador en entrevista del poema publicado hace 100 años en la revista El Maestro.

ICONOS DE LA SUAVE PATRIA

Un chuan, entendido como un soldado católico; Cuauhtémoc, visto como el único mártir y posiblemente el único héroe de la historia de México, y la mujer, nombrada Eva y vista como la salvación del país. Son los tres principales iconos que Mendiola encontró en el poema y que refieren a cómo el poeta entendía al país.

"En un nivel más profundo vemos en el proemio a López Velarde como un soldado de cristo, es el chuan donde él se refleja, es un autorretrato. Luego en un primer acto hace el enunciado sobre México, es una definición del país; en el intermedio aparece un retrato de Cuauhtémoc como mártir cristiano, aquí Cuauhtémoc se transforma en una figura del catolicismo, y luego en la segunda parte la mujer con la Virgen María, la segunda Eva, que es la capaz de resolver todos los problemas.

"Nunca antes se había dicho que López Velarde se visualiza como un chuan y hay una corriente doble e implica la constante transmutación del discurso civil a uno religioso en el poema. También me parece muy trascendente la idea de que la clave de la patria es Eva misma, entonces se entiende que López Velarde ve como la clave de México a la mujer y esto significa que en él había una consciencia fuerte de que en la mujer hay una forma de ver el mundo perfecta para resolver problemas fundamentales de la vida, él tenía una conciencia fuerte de eso y el poema está lleno de un espíritu femenino", describe.

POEMA CRÍTICO Y REBELDE

Si bien López Velarde fue maderista y nunca se consideró un reaccionario, el poema es explícitamente crítico contra la violencia, las soluciones caudillistas, el machismo y el autoritarismo.

"Es un defensor de la democracia, pero se rebela contra la violencia, el pensamiento caudillista y detesta la mentalidad del machista como símbolo de autoridad. López Velarde hace espejo con la violencia surgida de la Revolución francesa vista a la distancia como la búsqueda de la libertad que acaba convirtiéndose en el domino del terror y de la violencia", agrega.

El poema La suave patria de Ramón López Velarde es un poliedro. Un tejido en capas de significados, alegorías, reproches, críticas y reflexiones que el poeta concibió no como un texto amoroso a México, sino como un análisis concienzudo, desde su visión, sobre el país de inicios del siglo XX envuelto en la gesta Revolucionaria. Y quien asegure que el texto de 33 estrofas es simple y suave, no ha entendido la esencia del pensamiento del poeta zacatecano.

El investigador Víctor Manuel Mendiola ha dedicado gran parte de su labor al análisis del poema bajo la premisa de que es poliédrico y barroco, y en él se ocultan mensajes jamás entendidos que vislumbran cuál era la verdadera opinión de López Velarde sobre el país y cuál podría ser su salvación.

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En su más reciente investigación Iconografía de La suave patria de Ramón López Velarde, un libro bilingüe editado por Ediciones El Tucán de Virginia y Lady in Black Publications, el investigador señala que el poema se construye como una puesta en escena con un proemio, un primer acto, un intermedio y el segundo acto. En cada uno refiere a un elemento visual, un icono desde el cual reflexiona la condición del país.

"Es complejo, oscuro y poliédrico. No se ve porque López Velarde deliberadamente quiso que no se viera, escondió la parte oscura en versos muy suaves, pero el poema nos da claves para darnos cuenta de que hay varios planos tejidos.. En el sentido estricto es un poema crítico porque por un lado es una critica a la revolución, a la violencia, al machismo y a Obregón. Y por otro lado su construcción responde a una fuerte autoconsciencia de la estructura del poema, no sólo es una respuesta inmediata a la realidad sino también al lenguaje", ataja el investigador en entrevista del poema publicado hace 100 años en la revista El Maestro.

ICONOS DE LA SUAVE PATRIA

Un chuan, entendido como un soldado católico; Cuauhtémoc, visto como el único mártir y posiblemente el único héroe de la historia de México, y la mujer, nombrada Eva y vista como la salvación del país. Son los tres principales iconos que Mendiola encontró en el poema y que refieren a cómo el poeta entendía al país.

"En un nivel más profundo vemos en el proemio a López Velarde como un soldado de cristo, es el chuan donde él se refleja, es un autorretrato. Luego en un primer acto hace el enunciado sobre México, es una definición del país; en el intermedio aparece un retrato de Cuauhtémoc como mártir cristiano, aquí Cuauhtémoc se transforma en una figura del catolicismo, y luego en la segunda parte la mujer con la Virgen María, la segunda Eva, que es la capaz de resolver todos los problemas.

"Nunca antes se había dicho que López Velarde se visualiza como un chuan y hay una corriente doble e implica la constante transmutación del discurso civil a uno religioso en el poema. También me parece muy trascendente la idea de que la clave de la patria es Eva misma, entonces se entiende que López Velarde ve como la clave de México a la mujer y esto significa que en él había una consciencia fuerte de que en la mujer hay una forma de ver el mundo perfecta para resolver problemas fundamentales de la vida, él tenía una conciencia fuerte de eso y el poema está lleno de un espíritu femenino", describe.

POEMA CRÍTICO Y REBELDE

Si bien López Velarde fue maderista y nunca se consideró un reaccionario, el poema es explícitamente crítico contra la violencia, las soluciones caudillistas, el machismo y el autoritarismo.

"Es un defensor de la democracia, pero se rebela contra la violencia, el pensamiento caudillista y detesta la mentalidad del machista como símbolo de autoridad. López Velarde hace espejo con la violencia surgida de la Revolución francesa vista a la distancia como la búsqueda de la libertad que acaba convirtiéndose en el domino del terror y de la violencia", agrega.