/ viernes 14 de octubre de 2022

Philippe Besson y las trampas del poder

El escritor francés Philippe Besson cuenta en su haber con novelas ampliamente reconocidas por la crítica, pero –al menos en Francia– un escándalo político mancha su carrera

Hace años, un antiguo bibliotecario del Instituto Francés de América Latina, Charles Allport, me regaló un ejemplar de En la absence des hommes. Debo confesar que su lectura me impactó.

Ganadora del Prix Emmanuel Roblès en 2001 y ovacionada por la crítica francesa ese mismo año, la primera novela del escritor francés Philippe Besson (Barbézieux, 1968) es no solamente una oda a un amor demasiado peculiar para la época y a los avatares de la adolescencia sino un verdadero recorrido histórico por los caminos del horror de la guerra que echa mano de un sublimado e inventado diálogo franco, profundo, y a la vez sencillo, entre Vincent y Marcel (claro guiño hacia dos gigantes de la cultura universal, Vincent van Gogh y Marcel Proust), tamizado en todo momento por la mirada enormemente poderosa de un personaje principal en extremo joven y atractivo en pleno despertar intelectual, sensual y sexual.

Así, desde la introspección juvenil, la vida, el arte, la muerte, la figura de la madre, la amistad, el amor y el descubrimiento de sí mismo se tornan cruciales asuntos de crucial reflexión en medio de un contexto en donde los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial son sutil y, por momentos, elegantemente esbozados desde la desoladora y brutal realidad de un pueblo, de un país entero en el fondo, Francia, que se ha ido quedando subrepticiamente sin sus jóvenes muchachos y sin sus maduros varones, sin sus hombres.

En l´absence des hommes nos plantea un recorrido por partida doble: una historia a pecho tierra como jamás nadie la había narrado, harto íntima, sobre el alma de un adolescente despertando al mundo justo antes de que éste le explote en el rostro y otra muy desgarradora sobre el nacimiento del bélico siglo XX, cuyas contradicciones marcarán a la humanidad.

El Emmanuel Roblès y la salida ese mismo año de su segunda novela, Son frère, Su hermano, historia que fue llevada a la pantalla grande, llevándose el Oso de Plata del Festival de Berlín (2003), refuerzan en Besson el perfil literario que desea para sí mismo y que lo habrá de caracterizar y encumbrar de ahí en adelante. Ese perfil mediático que hoy en día muchos autores del orbe dicen detestar, en público, pero que apasionadamente desean y promueven, en privado.

Besson tiene la maestría tanto de hacer reflexionar sobre importantes episodios históricos o coyunturales de gran penetración o impacto social, así como de atrapar y de envolver en tramas muy bien contadas, cuyos giros finales casi siempre sacuden gustosamente al lector contemporáneo, ávido de este tipo de sorpresas. Tal vez por eso no fue en absoluto raro ver plasmadas en el cine las historias bessonianas tan enfocadas en el detalle, visualmente hablando, y tan llenas de suspenso e intriga al mismo tiempo.

Instalado en el abierto reconocimiento mediático gracias al séptimo arte, Besson se avoca con pasión a perfeccionar su estilo literario sin descuidar un ápice esos terrenos fílmicos que lo colman de gran popularidad.

Tan es así que, toda proporción guardada, y tratando de emular a Truman Capote (todo mundo quiere ser el nuevo Capote) con A sangre fría, se arriesga a escribir en 2006 L´enfant d´Octobre, una versión novelada del caso Gregory (un niño francés, cuyo cuerpo fue encontrado atado de pies y manos al lado de un río en 1984). Por lo delicado del asunto y por las airadas protestas de personas que se vieron involucradas en el caso, esa vez su tan apostadora y polémica novela no se cristalizó en película (aunque sí hubo producto al respecto, llegado de otras aguas inspiradoras, en Netflix).

Personajes, pues, que enganchan de manera impactante a la primera, pero, sobre todo, gran suspenso e intriga, son los elementos de la fórmula que, hasta hace poco, conformaban el siempre asegurado éxito de la literaria propuesta de Besson, emulada, por cierto, por no pocos autores.

Ahora bien, más allá de su homosexualidad y de su abierto activismo a favor de la comunidad de la diversidad sexual, al parecer su pública amistad con la todavía pareja presidencial francesa, los públicos gustos e intereses compartidos (a saber, todo lo relacionado con lo culturalmente exquisito y con esas mieles reservadas sólo para las élites) y su también abierto activismo político a favor de Macron, desde antes de que este conformara el movimiento En Marche! y hasta su arribo a la presidencia, le han hecho pasar momentos amargos.

Y es que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en un momento dado, modificó una serie de leyes para que fuese competencia del ejecutivo galo la designación de los cónsules de su país. Una vez modificada dicha serie, casi de inmediato, y para sorpresa de todos (sindicatos, el servicio diplomático de carrera, importantes políticos… ), Macron decidió que el consulado en Los Ángeles, California (Estados Unidos), uno de los más codiciados, sería para Besson, cerrando así un ciclo que muchos vieron como pago justo por “los favores recibidos” y que otros tantos tradujeron como la coronación perfecta para una historia más del escritor basada en hechos reales llamada Un personnage de roman, Un personaje de novela.

Foto: AFP


En dicho libro, efectivamente, Besson convirtió a Macron en un personaje muy especial, respetando su bien construida fórmula, al tiempo que aprovechó perfecto la especial coyuntura política en donde el hombre antisistema, ese que no tenía posibilidad ninguna de rozar siquiera el último escalón del poder, al final del día, contra viento y marea, contra todo y contra todos, logra llegar a la cima, a la cúspide… a tocar el cielo. ¿No es ese acaso, en esencia, lo que se espera de “un gran personaje de novela”?

La prensa francesa no tuvo piedad. Lo que más llamó la atención de los medios, de hecho, fue su abierta o simulada estrategia de utilizar la homosexualidad y la fama literaria como el trasfondo sutil de las, a todas luces, reprobables acciones presidenciales en relación con su amigo abiertamente homosexual.

Más allá de lo polémico del autor, como persona, escritor y activista político, admiro la trayectoria de Philippe Besson, aunque prefiero concentrarme en su obra, esa que, por sí sola, haciendo a un lado los vínculos políticos, tiene una innegable calidad, por lo que sería bueno que su literatura se conozca en español mexicano. En este sentido, imposible no dejar de observar lo que decía Michel Foucault en relación con este tipo de falsos dilemas: la obra tiene vida propia y es independiente del autor.

Que Besson, tan mediático como lo fue, como lo es y le gusta ser, sopese a conciencia el peligro de confundir a los amigos de verdad con ciertos personajes de sus tramas, sobre todo con aquellos que, encima, en estricta investidura, no son más que la esencia misma del epicentro del poder político francés. Ojalá recuerde que un reconocimiento a la literatura y a las artes así de íntimo, pero, sobre todo, casi por decreto, por parte del poder, suele ser una daga de doble filo cuya letalidad se deja sentir cuando ya es demasiado tarde.

¿Quién es Philippe Besson?

Nacido en enero de1967 en Barbezieux-Saint-Hilaire, Francia, Besson es novelista, dramaturgo y guionista. Su primera novela En l´absence des hommes, fue publicada en 2001 y recibió ese mismo año el premio Emmanuel-Roblés de la Academia Goncourt. También en 2001 publica Su hermano, que fue llevada al cine por Patrice Chéreau quien recibió el Oso de Plata del Festival de Berlín en 2003 por dicha película. En 2003, aparece Un muchacho italiano que fue seleccionada para los premios Goncourt y Medicis. En 2004 publica Les jours frágiles que a pesar de una crítica desfavorable, es llevada también al cine.

Para 2006 publica L´enfant d´Octobre, rodeada de polémica por ser una narración novelada del caso Gregory, de trascendencia en Francia, debido a que algunos personajes, todavía viven.

Ha publicado una veintena de novelas, muchas de las cuales han sido adaptadas al cine y al teatro. Cuenta con los premios Masion de la Presse, el Grand Prix RTL-Lire y el Prix Emmanuel-Roblès, y ha sido distinguido como Caballero de las Artes y de las Letras por su contribución al esplendor de las artes y las letras en Francia y en el mundo. Sus obras han sido traducidas a más de veinte idiomas.

Hace años, un antiguo bibliotecario del Instituto Francés de América Latina, Charles Allport, me regaló un ejemplar de En la absence des hommes. Debo confesar que su lectura me impactó.

Ganadora del Prix Emmanuel Roblès en 2001 y ovacionada por la crítica francesa ese mismo año, la primera novela del escritor francés Philippe Besson (Barbézieux, 1968) es no solamente una oda a un amor demasiado peculiar para la época y a los avatares de la adolescencia sino un verdadero recorrido histórico por los caminos del horror de la guerra que echa mano de un sublimado e inventado diálogo franco, profundo, y a la vez sencillo, entre Vincent y Marcel (claro guiño hacia dos gigantes de la cultura universal, Vincent van Gogh y Marcel Proust), tamizado en todo momento por la mirada enormemente poderosa de un personaje principal en extremo joven y atractivo en pleno despertar intelectual, sensual y sexual.

Así, desde la introspección juvenil, la vida, el arte, la muerte, la figura de la madre, la amistad, el amor y el descubrimiento de sí mismo se tornan cruciales asuntos de crucial reflexión en medio de un contexto en donde los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial son sutil y, por momentos, elegantemente esbozados desde la desoladora y brutal realidad de un pueblo, de un país entero en el fondo, Francia, que se ha ido quedando subrepticiamente sin sus jóvenes muchachos y sin sus maduros varones, sin sus hombres.

En l´absence des hommes nos plantea un recorrido por partida doble: una historia a pecho tierra como jamás nadie la había narrado, harto íntima, sobre el alma de un adolescente despertando al mundo justo antes de que éste le explote en el rostro y otra muy desgarradora sobre el nacimiento del bélico siglo XX, cuyas contradicciones marcarán a la humanidad.

El Emmanuel Roblès y la salida ese mismo año de su segunda novela, Son frère, Su hermano, historia que fue llevada a la pantalla grande, llevándose el Oso de Plata del Festival de Berlín (2003), refuerzan en Besson el perfil literario que desea para sí mismo y que lo habrá de caracterizar y encumbrar de ahí en adelante. Ese perfil mediático que hoy en día muchos autores del orbe dicen detestar, en público, pero que apasionadamente desean y promueven, en privado.

Besson tiene la maestría tanto de hacer reflexionar sobre importantes episodios históricos o coyunturales de gran penetración o impacto social, así como de atrapar y de envolver en tramas muy bien contadas, cuyos giros finales casi siempre sacuden gustosamente al lector contemporáneo, ávido de este tipo de sorpresas. Tal vez por eso no fue en absoluto raro ver plasmadas en el cine las historias bessonianas tan enfocadas en el detalle, visualmente hablando, y tan llenas de suspenso e intriga al mismo tiempo.

Instalado en el abierto reconocimiento mediático gracias al séptimo arte, Besson se avoca con pasión a perfeccionar su estilo literario sin descuidar un ápice esos terrenos fílmicos que lo colman de gran popularidad.

Tan es así que, toda proporción guardada, y tratando de emular a Truman Capote (todo mundo quiere ser el nuevo Capote) con A sangre fría, se arriesga a escribir en 2006 L´enfant d´Octobre, una versión novelada del caso Gregory (un niño francés, cuyo cuerpo fue encontrado atado de pies y manos al lado de un río en 1984). Por lo delicado del asunto y por las airadas protestas de personas que se vieron involucradas en el caso, esa vez su tan apostadora y polémica novela no se cristalizó en película (aunque sí hubo producto al respecto, llegado de otras aguas inspiradoras, en Netflix).

Personajes, pues, que enganchan de manera impactante a la primera, pero, sobre todo, gran suspenso e intriga, son los elementos de la fórmula que, hasta hace poco, conformaban el siempre asegurado éxito de la literaria propuesta de Besson, emulada, por cierto, por no pocos autores.

Ahora bien, más allá de su homosexualidad y de su abierto activismo a favor de la comunidad de la diversidad sexual, al parecer su pública amistad con la todavía pareja presidencial francesa, los públicos gustos e intereses compartidos (a saber, todo lo relacionado con lo culturalmente exquisito y con esas mieles reservadas sólo para las élites) y su también abierto activismo político a favor de Macron, desde antes de que este conformara el movimiento En Marche! y hasta su arribo a la presidencia, le han hecho pasar momentos amargos.

Y es que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en un momento dado, modificó una serie de leyes para que fuese competencia del ejecutivo galo la designación de los cónsules de su país. Una vez modificada dicha serie, casi de inmediato, y para sorpresa de todos (sindicatos, el servicio diplomático de carrera, importantes políticos… ), Macron decidió que el consulado en Los Ángeles, California (Estados Unidos), uno de los más codiciados, sería para Besson, cerrando así un ciclo que muchos vieron como pago justo por “los favores recibidos” y que otros tantos tradujeron como la coronación perfecta para una historia más del escritor basada en hechos reales llamada Un personnage de roman, Un personaje de novela.

Foto: AFP


En dicho libro, efectivamente, Besson convirtió a Macron en un personaje muy especial, respetando su bien construida fórmula, al tiempo que aprovechó perfecto la especial coyuntura política en donde el hombre antisistema, ese que no tenía posibilidad ninguna de rozar siquiera el último escalón del poder, al final del día, contra viento y marea, contra todo y contra todos, logra llegar a la cima, a la cúspide… a tocar el cielo. ¿No es ese acaso, en esencia, lo que se espera de “un gran personaje de novela”?

La prensa francesa no tuvo piedad. Lo que más llamó la atención de los medios, de hecho, fue su abierta o simulada estrategia de utilizar la homosexualidad y la fama literaria como el trasfondo sutil de las, a todas luces, reprobables acciones presidenciales en relación con su amigo abiertamente homosexual.

Más allá de lo polémico del autor, como persona, escritor y activista político, admiro la trayectoria de Philippe Besson, aunque prefiero concentrarme en su obra, esa que, por sí sola, haciendo a un lado los vínculos políticos, tiene una innegable calidad, por lo que sería bueno que su literatura se conozca en español mexicano. En este sentido, imposible no dejar de observar lo que decía Michel Foucault en relación con este tipo de falsos dilemas: la obra tiene vida propia y es independiente del autor.

Que Besson, tan mediático como lo fue, como lo es y le gusta ser, sopese a conciencia el peligro de confundir a los amigos de verdad con ciertos personajes de sus tramas, sobre todo con aquellos que, encima, en estricta investidura, no son más que la esencia misma del epicentro del poder político francés. Ojalá recuerde que un reconocimiento a la literatura y a las artes así de íntimo, pero, sobre todo, casi por decreto, por parte del poder, suele ser una daga de doble filo cuya letalidad se deja sentir cuando ya es demasiado tarde.

¿Quién es Philippe Besson?

Nacido en enero de1967 en Barbezieux-Saint-Hilaire, Francia, Besson es novelista, dramaturgo y guionista. Su primera novela En l´absence des hommes, fue publicada en 2001 y recibió ese mismo año el premio Emmanuel-Roblés de la Academia Goncourt. También en 2001 publica Su hermano, que fue llevada al cine por Patrice Chéreau quien recibió el Oso de Plata del Festival de Berlín en 2003 por dicha película. En 2003, aparece Un muchacho italiano que fue seleccionada para los premios Goncourt y Medicis. En 2004 publica Les jours frágiles que a pesar de una crítica desfavorable, es llevada también al cine.

Para 2006 publica L´enfant d´Octobre, rodeada de polémica por ser una narración novelada del caso Gregory, de trascendencia en Francia, debido a que algunos personajes, todavía viven.

Ha publicado una veintena de novelas, muchas de las cuales han sido adaptadas al cine y al teatro. Cuenta con los premios Masion de la Presse, el Grand Prix RTL-Lire y el Prix Emmanuel-Roblès, y ha sido distinguido como Caballero de las Artes y de las Letras por su contribución al esplendor de las artes y las letras en Francia y en el mundo. Sus obras han sido traducidas a más de veinte idiomas.

Justicia

FGR consigue extradición de Eduardo León Trauwitz acusado de huachicol

Mexicó logró la extradición de Trauwitz desde Canadá, quien se encontraba detenido en ese país desde 2021

Elecciones 2024

Secuestran a candidato del PT por la alcaldía de Frontera Comalapa, Chiapas

Fuentes de seguridad confirmaron que Rey David Gutiérrez, candidato del PT a la alcaldía de Frontera Comalapa fue secuestrado

Política

Mauricio Vila pedirá licencia a partir del 7 de mayo como gobernador de Yucatán

Mauricio Vila, gobernador de Yucatán, debe separarse de su cargo para conservar su candidatura como suplente a una senaduría plurinominal

Justicia

Juez ordena liberar a 'Don Rodo', hermano de 'El Mencho'

El presunto criminal fue ingresado al penal del Altiplano; el juez señala irregularidades en su detención

Sociedad

Reportan tres personas lesionadas por caída de avioneta en Atizapán

Los lesionados son una mujer de 26 años, y dos hombres de 29 y 25 años, quienes no se reportan graves

Finanzas

México y China reanudan vuelos directos en mayo

El embajador de China en México, Zhang Run, anunció la ruta que operará China Southern Airlines a partir del 11 de mayo