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En el marco del 54 aniversario del asalto al cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua, y con el propósito de recuperar la memoria histórica de los movimientos guerrilleros del país, el Premio Nacional Carlos Montemayor 2019 fue otorgado a dos de los sobrevivientes, Florencio Lugo Hernández y Francisco Ornelas Gómez.
Estos premios se han otorgado desde hace 9 años, como un homenaje al escritor y traductor mexicano, activista social en defensa de las comunidades indígenas y de los grupos más vulnerables del país.
“Montemayor estaba comprometido con las luchas sociales y justamente es hacer entrega de reconocimientos a esos luchadores sociales, a músicos que tengan que ver con los temas populares y de la lucha, además a periodistas quienes le dan voz a los que no la tienen”, dijo Susana de la Garza, presidenta del comité organizador a El Sol de México.
En la ceremonia realizada en el Complejo Cultural Los Pinos, también se reconoció al músico y cantante Francisco Madrigal uno de los pioneros de la canción comprometida con el pueblo, autor de Jacinto Cenobio cantada en todo América por Alfredo Zitarrosa, Amparo Ochoa, Tania Libertad, Oscar Chávez, entre otros. Así como a las Mujeres del Alba y a los demás compañeros que hicieron posible la gesta heroica de 1965.
Durante el acto, en varias ocasiones, los asistentes lanzaron gritos para "los valientes que luchan". Posteriormente se cantaron algunas de las piezas de Francisco Madrigal y se proyectó la película Las Armas, basada en el libro del escritor Carlos Montemayor.
Por su parte, David Cilia Olmos, coordinador del premio, explicó “cuando murió el poeta, decidimos que se tenía que honrar su memoria, pero desde el aspecto que era un determinante en él, su sensibilidad social, su posición ante los movimientos sociales y su compromiso ante los pueblos indígenas”.
Añadió que antes de Montemayor, la guerrilla estaba tratada con desprecio total en los medios de comunicación y la literatura, y después fue quien dio esa imagen de respeto e impuso el “vamos a hablar del otro que se levanta en armas, pero entendiéndolo y respetando su dignidad y no atacarlo”.
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