| El Heraldo de Tabasco |
V ILLAHERMOSA.- Con más de 250 mil visitantes en promedio al año, el Parque Museo de La Venta es junto con la Laguna de las Ilusiones un icono emblemático de la ciudad de Villahermosa, ya que además de contar con una de las más grandes colecciones de piezas pertenecientes a la cultura olmeca, primera civilización de Mesoamérica, es un sitio de impresionante vegetación que asombra a los turistas de cualquier parte del mundo.
Situado justo a orillas de la citada laguna y colindante con el boulevard Adolfo Ruiz Cortines, -mismo que forma parte de la carretera federal 180, conocida anteriormente como Circuito del Golfo, el Parque Museo de La Venta es un espacio de 6.5 hectáreas al aire libre, el cual está dividido en dos áreas: el área arqueológica y el área zoológica.
El área zoológica se localiza a la entrada del parque, y muestra especies representativas de la región, colocadas en fosos o en jaulas. Posteriormente se accede a la parte arqueológica en la que los visitantes pueden admirar obras procedentes del asentamiento arqueológico La Venta, en Huimanguillo, Tabasco, entre las que destacan figuras humanas representadas en altares, estelas y cabezas colosales. También se representan animales y seres fantásticos.
Ambas áreas representan un importante activo para la vida cultural de la entidad.
De acuerdo al Instituto Estatal de Cultura, instancia encargada de la administración del inmueble, el área zoológica alberga actualmente 38 especies representativas de la región entre aves, mamíferos y reptiles, lo que hace un total de más de 550 organismos, entre las que destacan ejemplares de jaguares, cocodrilos y quelonios, y otras especies de animales silvestres, así como muestras de plantas de ornato, árboles frutales, medicinales y maderables que forman parte de la vegetación típica de la región.
Mientras que por las noches se cuenta con el servicio de Espectáculo de Luz y Sonido, el cual incluye un recorrido por 13 de los monumentos que se exhiben en este parque, mientras se reproducen sonidos de la selva, fragmentos poéticos de la obra de Carlos Pellicer Cámara, impulsor de este proyecto, así como narraciones sobre la historia del traslado de los monumentos que realizara el “Poeta de América”, de la ciudad prehispánica de La Venta a este espacio maravilloso.
Otras actividades que los visitantes pueden encontrar en este sitios son: Talleres infantiles, exposiciones, conferencias, charlas, visitas guiadas, asesoría de tareas y consulta de textos.
En cuanto a los servicios que ofrece, se cuenta con una sala de usos múltiples, área de consulta, información turística, venta de artesanías regionales, cafetería con palapas de descanso y amplio estacionamiento.
Durante los recorridos por este emblemático parque rodeado de una espesa vegetación, se pueden observar las cabezas colosales y el resto de monumentos desde La Venta, Huimanguillo, donde en 1925 fue descubierto un centro político-religioso de la Cultura Olmeca, que floreció entre los años 1200 y 400 antes de Cristo.
En el trayecto dentro del área selvática pueden observarse los monolitos, numerados por monumentos, entre ellos: la Cabeza Colosal, el Altar Triunfal con rostro de jaguar, la Estela del Rey, El Hombre Barbado, El Viejo Guerrero, El Joven Guerrero, una Tumba de columnas de basalto.
El museo cuenta una colección de 36 monumentos arqueológicos entre altares, estelas, cabezas colosales y 33 monolitos que datan de los años 1300 a 200 a.C.
Durante muchos años, además de las cabezas colosales, el atractivo principal fue el cocodrilo “Papillón”, que fue disecado tras morir en enero del 2014 y que sigue despertando la curiosidad de los visitantes al ser exhibido en una de las áreas de descanso del lugar en donde vivió por más de 40 años.
/rp