Miles de sonorenses, medios de comunicación del país e internacionales se reunieron en el concierto que ofreció en Hermosillo el tenor reconocido Plácido Domingo, ante más de 20 mil asistentes que se dieron cita en estadio Sonora.
El cantante estuvo acompañado del tenor sonorense Arturo Chacón Cruz, además de la soprano puertorriqueña Ana María Martínez con quien Plácido se dio el tiempo de bailar por un momento en el escenario.
Antes de comenzar el concierto el tenor se dio el tiempo para ensayar con la Orquesta Filarmónica de Sonora, que estuvo dirigida por David Hernández Bretón.
El tenor entró al escenario y saludó a los presentes para después comenzar a cantar el tema Nemico della patria.
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Una de estas personas era la joven Camila Cornejo, quien junto a su madre solía escuchar un viejo disco de Los Tres Tenores cuando cursaba la secundaria, por lo que espera que esta presentación la transporte a aquellos momentos inalcanzables de su niñez.
“Es algo que nos da mucha nostalgia, es una música que aunque suene anticuada nos unió a mi mamá y a mí, por eso le guardo tanto cariño”, señaló Camila, mientras llevaba del brazo a su progenitora, Adriana, quien se apoyaba con un bastón.
A algunas de los espectadores el fervor operístico los sorprendió en los lugares más insospechados, tal fue el caso de un hombre quien sucumbió ante la tentación de entonar el famoso O sole mio dentro de una de las letrinas del estadio.
El sonrojo en las mejillas del individuo se hicieron evidentes cuando sus esfuerzos fueron aplaudidos con efusión por una misma suerte de audiencia improvisada, quienes no dejaron pasar la oportunidad de congratular al maestro.
Los grupos de individuos, quienes lucían por la disparidad de las clases sociales entre ellos, miraban sus boletos con la preocupación de llegar tarde, al tiempo que las primeras notas del ensayo de Domingo inundaron las paredes del recinto.
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Las celebridades
Actores como David Zepeda, Sergio Goyri, Inés Gómez Mont, Jorge Reynoso y muchos más artistas estuvieron presentes durante el concierto que ofreció el tenor, puesto que además de ser un gran cantante, dicha presentación tiene como objetivo ayudar a los niños de padres jornaleros de la comunidad indígena Triqui, ubicada en la Comisaría Miguel Alemán.
Los vendedores de frituras y aguas frescas no cesaban de comercializar sus productos, aunque consideraron que fue una venta normal en un concierto normal: uno más al que iban a vender.
Niños, jóvenes, adultos, y ancianos seguían transitando hacia las puertas de acceso, los elementos policiales no pararon de ordenar el tráfico de autos que seguían llegando de los embotellamientos, mientras que Plácido, simplemente seguía cantándole al Estado de Sonora.
Proyecto en puerta
El plan consiste en crear un albergue, por lo que Antonio Martínez Altamirano, de la comunidad Triqui, recordó que los recursos invertidos en este proyecto son el resultado de las ventas de boletos del concierto de Plácido Domingo.
Indicó que la construcción de este recinto beneficiará a los niños, quienes en ocasiones no comen en tiempo y forma debido a que sus padres se encuentran trabajando.
La despedida
El tenor español se despidió como a los sonorenses les gusta, con mariachi y una de las canciones más respetadas Sonora querida, la cual fue coreada por los hermosillenses.
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