Los solsticios han llamado la atención de la humanidad a lo largo de la historia, muchas culturas le han dado distintos significados a este particular fenómeno, siendo el de los mexicas uno de los más llamativos.
En la actualidad se sabe que los solsticios de verano e invierno son una referencia para marcar el cambio de las estaciones junto a los equinoccios de otoño y primavera. Incluso los meteorólogos de la modernidad se basan en registros de temperatura para establecer los tiempos de las estaciones.
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De acuerdo con el medio especializado en geografía, National Geographic los solsticios se dan debido a que el eje de rotación de la Tierra está inclinado a 23,4 grados respecto a la órbita terrestre alrededor del Sol. La inclinación implica el cambio estaciones de nuestro planeta, pues los hemisferios norte y sur no reciben la misma cantidad de luz solar a lo largo del año.
De marzo a septiembre, el hemisferio norte se encuentra más inclinado hacia el Sol, lo que genera que la primavera y el verano. De septiembre a marzo, el hemisferio norte está más alejado, por lo mismo se provoca el otoño y el invierno, pues las estaciones del hemisferio sur están invertidas.
¿Cómo percibían el Solsticio de Invierno los mexicas?
Jesús Galindo, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, explica en "El día del sol inmóvil" de la Revista UNAMirada a la Ciencia, que los mexicas percibieron que dicho fenómeno natural aparenta que, a lo largo del año, el sol no sale ni se pone siempre desde el mismo lugar da la impresión de que recorre todo el cielo
Notaron que por unos días el sol no tiene movimiento, por lo que se comenzó a realizar una festividad para celebrar el “nacimiento” del siguiente ciclo. Una fiesta dedicada al dios de la guerra mexica, Huitzilopochtli.
Se trata del primer día de Panquetzaliztli, el cual conmemoraba al sol renovado, es decir, Huitzilopochtli. Dicha renovación estaba marcada por el solsticio de invierno, en el que se observa como el sol llega hasta el límite izquierdo del poniente y comienza su camino hacia el lado derecho. Destacara que este festejo coincidía con la celebración cristiana del nacimiento de Jesucristo.
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Durante el Panquetzaliztli los aztecas celebraban en grande, se trataba de un festejo de veinte días del decimoquinto mes mexica.
En la noche y al día siguiente había fiesta en todas las casas, donde se obsequiaba a los invitados comida e ídolos pequeños hechos de maíz azul, tostado y molido, mezclado con miel negra de maguey.
Cabe mencionar que .la celebración al sol renovado, tuvo una gran relevancia religiosa y esotérica, lo cual provocó la creación de dioses y mitos que conformaron a la sociedad de aquella época.
De acuerdo con Sergio Sánchez Vásquez, investigador del Área Académica de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), señala en "El Panquetzaliztli, la celebración decembrina de los mexicas" que en dichos festejos, los grandes señores, los guerreros y los pochtecas (comerciantes) tenían que aportar de forma forzosa a cautivos, quienes escenificaban la lucha de Huitzilopochtli contra los 400 huitznáhua y la Coyolxauhqui.
Tras la batalla simulada, seguían los sacrificios de los guerreros en la cima del Templo Mayor, éstos eran dedicados a Huitzilopochtli. En dicha ceremonia religiosa, a los cautivos se les abría el pecho para extirpar el corazón y ofrendar al Sol.
Finalmente, Jesús Galindo explica que los mexicas percibían con cierto miedo el solsticio de invierno debido a que su dios de vida (el Sol), era símbolo del movimiento, al permanecer quieto, les generaba el temor de que éste dejase de alumbrar. Por lo mismo se daban los sacrificios, una ofrenda para que el sol siguieran movimiento.
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