Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, reconoció que “no han tenido mucha suerte” los llamados de atención enviados a las casas subastadoras, las galerías y el gobierno francés para detener la venta ilegal de piezas prehispánicas de México ocurridas en meses recientes, aunque aseguró que se trabaja en una ley para regularizar el comercio ilegal.
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“La legislación en Francia es más difícil y se está trabajando de gobierno a gobierno para lograr mejores prácticas para que el patrimonio de México no sea vendido en las galerías de arte de otro país. No hemos tenido el éxito como en las colecciones que enviamos cartas y las colecciones se retiran del mercado, en las piezas ha sido más complejo”, dijo la funcionaria en conferencia de prensa.
Frausto precisó que en el tiempo de la actual administración se han recuperado cuatro mil 906 bienes del patrimonio cultural de México, que se pretendía comercializar en Estados Unidos, Australia, Italia y Alemania.
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“Hay un sistema como el de derechos humanos que es el derechos culturales y es parte de la agenda 2030, que visibiliza y reconoce los procesos culturales en aquellos lugares donde no había una agenda cultural vital. Se están dando buenas prácticas para generar colaboraciones de ida y vuelta en donde los puentes sean más paralelos y no estén tan inclinados a la ilegalidad”, añadió.
La búsqueda de una ley para proteger el patrimonio cultural del país resulta de las subastas en París, principalmente, de piezas prehispánicas en el último año, que a pesar de recibir una demanda por parte del gobierno mexicano y un llamado a detener la venta por parte del INAH, éstas se realizan sin contratiempos.
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La más reciente fue en febrero pasado cuando la casa de subastas Christie‘s puso en remate 40 objetos de los cuales el INAH denunció que al menos tres no eran piezas auténticas. El monto recaudado en toda la venta fue de dos millones 53 mil euros, que equivale a más de 61 millones de pesos, y en esta ocasión las cartas del gobierno mexicano solicitando la suspensión de la subasta fueron, una vez más, ignoradas por Francia.
