/ sábado 18 de febrero de 2017

Estalla la violencia en el Pirata Fuente''

La violencia regresó al Fútbol mexicano, luego de que en laparte final del juego entre Veracruz y Tigres se desatara laviolencia en las tribunas del Estadio "Luis Pirata Fuente'' entreseguidores de ambos equipos.

El cotejo culminó con marcados de tres goles por cero a favordel equipo regiomontano y justo el concretarse el tercer gol de losfelinos detonó en una pelea generalizada en una de las cabecerasestadio.

Durante varios minutos, las aficiones de ambos equipos seenfrascaron en un intercambio de golpes, se arrojaron objetos ydejaron un saldo muy lejano al blanco que se esperaba.p;

La trifulca comenzó entre la barra de Tigres en contra de losseguidores veracruzanos; sin embargo, un sector de la barra de losTiburones rodeó la tribuna hasta llegar al otro lado del estadiopara perseguir a todos los que portaban la camiseta de laUniversidad Autónoma de Nuevo León.

Al percatarse de lo sucedido, Ricardo Ferrettí y los jugadoresde Tigres se acercaron a la zona de los hechos para pedir calma asus hinchas, quienes fueron golpeados por grupos de fanáticos delos escualos.

La seguridad del inmueble? Brillo por su ausencia, lo que desatóla ira del “Tuca”, a quien se le pudo ver reclamar airadamentea miembros de seguridad pública sobre el terreno de juego.Posteriormente el timonel felino se fue al túnel que lo condujo alos vestidores, no sin antes manotear con furia debido a que desdela tribuna le arrojaron un sin número de vasos con cerveza y otroslíquidos.

La noche del viernes no será recordado no por la exhibición deTigres, y si por el combate espontáneo en el graderío que dejarámás de una imagen que dará de que hablar. (Alejandro Alfaro /Fotos: Ramón Romero)

Dueñas muestra las heridas de la trifulca


El juego


El campeón ya despertó. Su sueñofue largo y pesado. Parece que la resaca del campeonato lopersiguió durante varias semanas, pero en su visita a Veracruz,Tigres volvió a rugir, y lo hizo con autoridad, con un triunfo queno dejó dudas de su superioridad en el terreno de juego, 0-3final.

Lo lamentable se dio al final del juego. Variosseguidores rojos agredieron a los visitantes, en un acto que nodebe de quedar impune por la Liga MX.

Con sus respectivas urgencias y necesidades, ambossaltaron al terreno de juego. Bajo ese tenor, los Tiburones fueronlos que intentaron marcar el ritmo e imponer condiciones. Sinembargo, se encontraron con un Tigres dominador de un sistema,orden y parado.

La primera parte de la tarea estabahecha por el campeón; nulificar a su rival. Gignac increíblementedejó ir una anotación cantada en un centro venenoso de LuisQuiñones.

Quiñones y Gignac celebrando

Después, Sosa fue el responsable de ahogar el gritode gol con un tiro que se fue apenas por un costado. Tigres no sefue arriba en el marcador de milagro.

Con el inicio del complemento, el tiroteo felinocontinuó. Sosa, Advíncula, Gignac; todos estuvieron muy cerca. Lapuntería por fin le brilló a Tigres. El “Chuco” cedió paraGignac, quien esta vez no tuvo piedad.

La estocada de Tigres trajo consigo la tranquilidad.Ahora fue el galo quien habilitó a Quiñones. Luis agradeció elgesto, con una palomita puso el 0-2. La fiesta la cerró JürgenDamm con un pase a la red solito.

En plena efervescencia felina, los ánimos secalentaron en la grada. La gente veracruzana agredió a losvisitantes. De todo se vio en las alturas del “Pirata”, inclusoun golpe a Dueñas con una botella. Espantoso final en el“Pirata” Fuente.

La violencia regresó al Fútbol mexicano, luego de que en laparte final del juego entre Veracruz y Tigres se desatara laviolencia en las tribunas del Estadio "Luis Pirata Fuente'' entreseguidores de ambos equipos.

El cotejo culminó con marcados de tres goles por cero a favordel equipo regiomontano y justo el concretarse el tercer gol de losfelinos detonó en una pelea generalizada en una de las cabecerasestadio.

Durante varios minutos, las aficiones de ambos equipos seenfrascaron en un intercambio de golpes, se arrojaron objetos ydejaron un saldo muy lejano al blanco que se esperaba.p;

La trifulca comenzó entre la barra de Tigres en contra de losseguidores veracruzanos; sin embargo, un sector de la barra de losTiburones rodeó la tribuna hasta llegar al otro lado del estadiopara perseguir a todos los que portaban la camiseta de laUniversidad Autónoma de Nuevo León.

Al percatarse de lo sucedido, Ricardo Ferrettí y los jugadoresde Tigres se acercaron a la zona de los hechos para pedir calma asus hinchas, quienes fueron golpeados por grupos de fanáticos delos escualos.

La seguridad del inmueble? Brillo por su ausencia, lo que desatóla ira del “Tuca”, a quien se le pudo ver reclamar airadamentea miembros de seguridad pública sobre el terreno de juego.Posteriormente el timonel felino se fue al túnel que lo condujo alos vestidores, no sin antes manotear con furia debido a que desdela tribuna le arrojaron un sin número de vasos con cerveza y otroslíquidos.

La noche del viernes no será recordado no por la exhibición deTigres, y si por el combate espontáneo en el graderío que dejarámás de una imagen que dará de que hablar. (Alejandro Alfaro /Fotos: Ramón Romero)

Dueñas muestra las heridas de la trifulca


El juego


El campeón ya despertó. Su sueñofue largo y pesado. Parece que la resaca del campeonato lopersiguió durante varias semanas, pero en su visita a Veracruz,Tigres volvió a rugir, y lo hizo con autoridad, con un triunfo queno dejó dudas de su superioridad en el terreno de juego, 0-3final.

Lo lamentable se dio al final del juego. Variosseguidores rojos agredieron a los visitantes, en un acto que nodebe de quedar impune por la Liga MX.

Con sus respectivas urgencias y necesidades, ambossaltaron al terreno de juego. Bajo ese tenor, los Tiburones fueronlos que intentaron marcar el ritmo e imponer condiciones. Sinembargo, se encontraron con un Tigres dominador de un sistema,orden y parado.

La primera parte de la tarea estabahecha por el campeón; nulificar a su rival. Gignac increíblementedejó ir una anotación cantada en un centro venenoso de LuisQuiñones.

Quiñones y Gignac celebrando

Después, Sosa fue el responsable de ahogar el gritode gol con un tiro que se fue apenas por un costado. Tigres no sefue arriba en el marcador de milagro.

Con el inicio del complemento, el tiroteo felinocontinuó. Sosa, Advíncula, Gignac; todos estuvieron muy cerca. Lapuntería por fin le brilló a Tigres. El “Chuco” cedió paraGignac, quien esta vez no tuvo piedad.

La estocada de Tigres trajo consigo la tranquilidad.Ahora fue el galo quien habilitó a Quiñones. Luis agradeció elgesto, con una palomita puso el 0-2. La fiesta la cerró JürgenDamm con un pase a la red solito.

En plena efervescencia felina, los ánimos secalentaron en la grada. La gente veracruzana agredió a losvisitantes. De todo se vio en las alturas del “Pirata”, inclusoun golpe a Dueñas con una botella. Espantoso final en el“Pirata” Fuente.

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