Luis García Olivo
Silenciosos, pero optimistas por lo realizado en Estados Unidosy Panamá, parte de la Selección Nacional arribó a nuestro paíscon los primeros cuatro puntos de la eliminatoria mundialista.
En el papel se tenía previsto una igualada en Columbus y untriunfo en Ciudad de Panamá, pero todo salió viceversa. Méxicose impuso en el estado de Ohio y quebrantó la maldición de LaCongeladora, pero después pecó del exceso de confianza contralos canaleros para sacar solamente un punto.
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Sin embargo, sumar en materia de visitante es loverdaderamente importante y más en un Hexagonal, que en laspasadas ediciones se le ha indigestado a México.
De la mano de Juan Carlos Osorio, el equipo sumó cuatro puntos,iniciaron con el pie derecho y retorna la confianza a su ciclo,pero también no es tiempo de echar las campanas al vuelo porque elentrenador colombiano no ha logrado nada.
Así que “el trabajo es lo único importante” y espera queéste le sonría a largo plazo en el Tricolor, recordaba elentrenador colombiano en uno de los vestíbulos del aeropuertocapitalino de la Ciudad de México.
Abriéndose paso entre cámaras y micrófonos, Rafael Márquez,Hirving Lozano, Jürgen Damm, Hugo Ayala, Néstor Araujo, JesúsCorona y Jesús Dueñas también arribaban al país en lo quecuriosamente fue el inicio del Hexagonal, pero fue la última fechaFIFA del año, por lo que inmediatamente se dirigieron a susrespectivas ciudades y no ofrecieron palabras a la prensa.
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Aunque Osorio ya no pudo comentar más debido al lío que se dioentre los integrantes de los medios de comunicación, jugadores yfanáticos, sí se le pudo observar más tranquilo en comparacióna la víspera del par de duelos donde la presión lo comenzaba anublar.
Al entrenador se le vio despejado, alegre y con una leve sonrisaque le dará fuerza para el arranque del próximo 2017 en dondetendrá de todo un poco, desde el Hexagonal, Copa Confederacionesde Rusia 2017 y Copa Oro.