Desafía a la muerte a 90 kilómetros por hora, desde unaplataforma de 27 metros de altura. El valor del deporte corre porsus venas. El clavadista Jonathan Paredes se ha convertido en untemerario que rompe las barreras del viento a dos segundos nuevecentésimas.
Para el mexicano no es fácil enfrentar a la naturaleza, ya quetambién le impone el mar, pero su disciplina y constancia en lossaltos le ha llevado a conocer algunas partes del mundo, graciasademás a su entrenador Orlando Duque, a quien sigue admirando porla fortaleza que tiene y que le transmite en cada competencia.
Jonathan Paredes visitó la redacción del ESTO y platicó desus hazañas, sus temores, sus desafíos, de su familia que nuncaha querido que lo vean hacer sus clavados en vivo y de su esposa,quien le inspira sabiduría y mucho amor para continuar encarandolos vientos y los mares.
Clavadista amateur desde los seis años, fue a los trece añoscuando le invitaron a hacer un show de clavados en la feria deChapultepec, donde lo visualizó un entrenador que lo invitó aganarse un dinero haciendo este tipo de encuentros. Así duró casitrece años para después empezar a ser un intrépido que a pesarde tantas participaciones, es muy respetuoso de las plataformas yde los mares donde se sumerge no sin antes encomendarse al sersupremo para que nada grave le pase.
“No hay proceso en el mundo donde te estés preparando desdelos 27 metros. Siempre estás tirándote desde los diez metroshasta que llega la competencia principal. No existe alguien conexperiencia que nos entrene para estas alturas. Ese es otro de losfactores que existen porque en verdad, es algo riesgosohacerlo”.
El tour donde compite al año consta de seis eventos, algunoscomo el Mundial del Red Bull Cliff Diving, donde ya ganó el tercerlugar mundial, y los escenarios pueden ser desde un lago, hasta elmar, donde el principal enemigo para ellos es el viento.
“En esos instantes no sabes quién está viendo lascompetencias. Es tanto el miedo que da, que solo te concentras enque debes hacer bien el salto. Es una gran desconexión de todo,porque un riesgo de error es la muerte. En todos los saltosarriesgas la vida. He visto personas con accidentes impresionantesque jamás regresan a esta actividad”.
Paredes Bernal impacta al mundo, a los seguidores del deporteextremo, pero es algo que no recomienda a la gente a que lohaga.
“Se necesita tener mucho valor. Solo tienes un traje de bañopuesto y la bendición de Dios para lograr el objetivo. Mi saltoconsta de cuatro vueltas y dos giros, los cuales deben serperfectos, porque te puedes reventar por dentro y quedarparapléjico”, concluyó.