Jorge Vergara Madrigal tiene una historia diferente en el mundo de las empresas y el éxito. Inició su camino vendiendo tacos, pero pronto su ambición lo llevó a fundar Omnilife, una de las empresas mexicanas de mayor crecimiento a nivel mundial y que lo catapultaron al éxito y abrirse el paso para poder cumplir su meta de hacerse de un equipo profesional de futbol.
Si bien en un principio quiso ir por el Atlas, finalmente la ambición y ganas de trascender lo hicieron comprar mediante acciones a las Chivas. Y para el Rebaño hay un antes y un después, desde aquel año 2002 cuando Vergara Madrigal se convirtió en el nuevo propietario del llamado equipo más popular del país.
Jorge siempre vio a Chivas más allá del negocio, pensó en la parte humana, apostando a la educación en la formación de los jugadores del Rebaño, siempre dejando en claro que debían ser buenas personas para poder trascender dentro de un campo de futbol.
Siempre fue polémico, su anhelo siempre fue el de hacer de Chivas el mejor equipo del mundo, bajo su mando pasaron más de 20 técnicos, en ocasiones abrió la cartera para la llegada de importantes refuerzos, en otras el equipo cayó en crisis. Es recordado por apostarle al proyecto de Johan Cruyff y de la noche a la mañana cambiar de parecer, la paciencia no siempre fue su mejor virtud, pero jamás se le podrá decir que le faltó la pasión al momento de expresarse de sus Chivas.
En su proyecto de engrandecer al Guadalajara, dio vida al estadio Omnilife, hoy Akron, el cual en su momento se convirtió en el más moderno del país y es hoy uno de los más importantes. Un legado que deja para el futuro del Rebaño.
Pero cuando tomó las riendas del equipo hizo la promesa de que en cinco años haría a Chivas campeón, y lo cumplió antes, pues al cuarto año ya daban la primera vuelta olímpica en la era Vergara. A pesar de todo, siempre fue sincero y dejó en claro que de futbol no sabía un “pepino”, pero eso no le impidió siempre ser pícaro y polémico.
Sus desplegados son algo de lo que más se le recuerda. Con ellos siempre les mandó mensajes a los Pumas, América y Atlas, principalmente, también le gustaban las apuestas con causas sociales en los clásicos, todo para mantener vivas las rivalidades y pasión futbolera.
Una de las eras más complicadas para el propietario de Chivas se dio cuando contrajo nupcias con la también empresaria Angélica Fuentes, con quien fue perdiendo autoridad al frente del equipo y llegaron decisiones extremas, como la desaparición de su filial del Ascenso, el Tapatío, además de entrar en austeridad en el tema de contrataciones de refuerzos.
Esta relación no llegó a buen puerto y en 2015 anunció que Angélica dejaba el club por un desfalco millonario a las arcas de la empresa. Desde ahí Jorge no volvió a ser el mismo, su salud se deterioró y eran menos las ocasiones en las que aparecía en público.
Poco a poco se fue alejando, hasta dejar a cargo de la presidencia del equipo a su hijo Amaury Vergara, quien desde hace un año se ha convertido en quien toma las decisiones en el equipo y la empresa.
Después de muchas especulaciones y de casi un secretismo sobre la salud de Jorge, fue este viernes 15 de noviembre cuando dejó de existir, a los 64 años por un paro cardiorrespiratorio. Esto se dio en la ciudad de Nueva York, en donde desde hace un tiempo se había ido a una especie de retiro, hasta que no pudo más con su lucha.
Deja un legado importante en Chivas, que siempre buscó hacer algo distinto por el futbol mexicano, apostando siempre a que los suyos dieran todo, innovando, polemizando, pero nunca dejando indiferente a nadie.