POR VIOLETA ALVA En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, laSelección Mexicana de futbol rompió con los paradigmas.
Ese 11 de agosto de 2012 quedará en la memoria de jugadores,cuerpo técnico y de un país entero. Por primera vez se ganaba unamedalla de oro en este deporte durante la justa veraniega. Era ellogro más importante en la historia del furbol mexicano.
Quince jóvenes menores de 23 años y tres refuerzos, JesúsCorona, Oribe Peralta y Carlos Salcido, hicieron historia en elmítico estadio de Wembley al vencer a Brasil, a pesar de noarrancar como favoritos, pues cerraron su preparación con dosderrotas.
“Teníamos cierta presión porque sabíamos de todas lascríticas que había en nuestro entorno, pero realmente fuimos adisfrutar, a competir y a luchar por ganar la competencia. Todosestuvimos conectados, todos estuvimos comprometidos con esa idea yal final se consiguió”, contó Jesús Corona al ESTO.
La clave fue una junta que sostuvo el plantel previo a su debuten la competencia contra Corea del Sur. En ella se habló sobre elfuturo del Tricolor y de lo que eran capaces de lograr.
“No tuvimos buenos encuentros de preparación en cuanto afuncionamiento y resultados, pero ya iniciado el torneo sirvióbastante una charla que tuvimos en una reunión con los futbolistasy dijimos que, de ahora en adelante lo que había pasado era sólopara prepararnos y nada más, que lo que se escuchara en elentorno, fuera del seno del grupo, que no importaba, y simplementeteníamos que ir, disfrutar y conseguir el objetivo que era lamedalla”, agregó el arquero.
Ser uno de los hombres de experiencia en el grupo no fue unatarea fácil para Corona. Con 32 años, y unos Juegos Olímpicosprevios, sabía del compromiso que implicaba portar el título decapitán.
“Fue una muy buena experiencia. Fue muy grato, disfruté contodos los jóvenes, hice muy buena relación con todo el grupo”,explicó Chuy. “A mí ya me había tocado jugar unas Olimpiadasen Atenas y les hicimos ver algunas cosas: qué era lo querepresentaba para nosotros y qué representaría en caso de que seconsiguiera subir al medallero. Creo que a todos les cayó elveinte y se demostró desde el primer duelo de la ronda declasificación”, contó emocionado el guardameta de CruzAzul.
La presea dorada sin duda alguna es el logro profesional másgrande del portero nacional, a quien se le iluminan los ojos cuandorecuerda la ceremonia de premiación.
“Fue una gran emoción, ya cuando estábamos a punto derecibirla la verdad que fue un momento que va a quedar para lahistoria. Saber que fuimos los primeros en el deporte varonil enconseguir una presea olímpica”, recordó Corona, quien en esajusta se adjudicó el reconocimiento como el portero mexicano conmás minutos sin recibir gol, con 425. FINAL HISTÓRICA
El histórico estadio de Wembley fue el escenario perfecto paralograr la hazaña. México enfrentó a Brasil, favorito parallevarse el oro, pues en sus filas se contaban figuras comoNeymar, Thiago Silva, Marcelo y Hulk.
“En cuanto a nombre sí eran fuertes. Las figuras quellevaban, con jugadores internacionales y ya consolidados. Fue unpartido muy bonito, lo disfrutamos bastante, además de que cadauno de nosotros se brindó al máximo para alcanzar ese logró”,reveló Corona.
Peralta sentenció el encuentro en dos ocasiones, suficientespara que el Tricolor se subiera al puesto más alto en elpódium.
“Es algo indescriptible saber que jugamos en ese estadio tanmítico y que hicimos algo histórico”, recordó conemoción.
