Seguramente conoces al menos a una persona mayor que recurre constantemente a las cirugías, usa piercings o dice sentirse más graciosa, interesante y atractiva que ni en sus mejores años de juventud.
Tanto hombres como mujeres pueden comportarse así por considerarla una faceta pasajera, pero un estilo de vida mezclado con el deseo de vivir acorde a lo que tu cuerpo y tu mente no son pero quieren, revela un problema de salud mental.
Lo que antes llamaban ‘teenagers forever’’ o complejo de ‘Peter Pan’ ahora es identificado como midorexia. Se trata de un trastorno mental que no está clasificado como el sexting o la selfitis, pero es un asunto que lleva siete años estudiado, según comentó el médico psiquiatra Noé Pérez Ubaldo.
"Alguien que tiene conductas muy juveniles que no están en armonía con su edad puede ser tratada clínicamente como midorexico. Este trastorno es una tendencia obsesiva y forma de pensar desajustada para querer mantenerse jóvenes" explicó.
Las personas que lo padecen están entre los 40 y los 50 años y gustan de reunirse con jóvenes, se adaptan a la realidad externa inmediata y mentalmente hacen todo lo posible por mantener una edad a la cual ya no pertenecen.
"Se desajustan de la realidad, pueden tener miedo a la vejez, a la muerte, no se percatan de que ya no están en edad de comportarse o vestirse de cierta forma, en su atuendo o cómo se muestran ante los demás es posible percibir un temor irracional al envejecimiento".
Entre los efectos de padecer midorexia, explicó el especialista, se encuentran las dismorfias faciales debido a operaciones estéticas en rosto, o el cuerpo, dichos cambios los lleva a no darse cuenta de que están distorsionando su personalidad.
"Pueden caer en depresiones fuertes porque se les dificulta aceptar su presente, incluso pueden poner en riesgo su vida por realizar actividades extremas y que su cuerpo ya no puede realizar debido a los cambios biológicos y naturales que con el tiempo suceden”.
El término midorexia, mezcla el sufijo “rexia” que indica una obsesión, con “mid”, que viene de la contracción del inglés “middle”, en referencia a la mitad de la vida.
Según el especialista quién más sufre de este padecimiento es el género femenino.
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