Saturno se convierte en el planeta con más lunas, se ha descubierto la edad de sus anillos y una de sus lunas aumenta sus posibilidades para sostener la vida.
Saturno es el segundo planeta más grande en el Sistema Solar, detrás de Júpiter. Mide 9.5 Tierras de diámetro y 21 Tierras con los anillos, le caben 764 Tierras, rota en 10.7 horas y dista del Sol a 9.5 veces la distancia Tierra - Sol o 9.5 UA (UA = Unidad Astronómica = 150 millones de km).
Los anillos de Saturno están a la mitad de su vida
El primero en observarlos fue Galileo Galilei en 1610, sin embargo no comprendió lo que observaba y pensó se trataba de dos enormes lunas alrededor del planeta. Cuarenta y nueve años después, en 1659, Christian Huygens, quien propuso la Teoría Ondulatoria de la Luz, descubrió la forma de rosquilla de los anillos, aunque se consideró como una estructura sólida. Dos siglos después, en 1859, el físico James Clerk Maxwell, el Padre del Electromagnetismo, demostró que los anillos estaban compuestos por millones de partículas moviéndose alrededor del planeta, a 48 mil km/h (13.34 km/s).
Desde entonces los astrónomos se han preguntado si los anillos nacieron con el planeta, hace 4500 millones de años o después. Ahora, Sascha Kempf se propuso datar la edad de los anillos, midiendo la cantidad de polvo cósmico que han acumulado durante su existencia. Es como obtener la edad de una mesa midiendo la cantidad de polvo acumulado sobre ella.
El estudio publicado en mayo en Sciences Advances, utilizó datos de la sonda espacial Cassini, que orbitó a Saturno entre 2004 y 2017. Durante esos años, el Analizador de Polvo Cósmico de Cassini, recogió 163 gramos de polvo, originado lejos de Saturno. Con ello se concluyó la temprana edad de los anillos, de apenas ¡400 millones de años!
Pero los anillos no llegaron para quedarse. Según un estudio de 2019 de James O'Donoghue, los anillos están soltando material (polvo, rocas) hacia el planeta, debido a la gravedad de Saturno. Al ritmo actual de caída del material, los anillos desaparecerían en 300 millones de años. Por lo que en términos astronómicos, los anillos de Saturno tendrían una existencia fugaz.
Ningún planeta del Sistema Solar tiene más lunas que Saturno
Hasta mayo, Saturno era el segundo planeta con más lunas en el Sistema Solar, 84 en total, detrás de Júpiter con 95.
Edward Ashton y Matthew Beaudoin de la Universidad de la Columbia Británica, junto con Brett Gladman, Mike Alexandersen y Jean Marc Petit, utilizando el telescopio CFHT (Canada France Hawaii Telescope), en Mauna Kea, Hawai, fotografiaron entre 2019 y 2021 los alrededores de Saturno. El método de desplazamiento y apilamiento fotográfico, permitió que al apilar las fotografías, destellos imperceptibles se vuelvan notorios. Así identificaron 62 lunas. Aunque debieron comprobar que fueran lunas alrededor de Saturno y no algún asteroide que pasaba por ahí al momento de hacer las fotografías.
Las nuevas lunas se catalogan como irregulares, ya que tienen órbitas muy inclinadas, así como muy elípticas, se alejan mucho de Saturno, además son retrógradas, orbitan a Saturno en sentido opuesto a la rotación del planeta. Esto significa que no nacieron alrededor del planeta como otras lunas, sino que son asteroides o cometas capturados por la gravedad de Saturno, en donde algunas de ellas colisionaron y se fragmentaron, generando más lunas.
Para aclarar, al nacer un planeta y sus lunas, nacen de la misma nube en movimiento, por lo que planeta y lunas giran en el mismo sentido.
Saturno pasó a 146 lunas y pronto a 147. Pero hay más, se está comprobando si dos son lunas o burbujas de gas. Además, se buscan otras dos, pues se observaron en cierta ocasión y se les perdió de vista.
¿Vida en una luna de Saturno?
Pero no todas las noticias vienen del planeta de los anillos, una de sus lunas ha dejado boquiabiertos a los científicos.
Encélado es un mundo oceánico, cubierto por una capa de hielo a 200º bajo cero, y debajo existe un mar salino y alcalino (rico en carbonato de sodio) en estado líquido, con un volumen equivalente a 5 veces el Mar Mediterráneo. Se cree que el enorme y poroso núcleo está caliente, lo que permite el agua liquida. Además, Encélado tiene géiseres, expulsiones de hielo, vapor y agua que se eleva por km.
Un nuevo estudio publicado en junio por Gerónimo Villanueva de la NASA, utilizando datos del Telescopio Espacial James Webb, encontró que los géiseres del polo sur de Encélado expulsan el vapor a más de ¡9650 km de distancia! alimentando de vapor al anillo E de Saturno. Este anillo no es visible con telescopios. La columna de vapor cubre una distancia similar entre Los Ángeles y Buenos Aires o entre la Ciudad de México y Bamako, capital de Malí. Además, sorprendió la velocidad de expulsión del vapor, a 300 litros por segundo, suficiente para llenar una piscina olímpica en solo dos horas. Por si se lo pregunta, una piscina olímpica contiene dos millones y medio de litros de agua.
Semanas después se publicó en Nature otro estudio sorprendente.
Utilizando datos del orbitador Cassini, Frank Postberg y sus colegas, encontraron fósforo en el vapor de agua de Encélado. Algo interesante, ya que el fósforo es un elemento esencial para la vida.
Aunque ya se habían observado componentes orgánicos, Encélado se fortalece como una luna con la capacidad de sostener la vida.
Por último, el 25 de junio el Telescopio Espacial James Webb, que observa en infrarrojo, fotografió a Saturno. El planeta aparece obscuro, porque el metano que contiene absorbe la luz del Sol, mientras los anillos, que contienen hielo, brillan.
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