Las condiciones climáticas han agravado en México y el mundo las condiciones de sequía, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), el problema de la escasez del agua se agravará en las siguientes décadas.
La falta de lluvia, la mala gestión de los sistemas de distribución, la explotación de mantos acuíferos y las altas demandas del uso del agua someten a las regiones a padecer crisis por estrés hídrico.
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¿Qué es el estrés hídrico y cómo podría afectar a México?
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), el estrés hídrico se presenta cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve limitado por la baja calidad del líquido.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), uno de los impactos del estrés hídrico es el deterioro de los recursos de agua dulce, como mantos acuíferos o ríos, en términos de cantidad y de calidad.
BBVA indicó que el problema que representa no poder tener acceso suficiente al agua impide combatir enfermedades, afecta a las actividades económicas y la seguridad alimentaria se compromete, ya que incrementaría los precios de los productos.
En México, si bien se cuenta con reservas de agua a nivel nacional, existen algunas regiones del país que presentan una situación de estrés hídrico.
Tener estrategias para evitar un estrés hídrico general en el país, evitaría que los costos de servicios como el alcantarillado o el tratamiento de aguas incrementen.
El Director del Programa de Manejo, Uso y Rehuso del Agua en la UNAM (PUMAGUA), Fernando González Villarreal informó que, aunque México tiene zonas desérticas, en otras partes hay un exceso de agua, lo que provoca grandes inundaciones.
El experto sugirió para Global UNAM que ante la crisis del agua, es necesario alcanzar la seguridad hídrica a través de cuatro acciones:
- Garantizar el abastecimiento de agu en la cantidad adecuada para toda la población, incluyendo zonas urbanas y rurales.
- Contar con una cantidad suficiente de agua para el desarrollo saludable del medio ambiente.
- Tener agua para las producción industrial, de alimentos, y energía.
- Garantizar el acceso al agua, aunque ocurran sequías e inundaciones que son cada vez más agresivas por el cambio climático.
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Richard Connor, especialista del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos de la Unesco, indicó previo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023 celebrada del 22 al 24 de marzo en Nueva York, que "todas las metas relacionadas con el agua de los objetivos de desarrollo sostenible para 2030 están ya en retraso y todos los países del mundo presentan riesgos respecto a la calidad del agua en mayor o menor medida".
Con información de EFE
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