Evil does not exist: Una cinta que homenajea a la naturaleza

El cineasta Ryusuke Hamaguchi, autor de la aclamada cinta "Drive my car", presentó en el Festival de Venecia su nueva producción, con la que aspira al León de Oro

EFE

  · miércoles 6 de septiembre de 2023

La cinta de Hamaguchi se adentra en un boscoso valle donde la naturaleza sigue inalterada gracias al respeto de sus habitantes | Foto: Ettore Ferrari /EFE

El cineasta japonés Ryusuke Hamaguchi, autor de la aclamada cinta Drive my car (2021), presentó en el Festival de Venecia su nueva obra, Evil does not exist, que considera “un viaje musical al orden invisible de la naturaleza”.


"Para ser honestos yo no tenía una gran relación con la naturaleza porque siempre he vivido en zonas urbanizadas desde pequeño (...) pero he visto que, de alguna manera, nos puede curar y vincularnos con ella nos favorece", dijo en la rueda de prensa de la Mostra.

La nueva cinta es fruto de un "rodaje extremadamente libre", porque su intención no era otra que grabar imágenes para un vídeo de la música Eiko Ishibashi, con quien ya trabajó en Drive my car. De hecho, trascendió que fue ella quien le encargó una filmación que ha derivado en película.


"Cuando empezamos este proyecto y comencé a meditar sobre su parte visual, sobre qué imagen iría bien con la música de Eiko, me di cuenta de que el movimiento natural de los árboles, del agua y de la naturaleza en general se parecían a su música", contó.

Aunque aclaró que grabar árboles, musgos, riscos o rocas no le parecía lo suficientemente interesante: "Por eso decidí añadir personajes", compartió.

La cinta Evil does not exist, que lucha en la carrera por el León de Oro, que se fallará el próximo sábado, se adentra en un boscoso valle nipón donde la naturaleza sigue inalterada gracias a la veneración y respeto de sus moradores.

En la historia, los habitantes de la aldea de Mizubiki viven modesta y pacíficamente hasta que un día reciben la visita de dos promotores turísticos que quieren construir un campamento con todo tipo de actividades de asueto para la gente de la gran ciudad.

El problema es que esos planes inmobiliarios amenazan no solo con alterar el equilibrio natural del paraje sino de arruinarlo, por lo que enseguida suscitan el malestar entre la población local.

Pero los "invasores" pronto se sentirán tocados por la magia del lugar, aunque para entonces la "herida" ya ha empezado a sangrar.

De hecho, la película se basa en una historia real:

"Mientras investigaba me encontré con este evento real que veis en la película, con un proyecto que no era nada bueno para la población local. Pude escuchar las conversaciones reales y, ante ellas, dentro de mí se movieron muchas cosas e ideas", recordó.

La trama, contada lentamente al más puro estilo de Hamaguchi, exhibe las interacciones entre los habitantes y los dos invasores, al tiempo que plantea una defensa en modo alegórico de temas tan actuales como el respeto del medio ambiente.

"No me parecía interesante rodar únicamente el paisaje, sino que quería también mostrar las interacciones del ser humano", detalló.

El resultado es un grupo de personajes movidos por un orden invisible entre un mundo agreste y musical. Y esta combinación entre naturaleza y sinfonía se ha llevado el aplauso de la Mostra.

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Hamaguchi ha desembarcado por primera vez en el Lido veneciano con la intención de seguir conquistando Europa, luego de llevarse el Oso de Plata de la Berlinale por La ruleta de la fortuna y la fantasía y la Palma de Oro en Cannes por su mayor éxito, Drive my car, que le valió el Óscar a la mejor película internacional.